21 Oct
La Idea Kantiana de Ilustración
Para Kant, la Ilustración es el estado final de madurez que debe alcanzar el ser humano en su progresivo desarrollo como individualidad emancipada. En este estado, el hombre es capaz de hacer uso libremente de las capacidades racionales de las que ha sido dotado por la naturaleza. Kant entiende, además, que la tarea de la filosofía es articular la totalidad del conocimiento cara a la realización de los fines de la razón. La realización de esos fines es inseparable de la emancipación del hombre.
La divisa «sapere aude«, indica el mandato que ordena discurrir libremente y que debe ser atendido por el individuo que quiere vivir conforme a los designios de la racionalidad que le constituye como persona. Considera que la pereza y la cobardía son causas que impiden la puesta en funcionamiento de nuestras destrezas intelectuales potenciales.
En consonancia con la fe ilustrada en el progreso, Kant concibió la historia como el despliegue de las potencialidades de una humanidad que se encaminaría hacia la creación de un Estado cosmopolita. Dicho Estado de ciudadanía mundial ofrecería las mejores circunstancias para el máximo desarrollo de las potencialidades humanas. La historia universal sería la larga marcha hacia esa sociedad en donde la libertad humana puede alcanzar su máxima expresión.
El Imperativo Categórico y el Reino de los Fines
Cabe recordar que el imperativo categórico nos empujaba a actuar como legisladores universales y miembros del reino de los fines. Una concordancia entre sujetos autónomos, cuya fuente sería la razón universal, sería el reino de los fines en donde todos preservan la libertad de todos, en donde ningún ser humano utiliza a otro como un medio, sería la realización política del imperativo categórico.
Kant distingue entre un uso privado y público de la racionalidad. El uso público de la razón es el que hace uno cuando, como experto, expone sus opiniones sobre algunas de las cuestiones que maneja. Por uso privado de la razón entiende, en cambio, aquel que alguien, en calidad de erudito, hace de ella delante de todo el público del mundo de los lectores. Según Kant, se ha de permitir libertad en el uso público, pero se ha de limitar el uso privado.
La Lucha de la Razón y el Progreso
La luz de la razón está en continuo combate con la irracionalidad, lo que hace avanzar la racionalidad, ya que son los conflictos y las guerras los que manifiestan la necesidad de pactos y de la creación de instituciones políticas más perfectas. El motor del progreso legal sería lo que Kant denominaba la insociable sociabilidad. La dimensión insociable se corresponde con el egoísmo de la conducta por interés y la sociable con la solidaridad del deber.
La Reivindicación del Sujeto Racional
El conjunto de la filosofía de Kant es una reivindicación del sujeto racional libre y autónomo. En la Crítica de la razón pura se delimita el ámbito en el que la razón es autónoma y a priori, el ámbito en el que la razón ha de operar con impresiones procedentes del exterior. En esta crítica, Kant responde a la pregunta de «¿Qué puedo conocer?» y establece los límites del conocimiento.
La Síntesis entre el Racionalismo y el Empirismo en Kant
En su obra Crítica de la Razón Pura responde a la pregunta: ¿Qué puedo conocer? La respuesta se centra en señalar cuáles son los principios desde los cuales es posible el conocimiento científico de la Naturaleza y cuáles son los límites dentro de los cuales es posible tal conocimiento. Para llevar a cabo esta tarea, Kant se inspiró en el racionalismo cartesiano y en el empirismo británico realizando una síntesis de ellas en una nueva y original doctrina acerca del conocimiento humano.
Sensibilidad y Entendimiento
Toda la doctrina kantiana del conocimiento se fundamenta en la distinción de dos fuentes de conocimiento: la sensibilidad y el entendimiento. La sensibilidad es pasiva, limitándose a recibir impresiones provenientes del exterior. Por el contrario, el entendimiento es activo, pues produce espontáneamente conceptos e ideas sin derivarlos de la experiencia. Esta distinción entre la sensibilidad y el entendimiento puede utilizarse para fundamentar dos filosofías muy distintas:
- La filosofía racionalista cartesiana, según la cual el entendimiento podrá conocer la realidad construyendo un sistema a partir de los conceptos sin derivarlos de la experiencia.
- La filosofía empirista británica: según la cual, el saber tiene por cimiento la información sensorial no pudiéndose exceder del límite de la experiencia.
Kant llegó a la conclusión de que nuestro conocimiento no puede extenderse más allá de la experiencia.
Límites del Conocimiento
Según Kant, los conceptos que no proceden de la experiencia y que el entendimiento produce espontáneamente tienen aplicación exclusivamente en el ámbito utilizado por el entendimiento para unificar datos sensibles. Bajo la influencia del racionalismo y el empirismo de Hume, Kant afirmó que:
- El entendimiento posee conceptos que no derivan de la experiencia.
- El entendimiento los utiliza para conocer los objetos de la experiencia unificando las impresiones sensibles que solo tenemos a través de la experiencia.
- Los conceptos del entendimiento no pueden ser legítimamente utilizados para referirse a algo de lo que no tenemos experiencia.
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