22 Nov
Las conversaciones entre las superpotencias
El enorme gasto que implicaba el mantenimiento de los costosos sistemas de armas nucleares comenzaba a pesar sobre las economías de ambas superpotencias. Era necesario frenar la carrera de armamentos; además, el riesgo nuclear favoreció el surgimiento de corrientes pacifistas entre la población. Se iniciaron conversaciones para disminuir el gasto en armamento y alcanzar una reducción de los arsenales atómicos; este fue el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares.
El acercamiento entre Europa Occidental y Europa Oriental
El ejemplo más claro de la mejora de las relaciones entre los países de Europa Occidental y la Unión Soviética fue el cambio de política que se produjo en la República Federal Alemana. La llegada al poder de Willy Brandt en la República Federal Alemana significó el inicio de una política de acercamiento al este, la Ostpolitik.
Rebrote y final de la Guerra Fría (1976-1991)
A partir de 1975, las relaciones entre las dos superpotencias volvieron a enfriarse progresivamente. Sin embargo, a partir de 1985, el bloque comunista se vio sacudido por la crisis económica y el descontento de la población, y en tan solo cinco años entró en una fase de descomposición que puso fin a la Guerra Fría.
La ofensiva soviética
A mediados de los años 70, la posición hegemónica de Estados Unidos se hallaba debilitada. La guerra de Vietnam había significado una derrota que acabó con la idea de su invencibilidad militar. Además, el país atravesaba una grave situación económica provocada por la espectacular subida del precio del petróleo en 1973. La Unión Soviética había salido reforzada por la instauración de regímenes comunistas en varios países asiáticos, y la crisis del petróleo había afectado menos a su área de influencia. En 1977, la URSS inició el despliegue de misiles nucleares de alcance intermedio por Europa Oriental, que amenazaban a todo el continente.
La reacción de Estados Unidos
La política exterior estadounidense mantuvo la línea del diálogo y la negociación; sin embargo, la agresiva política soviética provocó una fuerte preocupación en la opinión pública. En 1981, Ronald Reagan alcanzó la presidencia de Estados Unidos con un programa claramente antisoviético y optó por la dureza y la agresividad. Frente al despliegue de misiles soviéticos en Europa, la administración Reagan planteó la siguiente alternativa: o la URSS aceptaba la opción cero, que consistía en la retirada de todos los misiles de ambas potencias de Europa, o Estados Unidos realizaría un despliegue masivo de misiles en Europa Occidental. En Estados Unidos, comenzó la instalación de más de 572 misiles de alcance intermedio, llamados euromisiles. El proyecto más destacado fue la Guerra de las Galaxias, que pretendía el desarrollo de un escudo espacial para destruir los misiles soviéticos en caso de ataque nuclear, antes de que estos pudieran caer sobre Estados Unidos.
El final de la Guerra Fría
A mediados de 1980, la agresiva política estadounidense, patrocinada por el presidente Reagan, coincidió con una situación de debilidad en la URSS. El rebrote de la tensión y el aumento de la amenaza nuclear provocaron movimientos de carácter pacifista y antinuclear, que en el bloque comunista fomentaron un fuerte sentimiento de rechazo hacia el comunismo.
El gobierno de Gorbachov en la Unión Soviética
La llegada en 1985 de Mijaíl Gorbachov al poder de la URSS cambió radicalmente la política internacional soviética. El nuevo gobierno adoptó como una de sus prioridades el inicio de una política de diálogo con Estados Unidos, con el objetivo de detener la carrera armamentista. La primera manifestación del cambio en las relaciones fue el desmantelamiento de los misiles de alcance intermedio y la puesta en marcha de una apertura política y económica en la Unión Soviética.
Las revoluciones democráticas en el bloque comunista
En 1989, en los países de la Europa Oriental, se desataron las denominadas revoluciones democráticas. Estos movimientos tuvieron como resultado la caída en cadena de los regímenes comunistas europeos. El ejemplo más simbólico fue la caída del Muro de Berlín en 1989 y la unificación de Alemania. En 1989, estudiantes chinos comenzaron una protesta a favor de la democracia, que se materializó en la ocupación de la Plaza de Tiananmén. Sin embargo, el gobierno chino reaccionó con una enorme violencia y acabó con la protesta, causando centenares de muertos.
Los acuerdos de paz y la desaparición del bloque comunista
En 1989, poco después de la caída del Muro de Berlín, el nuevo presidente estadounidense George Bush (padre) y Mijaíl Gorbachov se reunieron en la Cumbre de Malta y proclamaron oficialmente el inicio de una nueva era en las relaciones internacionales y el fin de las tensiones entre las superpotencias. En 1991 se produjeron dos hechos definitivos: la disolución del Pacto de Varsovia y la desintegración de la Unión Soviética, que se dividió en varios estados.
