22 Sep
La Literatura de Posguerra en España
Poesía de Posguerra
Tras la Guerra Civil Española, la literatura, y en especial la poesía, reflejó las profundas cicatrices del conflicto. Todos los poetas participaron activamente en la guerra, defendiendo sus ideales, la mayoría apoyando a la República.
Si hay que destacar un nombre, ese es el de Miguel Hernández. Un poeta que se desarrolló entre la Generación del 27 y la poesía de posguerra, actuando como puente entre ambas. Su primera etapa comienza con Perito en Lunas y en 1936 publica El Rayo que no Cesa, un libro fundamental que contiene poemas que expresan el sufrimiento del amor no correspondido a través de imágenes surrealistas y símbolos.
Durante la guerra, pone su pluma al servicio de la República e inicia su segunda etapa con obras como Viento del Pueblo y El Hombre Acecha, expresando los horrores de la guerra. Cuando es encarcelado, compone los poemas de su última etapa, reunidos en Cancionero y Romancero de Ausencias, donde narra las penurias de la cárcel y las ausencias de su mujer e hijo. Los temas que trata son el amor, la muerte, la ausencia, etc.
Poesía de los 40
La poesía de los años 40 pierde a muchos poetas debido a la cárcel, la muerte o el exilio. En España podemos diferenciar dos grupos:
- Los arraigados: Influenciados por los sublevados, como Leopoldo Panero, Luis Rosales o Vivanco. Sus obras poéticas presentan una España idealizada y utilizan un lenguaje clásico, inspirados por los poetas del Siglo de Oro. Tratan temas clásicos.
- Los desarraigados: Los republicanos, cuyos medios de difusión son las revistas Espadaña e Ínsula. Destacan Aleixandre, Alonso, Celaya y sobre todo Blas de Otero; autores en cuyas obras recogen la corriente existencialista de la soledad del hombre en el mundo. Blas de Otero trata el tema religioso en obras como Ángel Fieramente Humano.
Poesía Social de los 50
La década de los 50 viene marcada por la influencia de Sartre. La poesía debía estar comprometida con la causa social y denunciar las injusticias. Por ese motivo, en esta década se pasa a la poesía social.
En ella, los temas principales son la preocupación por España y la denuncia de la situación de los hombres. Blas de Otero publica Pido la Paz y la Palabra, En Castellano y Que Trata de España, con temática social e histórica donde aparece la esperanza y deseos de paz y convivencia. Ya en su última etapa, podemos apreciar una temática más íntima.
Generación del Medio Siglo (años 60)
En la década de los 60 aparece la Generación del Medio Siglo, que deja a un lado la poesía social. Se caracteriza por:
- La vuelta a lo íntimo, como reflejaba Blas de Otero en su última etapa.
- El amor como tema principal.
- El uso de la ironía y el humor para la crítica social.
- Un lenguaje personal.
Destaca por encima de todos Jaime Gil de Biedma, cuyo tema principal es el paso del tiempo, al que se le vinculan los recuerdos y el amor. Destacan obras como Compañeros de Viaje, Moralidades y Poemas Póstumos. La voz poética se dirige con frecuencia a un «tú» o a un «vosotros», construyendo diálogos con el lector.
La Literatura Hispanoamericana del Siglo XX
En el siglo XX, en Hispanoamérica se produce una gran explosión literaria, como se refleja en los Premios Nobel y en los Premios Cervantes. La narrativa hispanoamericana sufre un proceso de americanización y vanguardismo desde principios de siglo.
El Boom Latinoamericano (1940-1960)
Entre 1940 y 1960 se produce una profunda renovación. La década de los 40 es el periodo de gran esplendor de la cultura latina debido al exilio de los republicanos españoles y, con la Segunda Guerra Mundial, muchos escritores europeos hicieron lo mismo. Esto da lugar a una mezcla de culturas.
En este marco socio-cultural se produce una renovación de la narrativa hispana, dando lugar al Realismo Mágico.
Algunos autores destacados de esta época son:
- Jorge Luis Borges: Destacan sus biografías imaginarias como Ficciones (1944) y El Aleph (1949). Sus obras tratan asuntos filosóficos desde posiciones escépticas. El tiempo es otro de sus temas más recurrentes, junto con la vejez y la muerte.
- Miguel Ángel Asturias: Procedente del mundo rural, en París se sumerge en el mundo surrealista. Su primera obra fue Leyendas de Guatemala. El Señor Presidente es una novela de dictador que recrea la dictadura de Estrada Cabrera en Guatemala.
- Alejo Carpentier: Su formación está influenciada por la antropología cubana y el surrealismo parisino. Los Pasos Perdidos está considerada la novela clave de Iberoamérica. También destacan otras obras como El Siglo de las Luces, El Recurso del Método y La Consagración de la Primavera.
Continuidad y Consolidación
La renovación de la década de los 40 tendrá continuidad en las siguientes décadas, en las obras de un excelente grupo de autores:
- Julio Cortázar: Con Rayuela, su obra más compleja y elaborada, además de Bestiario y Los Premios.
- Juan Rulfo: Uno de los mayores renovadores de la narrativa hispanoamericana en el siglo XX. Escribió Pedro Páramo, novela corta donde se cuenta la historia de Juan Preciado, quien se dirige a Comala en busca de su padre, el cacique local. Rulfo nos presenta la soledad y el desarraigo del hombre y nos hace reflexionar sobre su existencia.
- Gabriel García Márquez: El escritor más famoso y leído de la narrativa hispanoamericana. Destacan obras como El Coronel no Tiene Quien le Escriba y Cien Años de Soledad, que narra los avatares de la familia Buendía a lo largo de 100 años; Crónica de una Muerte Anunciada, que trata el tema de una venganza familiar; y El Amor en los Tiempos del Cólera.
- Mario Vargas Llosa: Destacan La Ciudad y los Perros, Conversación en la Catedral, Pantaleón y las Visitadoras y La Fiesta del Chivo.
En esta época también destacan otros autores como Juan Carlos Onetti, Ernesto Sabato, Augusto Roa Bastos y Carlos Fuentes.
Después del Boom
Después de su época de esplendor, la narrativa hispanoamericana ha continuado su actividad, donde el tema principal sigue siendo Hispanoamérica, pero ha ido remitiendo en el experimentalismo formal.
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