26 Oct

Contexto Inicial

En 1337, Francia, con una economía superior y una población mayor (15 millones frente a 4 millones de ingleses), parecía destinada a la victoria. Sin embargo, los acontecimientos tomaron un giro inesperado. Eduardo III se proclamó rey de Francia en 1340, y la flota francesa sufrió una derrota decisiva en la Batalla de Sluys. En 1344, el Papa Clemente VI intentó mediar en Aviñón, pero las negociaciones fracasaron. Los ingleses exigían territorios soberanos en Francia a cambio de renunciar al trono, mientras que los franceses insistían en que las posesiones inglesas eran meros feudos.

Victorias Inglesas: Crécy (1346) y el Sitio de Calais (1347)

En la Batalla de Crécy (1346), los ingleses obtuvieron una victoria sorprendente a pesar de la aparente superioridad numérica francesa. Desembarcaron en Normandía y avanzaron hacia el norte, saqueando el territorio y desafiando al ejército francés. A mediados de agosto, se establecieron cerca de París, en Poissy, sin atacar la capital. El 26 de agosto, Felipe VI lanzó un ataque con 40,000 hombres contra las tropas inglesas, que contaban con solo 15,000. La batalla fue larga, pero los ingleses lograron la victoria. Felipe VI escapó por poco de la muerte. Tras la batalla, los ingleses sitiaron Calais. Felipe VI no intervino, y la ciudad se rindió un año después, en agosto de 1347.

La Batalla de Poitiers (1356) y el Declive Francés

Tras la muerte de Felipe VI en 1350, le sucedió su hijo Juan II el Bueno. Su reinado fue desastroso para Francia, marcado por la peste negra, la ineficacia política, la devaluación monetaria y la presencia de mercenarios extranjeros en el ejército. En 1354, una reunión en Guinnes estuvo a punto de poner fin a la guerra. Eduardo III ofreció renunciar al trono francés a cambio de Aquitania, Anjou, Turena, Maine y Poitou, pero Juan II no se atrevió a firmar el tratado. Carlos II de Navarra, descendiente de los Capeto por línea femenina, causaba problemas a la monarquía francesa. Tras ser arrestado en 1356, pidió ayuda a Inglaterra. Ese mismo año, Francia sufrió derrotas en Aquitania, Normandía y el norte del país. La Batalla de Poitiers fue la más importante. A pesar de su superioridad numérica, las tropas francesas fueron rodeadas y gran parte de su caballería pereció. Juan II fue capturado y llevado a la Torre de Londres. El Delfín Carlos asumió la regencia. Los Estados Generales aprovecharon la situación para controlar la corona mediante la «Grande Ordenance». En 1358, estallaron las revueltas campesinas de la Jacquerie y la revuelta de los mercaderes de París liderada por Étienne Marcel. Francia se vio obligada a ceder un tercio de su territorio a Inglaterra.

La Paz de Brétigny (1360)

Tras las derrotas francesas, se firmó la Paz de Brétigny en mayo de 1360. Dos meses antes, la marina francesa había derrotado a los ingleses en Winchelsea, lo que provocó la represalia de Eduardo III contra Chartres. El tratado estipulaba que Inglaterra gobernaría gran parte de Francia, incluyendo Aquitania, Calais, Guines, Lemosin, Périgord, Poitou, Ponthieu, Rouergue y Quercy. Francia pagaría tres millones de coronas de oro por la liberación de Juan II, y Eduardo III renunciaría definitivamente al trono francés. Sin embargo, Francia no podría gobernar los territorios cedidos a Inglaterra. La mala situación económica francesa impidió el pago del rescate, y Juan II murió en Londres en 1364. La nobleza fue criticada por su incapacidad para proteger el reino y por las medidas impopulares, como el aumento de impuestos a los campesinos para financiar la guerra y el pago a los mercenarios («routiers»).

Reacción Francesa (1360-1380)

Francia comenzó a superar la crisis gracias a Bertrand du Guesclin y a la alianza con Castilla. Tras la muerte de Juan II, Carlos V el Prudente ascendió al trono. Uno de los principales problemas era el bandidaje de los «routiers», que incluso derrotaron al ejército real en 1362. Algunos de estos mercenarios se unieron a Carlos II de Navarra, causando problemas en Normandía hasta su derrota en Cocherel en 1364 a manos de Bertrand Du Guesclin.

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