Creo en la Iglesia, Una, Santa, Católica y Apostólica

Se dice que es una porque Jesús instituye una sola comunidad eclesial: todos los católicos tienen la misma creencia, profesan una única fe y tienen un único Señor. La Iglesia tiene una gran diversidad que procede a la vez de los diferentes dones de Dios y la multiplicidad de las personas que los reciben.

Santa

Es santa, porque en el origen de ella está Dios, el santo por antonomasia. Jesús se sacrificó por ella y, además, el cristiano tiene que tener en cuenta su objetivo final: la santidad.

Católica

Es católica, por su universalidad, porque está abierta para todos los hombres y mujeres.

Apostólica

Es apostólica, porque la fe procede de los mismos apóstoles de Jesús, porque ellos están en el origen y aún continúan presentes en el día a día de la Iglesia.

¿Pirámide o Pueblo?

El Vaticano II estableció una característica fundamental de la Iglesia: la igualdad de sus miembros. La Iglesia es ante todo un pueblo, el nuevo pueblo de Dios. Es nuevo porque la aparición de Jesús provoca una nueva alianza.

¿Santos o Pecadores?

El hombre es bueno por naturaleza, pero a la vez es libre para hacer el bien o el mal. El pecado está presente en todas las clases sociales y estamentos de la sociedad. También en la Iglesia. Hay malas acciones entre personas. La Iglesia en sí no es pecadora, somos las personas que formamos parte de ella las que somos pecadores.

Pero en la persona humana también hay inclinaciones bellas y santas. El deseo de afecto es santo cuando el deseo de amor es puro, sincero, sin egoísmos. Cuando esto se da, aparecen las grandes virtudes como la caridad, la mansedumbre, el amor por los pobres, el deseo de ayuda a los más necesitados.

¿Una o Dividida?

La acción del pecado causa también la división. Intereses de diverso tipo en ambas partes han provocado la división en el interior de la Iglesia fundada por Jesús. En el siglo XI fueron las Iglesias ortodoxas las que tomaron un camino fuera de la unidad.

A falta de entendimiento entre la Iglesia de Roma y la de Bizancio, terminó con una separación, en la que cada una tomó caminos diferentes.

Si miramos el panorama del cristianismo en Occidente nos encontramos con una diversidad de grupos e iglesias: católicos, diferentes iglesias protestantes, anglicanos…

Jesús no funda varias iglesias, sino una, situando al frente a Pedro. Es cierto que esto no significa que dentro de ella no haya diversidad. Las personas que la forman proceden de diferentes lugares y culturas, son de diferentes edades y sexo, e incluso tienen funciones diferentes dentro de la Iglesia.

¿Poderosa o Servidora?

Jesús manifestó en varias ocasiones que él era el maestro y que su autoridad le venía del Padre. La gente lo entendió y se admiraba de la autoridad y el poder con el que hablaba y actuaba. Jesús indicó a sus discípulos que ejercieran la autoridad como un servicio porque «igual que el Hijo del hombre no ha venido a ser servido sino a servir». Los apóstoles no son más que colaboradores del Señor; su función es la de ponerse al servicio de los demás y entregar su vida.

Este principio evangélico se comprendió en las primeras comunidades cristianas y ha estado presente en los miembros de la Iglesia desde entonces. Durante la Edad Media, se retiraban al monasterio a vivir el cristianismo como en familias cerradas, proporcionando a la sociedad una labor de oración y custodia de la cultura. Más tarde se suprimieron los muros del monasterio con la aparición de dominicos y franciscanos para vivir su fe entre la gente de su tiempo, anunciando el Evangelio y ayudando a los más necesitados. Más tarde van surgiendo algunas órdenes religiosas donde los cristianos buscan vivir el ideal evangélico y entregar su vida al servicio a los demás. En la actualidad existen grupos de distinto tipo y carisma, que quieren ejercer una función de servicio a los demás de diferentes formas (comedores sociales, educación, ancianos, enfermos, etc.). Son todos estos grupos los que representan la imagen de una Iglesia servidora.

Globalización

Se acerca al término mundialización. Es la tendencia de los mercados y las empresas a extenderse más allá de las propias fronteras, impulsando una sociedad de consumo generalizada por encima de culturas y estructuras propias. El problema puede estar en que, si no se hace con criterio, puede ampliar aún más la brecha entre los países desarrollados y los menos desarrollados.

Campos de la Globalización

Ecumenismo (Una)

No hemos sido capaces de cumplir el mandato de Jesús de que todos seamos uno. Esta tarea debe tener una gran importancia para el futuro. En el Credo seguimos confesando creer en una Iglesia que sea una; sin embargo, ya hemos visto que esa unidad ha sido desfigurada por las divisiones. Es urgente la necesidad del perdón mutuo. Es necesario un esfuerzo de acercamiento para alcanzar ese objetivo.

Mística y Comprometida (Santa)

Si dejamos de lado poderes e influencias y nos atenemos al verdadero significado de la palabra santo, que no es otro que el de amor, y lo ponemos en práctica cada uno de los componentes de esta Iglesia de Jesús, es más fácil acercarse al objetivo de cumplir el mandato de Jesús.

Globalización (Católica)

Esta es la universalidad que confesamos en el Credo. Debemos afrontar la nueva y cambiante situación de los pueblos y culturas. Todos estamos obligados a ser católicos, universales, globalizados con los necesitados de la tierra, atendiendo a las diversas culturas y sus valores.

Con Nuevas Misiones (Apostólica)

El compromiso de la evangelización está presente en la Iglesia desde el mismo comienzo, pues ese fue el mandato de Jesús. Ahora bien, se debe tener en cuenta que hay que adaptarse a las nuevas circunstancias que este mundo globalizado nos presenta y se debe realizar desde la humildad y el servicio. Esta tarea no es de unos pocos especialistas (los misioneros), sino responsabilidad de todos los miembros del Pueblo de Dios.

Definiciones

• Iglesia: conjunto de cristianos que forman una comunidad eclesial cuyo nexo de unión es Dios.
• Diversidad: conjunto de personas o cosas distintas.
• Antonomasia: por excelencia.
• Universalidad: relativo a universal.
• Pueblo: conjunto de personas que forman una comunidad; el pueblo de Dios es una comunidad de creyentes cuyo nexo de unión es Dios.
• Monte Sinaí: monte en el que Dios le entrega a Moisés los diez mandamientos.
• Vanagloria: presunción, engreimiento, creerse por encima de los demás.
• Cisma: ruptura.
• Ecumenismo: movimiento que intenta la restauración de la unidad entre todas las iglesias cristianas. También busca un mayor acercamiento entre todas las religiones del mundo.
• Vínculo: aquello que une o relaciona a una persona con otra.

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