La primera prueba: la crisis del Canal de Suez
El primer conflicto fue la crisis del Canal de Suez, en la que ambas potencias actuaron conjuntamente. El presidente de Egipto, Nasser, había decretado la nacionalización del Canal de Suez, que hasta entonces controlaba una compañía anglo-francesa. Un ataque combinado de Francia, Reino Unido e Israel sobre Egipto. Sin embargo, la oposición de Estados Unidos y de la URSS a una agresión de rasgos colonialistas impuso la retirada de los atacantes.
El Movimiento de los Países No Alineados
Algunos países del Tercer Mundo mostraron su deseo de adoptar una posición de neutralidad ante los dos bloques. Surgió así el Movimiento de los No Alineados.
Los conflictos internos de los bloques
Durante la etapa de la coexistencia pacífica, se produjeron en el interior de ambos bloques conflictos y disidencias que afectaron a su cohesión interna.
La disidencia del bloque comunista
En varios países de Europa Oriental, hubo movimientos populares contra el dominio que ejercía la URSS sobre sus políticas. La más importante fue el movimiento de reforma checoslovaco, conocido como la Primavera de Praga.
Disensiones en Occidente
La actitud de Estados Unidos frente a la disidencia fue mucho más expeditiva en los países de Latinoamérica. Allí, Estados Unidos intervino contra aquellos gobiernos que se alejaban de sus postulados políticos, unas veces promoviendo golpes de estado y otras apoyando y entrenando a guerrillas y ejércitos de invasión.
Los conflictos entre los bloques
Varias crisis rozaron la tragedia. Las principales fueron las de Berlín, Cuba y Vietnam.
La segunda crisis de Berlín
Muchos habitantes de la RDA escapaban al lado occidental, atraídos por los mejores niveles de vida. Esta circunstancia estaba provocando una insoportable sangría para la economía de la RDA. El gobierno de Alemania del Este comenzó a construir una barrera para separar el lado oriental de la ciudad occidental: el Muro de Berlín, denominado en Occidente como Muro de la Vergüenza.
Crisis de Cuba
Cuba era un país aliado de Estados Unidos. Pero en 1959, la guerrilla liderada por Fidel Castro llegó al poder, y el nuevo régimen fue visto como una amenaza para los intereses occidentales. Se implantó un régimen comunista. Estados Unidos consideraba que un país aliado de la URSS, a tan solo 150 km de su costa, era muy peligroso. En 1961, Estados Unidos promovió la invasión a Cuba en Bahía Cochinos, cuyo objetivo era derrocar al gobierno de Fidel Castro. La invasión fue un fracaso. Aviones espía de Estados Unidos detectaron la presencia en Cuba de rampas de misiles nucleares soviéticos. El presidente estadounidense John F. Kennedy decretó el bloqueo naval. Finalmente, Kruschev ordenó la retirada de los barcos y el desmantelamiento de las rampas de misiles. La crisis cubana fue el conflicto más peligroso de la Guerra Fría: el mundo entero se mantuvo en vilo ante la posibilidad de una inminente guerra nuclear. Los gobiernos llegaron a la conclusión de que era necesario abrir nuevos cauces de diálogo. Los líderes de los países se reunieron en diversas ocasiones y establecieron una línea de contacto directo entre ellos, el llamado teléfono rojo.
La guerra de Vietnam
El siguiente punto de fricción entre las dos superpotencias se resolvió en Vietnam. La península de Indochina había sido colonia francesa. Dejaron Vietnam dividido en dos estados: Vietnam del Norte, con un régimen comunista liderado por Ho Chi Minh, y Vietnam del Sur, con una dictadura favorable a Occidente, dirigida por Ngo Dinh Diem. Estos acuerdos fijaban la línea de separación provisional entre el norte y el sur en el paralelo 17º y preveían reunificar el país. En Vietnam del Sur existía una guerrilla comunista, el Vietcong, apoyada por el régimen norvietnamita y que amenazaba con derribar al gobierno. Temeroso de que el comunismo se impusiese en todo el país, Estados Unidos quería evitar lo que se denominó efecto dominó. Estados Unidos inició una intervención armada, pero todo ello resultó inútil: ni el continuo aumento de tropas, ni la superioridad tecnológica, ni los ataques con armas químicas, ni los bombardeos masivos del norte lograron doblegar a un enemigo que utilizaba tácticas guerrilleras y que contaba con bastante apoyo popular. La oposición al conflicto se había extendido por todo Occidente, incluso en el interior de Estados Unidos, por las terribles imágenes que mostraba la televisión. Estados Unidos retiró todas sus tropas y se acordó la unificación del país. Los dos Vietnam se unieron, formando la República Socialista de Vietnam, que inmediatamente se integró en el bloque prosoviético. La guerra de Vietnam representó para Estados Unidos un enorme desprestigio internacional y un gran fracaso militar. Supuso la mayor derrota militar de la historia del país.
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