17 Jul

LA HISPANIA ROMANA Y LA MONARQUÍA VISIGODA

A. Introducción

En el primer milenio (desde el año 1000 a. C.), se desarrollaron los pueblos celtas (norte y centro peninsular) y los pueblos iberos en el este y sur, influenciados por los pueblos colonizadores (fenicios, griegos y cartagineses).

B. Etapas de la Conquista Romana de la Península (s. III-s. I a. C.)

1ª Etapa: Conquista del este y el sur peninsular (218-197 a. C.)

Enmarcada en la Segunda Guerra Púnica, Roma invadió las posesiones cartaginesas en Hispania a fines del siglo III. En 197, Roma organizó sus conquistas en dos provincias: Hispania Citerior e Hispania Ulterior.

2ª Conquista del centro y el oeste peninsular (155-133 a. C.)

Frente a la resistencia de los pueblos de esta zona, destacan las guerras lusitanas (155-136 a. C.) y la resistencia celtíbera en Numancia hasta 133 a. C.

3ª Conquista del norte peninsular (29-19 a. C.)

La conquista finalizó en tiempos de Augusto, con la dominación de galaicos, astures, cántabros y vascones (guerras cántabras).

Augusto reorganizó las provincias, estableciendo tres: Bética, Lusitania y Tarraconense. La economía colonial, basada en la esclavitud, se centró en el sector primario y minero, y se desarrolló una economía monetaria y urbana.

C. El Proceso de Romanización y Cristianización en Hispania

La romanización supuso la integración de los pueblos indígenas en el mundo romano, logrando la unidad peninsular por primera vez.

La creación de ciudades y colonias, el papel del ejército y la difusión del latín, el derecho romano y la religión politeísta romana fueron factores clave en este proceso. Posteriormente, el cristianismo se difundió por el imperio romano.

La cultura y el arte romanos tuvieron un carácter eminentemente práctico, destacando obras públicas como acueductos y murallas.

D. La Monarquía Visigoda

En 409, los suevos, vándalos y alanos entraron en Hispania. Los visigodos, muy romanizados, organizaron una monarquía en torno a Toulouse hasta que fueron expulsados por los francos y establecieron su reino en Toledo.

Leovigildo logró la unidad política de la península en el siglo VI, y Recaredo consiguió la unidad religiosa con la conversión al catolicismo.

La organización política visigoda se basaba en el derecho germánico, con una Asamblea de hombres libres que elegía al rey. Los Concilios de Toledo fueron la gran asamblea política del reino.

La economía y sociedad visigoda continuaron el camino iniciado en el Imperio romano, con una sociedad rural y agraria dominada por la nobleza y con una evolución hacia el modelo social feudal.

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