30 Ago
La Novela
La Novela de los Años 30
La novela de los años 30 (como la poesía) habla tendido hacia la rehumanización y el compromiso social.
La Novela de la Posguerra
En 1939 el panorama cultural es desolador; muchos autores se han exiliado y la literatura se encuentra determinada por la presión de la censura.
La Década de 1940
En la década de 1940 hay casos excepcionales como Torrente Ballester, Camilo José Cela, Carmen Laforet y Miguel Delibes, que encarnan dos tendencias narrativas:
- Novela Existencial: la desorientación, la hostilidad de la vida y la angustia vital.
- 1944 Nada de Carmen Laforet (Premio Nadal)
- 1947 La sombra del ciprés es alargada, Miguel Delibes.
- El Tremendismo: deja al descubierto los aspectos más desagradables y brutales de la realidad.
- 1942 La familia de Pascual Duarte. Camilo José Cela.
La Década de los 50: El Realismo Social
En los años 50, España empieza a salir del aislamiento y a manifestar actitudes críticas. La colmena de Cela, en 1951, es un precedente de la novela social. Dos tendencias:
- El Neorrealismo: se centra en los problemas sociales. Autores como Ana María Matute, Ignacio Aldecoa, Rafael Sánchez Ferlosio (El fulgor y la sangre, 1955) y El Jarama (1956), y Carmen Martín Gaite (Entre visillos y El cuarto de atrás).
- Novela Social: aborda los problemas de los grupos sociales. Autores como Jesús Fernández Santos (Los bravos), Jesús López Pacheco (Central eléctrica), Juan García Hortelano (Nuevas amistades, Tormenta de verano) y Armando López Salinas (La mina).
El tema de la novela es la propia sociedad española: la dureza de la vida en el campo, las dificultades de la transformación de los campesinos en trabajadores industriales; la explotación del proletariado y la banalidad de la vida burguesa. El estilo de la novela realista es sencillo.
La Novela de los Años 60: Entre la Preocupación Social y el Experimentalismo
Durante la década de los 60 se detecta un cierto agotamiento del realismo social y una clara evolución hacia la experimentación y la renovación. Ejemplo de ello es Tiempo de silencio de Luis Martín Santos.
La Poesía: El Grupo Poético del 27
El Grupo Poético del 27, compuesto por diez destacados poetas, se caracteriza por su admiración a Góngora y su habilidad para combinar lo intelectual y lo sentimental en sus obras. Destacan Pedro Salinas, Jorge Guillén, Federico García Lorca, Luis Cernuda entre otros. Su poesía refleja un equilibrio entre opuestos, como lo estético y lo humano, lo minoritario y lo mayoritario. Se distinguen tres etapas en su evolución:
- Inicios hasta 1927: Libro de poemas de Lorca.
- Plenitud desde 1927 hasta 1936: Romancero Gitano de Lorca.
- Con la aparición del surrealismo y disgregación tras la Guerra Civil: se aprecia una poesía con carácter testimonial.
Poetas del 27
Federico García Lorca
Uno de los más reconocidos del grupo, abordó diversas temáticas y estilos en su poesía, desde la neopopular hasta el surrealismo. Presenta las siguientes etapas:
- Primera etapa: Libro de poemas, Canciones y Poemas del cante jondo y Romancero Gitano.
- Segunda etapa: Poeta en Nueva York.
Luis Cernuda
Otro miembro destacado, exploró la pasión amorosa, la soledad y la reflexión sobre el paso del tiempo en su obra. Principales obras: Los placeres prohibidos y Donde habite el olvido.
Rafael Alberti
- Comienzos neopopularistas: Marinero en tierra.
- Barroquismo y vanguardia: Cal y canto.
- Surrealismo: Sobre los ángeles.
- Poesía comprometida: Poeta en la calle.
Vicente Aleixandre
- Poesía anterior a la Guerra Civil: Etapas como La destrucción o el amor.
- Poesía de las primeras épocas de posguerra: Sombra del paraíso.
- Poesía de senectud: Poemas de la consumación.
Pedro Salinas
Tema central de su poesía es el amor: La voz a ti debida, Razón de amor y Largo lamento. Su último libro Confianza.
Jorge Guillén
Es el máximo representante de la poesía pura. Sus dos obras mayores son Cántico y Clamor.
Gerardo Diego
- Poesía de la creación: Imagen y Manual de espumas.
- Poesía de expresión o poesía tradicional: El romancero de la novia, Versos humanos y Alondra de verdad.
Dámaso Alonso
Principal crítico de la Generación del 27. Su mejor obra, sin duda, es Hijos de la ira.
El Teatro
A finales del siglo XIX las obras más representadas eran las llamadas de «alta comedia» de José de Echegaray. En el primer tercio del siglo XX destacan:
- La comedia burguesa.
- El sainete.
- El teatro poético y simbólico.
Teatro Comercial
- La comedia burguesa de Jacinto Benavente: Ambientes cotidianos. Supone una crítica amable de los ideales burgueses. Su obra más valorada, Los intereses creados.
- El teatro en verso: Arte verbal modernista. Francisco Villaespesa con Aben Humeya y La leona de Castilla. Eduardo Marquina, Las hijas del Cid. Manuel y Antonio Machado: Juan de Mañara o La Lola se va a los puertos.
- Teatro cómico: Los hermanos Álvarez Quintero presentan una Andalucía superficial: El ojito derecho o Las de Caín. Carlos Arniches: “tragedia grotesca” La señorita de Trevélez y Pedro Muñoz Seca: La venganza de Don Mendo.
Ramón María del Valle-Inclán: Teatro en Libertad
Pasa de un modernismo elegante y nostálgico a una literatura crítica. El ‘esperpento’ se divide en ciclos:
- El mito: Comedias bárbaras, Divinas palabras.
- La farsa: La marquesa Rosalinda.
- El esperpento: Luces de bohemia, Martes de Carnaval.
El esperpento presenta los hechos de una manera exagerada y burlesca.
El Teatro de la Generación del 27
Autores como Pedro Salinas (El dictador), Rafael Alberti (El adefesio), Miguel Hernández (El labrador de más aire), La dama del alba de Alejandro Casona y Max Aub.
Federico García Lorca
- Primeras piezas teatrales: El maleficio de la mariposa, La zapatera prodigiosa y Amor de Don Perlimplín con Belisa en su jardín.
- Teatro vanguardista: El público.
- La etapa de plenitud: Bodas de sangre, Yerma, Doña Rosita la soltera o El lenguaje de las flores y La casa de Bernarda Alba.
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