09 Dic

La Idea del Bien en la Filosofía Platónica

En la filosofía de Platón, las ideas son modelos de perfección y representan la auténtica realidad. Entre ellas, la Idea del Bien se erige como la máxima expresión de perfección y realidad, gobernando el mundo de las Ideas. Esta Idea desempeña diversas funciones:

Funciones de la Idea del Bien

  1. Función ontológica: Platón establece una correlación directa entre perfección y realidad. La Idea del Bien, siendo la más perfecta, es también la más real. Es la causa del ser, la perfección y la existencia de las demás Ideas, así como de la existencia indirecta de las cosas sensibles.
  2. Función epistemológica: La Idea del Bien es la causa de que las Ideas puedan ser conocidas o inteligidas por el alma humana.
  3. Función ética y política (función práctica): La Idea del Bien es el fundamento de la ética y la política. Su conocimiento es esencial para guiar la vida privada hacia la felicidad y la virtud, y para discernir lo bueno de lo malo en el mundo sensible. En política, el buen gobernante debe haber contemplado la Idea del Bien para gobernar con justicia.
  4. Principio unificador: La Idea del Bien unifica el mundo de las Ideas y la totalidad de lo real, otorgando unidad al mundo.
  5. Causa final y causa del orden del mundo: La Idea del Bien es la causa final, el modelo al que todas las realidades aspiran a parecerse.

Algunos intérpretes han identificado connotaciones religiosas y teológicas en la Idea del Bien, añadiendo una sexta función: la función religiosa o teológica.

Consideraciones sobre la Idea del Bien

La Idea del Bien en Platón es un tema complejo y debatido. Sin embargo, podemos destacar los siguientes puntos:

  • La Idea del Bien no es una esencia, sino la causa de todas las esencias, una realidad superior.
  • El conocimiento de la Idea del Bien es la meta última de la filosofía y del ascenso dialéctico.
  • Este conocimiento implica una visión global de la totalidad de lo real y del orden del Mundo de las Ideas.
  • El conocimiento de la Idea del Bien parece ser una experiencia incomunicable e inefable, que cada individuo debe realizar por sí mismo. De ahí que Sócrates, en los textos platónicos, se resista a hablar directamente del Bien en sí y recurra a analogías para describirlo.

Dualismo Ontológico: La Teoría de las Ideas y la División de la Realidad

Ontología Platónica: Mundo Inteligible y Mundo Sensible

Platón propone un dualismo ontológico, dividiendo la realidad en dos mundos:

a) Mundo Inteligible

  • Es el mundo del ser, de lo estable, eterno y permanente.
  • Es un mundo trascendente, más allá de las realidades materiales y visibles.
  • Contiene las Ideas y los objetos matemáticos, ambos inmateriales.
  • Se subdivide en:
    • Inteligibles superiores: Ideas.
    • Inteligibles inferiores: Objetos matemáticos.

b) Mundo Sensible o Visible

  • Es el mundo del devenir y la multiplicidad, de lo cambiante, lo que nace y muere, lo impermanente.
  • El devenir es una realidad intermedia entre el ser y la nada, más inestable que la realidad inteligible.

Relación entre el Mundo Inteligible y el Mundo Sensible: El Mito del Demiurgo

Platón explica la formación del mundo sensible mediante el mito del Demiurgo, una inteligencia suprema que, tomando como modelo el mundo de las Ideas, crea el mundo sensible. Este mito sugiere que el mundo sensible responde a un plan racional y no al caos. El cosmos visible imita imperfectamente al cosmos inteligible. La imperfección del mundo sensible se debe a la materia, ya que el Demiurgo buscaba crear lo mejor y más bello, basándose en el modelo perfecto de las Ideas. Por lo tanto, el orden y la belleza del mundo sensible son aproximativos y apuntan a un orden y belleza perfectos y trascendentes.

El mundo inteligible constituye la estructura profunda del mundo sensible. La imitación del mundo inteligible por parte del mundo sensible le otorga cierta consistencia ontológica, un orden imperfecto que lo hace parcialmente cognoscible.

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