10 Jul

Época de Recelos y Enfrentamientos

Las grandes transformaciones sociales del siglo XIX llevaron a la Iglesia a replegarse sobre sí misma, en lugar de analizar las nuevas corrientes. Teorías como la evolución de Darwin y las ideas de Marx dificultaron el acercamiento de la Iglesia al pensamiento moderno. El auge de los nacionalismos fomentó la lucha por la unidad italiana, lo que provocó enfrentamientos con el papado hasta la unificación en 1870.

Protagonistas de la Historia

Pío IX (1846-1878)

  • Controvertido por su oposición a la unificación italiana y al liberalismo.
  • Proclamación del dogma de la Inmaculada Concepción (1864).
  • Declaración contra los errores de la época (Syllabus, 1864).
  • Definición de la infalibilidad papal en el Concilio Vaticano I.

León XIII (1878-1903)

  • Inició la adaptación de la Iglesia a la sociedad moderna.
  • Encíclica Rerum Novarum, base de la doctrina social de la Iglesia.

Nuevo Impulso a la Vida de la Iglesia

A pesar de los enfrentamientos, la vitalidad cristiana dio frutos:

  • Nuevas congregaciones religiosas: Adaptadas a los nuevos tiempos para servir a los necesitados.
  • Expansión evangelizadora: Resurgimiento de las misiones.
  • Aparición del sindicalismo cristiano: Círculos Católicos en España (1864).

Un Difícil Comienzo de Siglo

Los acontecimientos del siglo XX (guerras, crisis económica, fascismos) dificultaron la reflexión de la Iglesia sobre su misión. Sin embargo, la pérdida del poder temporal de los Papas les dio libertad para centrarse en su misión pastoral.

Los Papas de esta Época

Pío X (1903-1914)

  • Renovación de la vida litúrgica.

Benedicto XV (1914-1922)

  • Llamamientos a la paz durante la Primera Guerra Mundial.

Pío XI (1922-1939)

  • Participación de los laicos.
  • Expansión misionera.
  • Acercamiento al mundo científico.

Pío XII (1939-1958)

  • Incorporación de avances filosóficos y científicos al pensamiento de la Iglesia.

La Renovación Interna de la Iglesia

  • Renovación litúrgica: Importancia de los sacramentos, especialmente la Eucaristía.
  • Participación del laicado: Creación de la Acción Católica.
  • Acercamiento a nuevos pueblos y naciones: Nombramiento de obispos indígenas y potenciación del clero autóctono.

Las Razones de un Nuevo Concilio

Juan XXIII convocó el Concilio Vaticano II en 1959 con el objetivo de:

  • Actualizar la vida de la Iglesia.
  • Buscar la unidad de los cristianos (ecumenismo).
  • Relanzar el apostolado en un mundo transformado.

Un Concilio Diferente

El concilio Vaticano fue muy diferente a todos los anteriores. Entre las características que le distinguieron se encuentran: – Su universalidad y magnitud. La asamblea conciliar estaba compuesta de unos 2500 padres conciliares. Los obispos europeos eran solo un tercio de los participantes, la mayoría de los padres conciliares provenían, pues, de otros continentes y de naciones jóvenes. – Su ecumenismo. Entre los asistentes a la gran asamblea había muchos observadores de otras confesiones cristianas. – La conexión con la sociedad. Los padres conciliares tenían el convencimiento de que los temas que allí se estaban tratando no concernían solo a la los cristianos, sino a toda la humanidad. – Su repercusión en la sociedad. A través de los medios de comunicación los temas tratados en el concilio llegaron a todos los rincones del mundo.

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