30 Jun

La Teoría del Contrato Social

La teoría del contrato social afirma que la sociedad no es natural, sino una creación artificial, como pensaban los sofistas. Para entender el origen de la organización social, debemos imaginarnos cómo vivían los seres humanos antes de que existiera la sociedad. Las personas en estado de naturaleza vivían aisladas unas de otras. Establecieron un pacto para crear la sociedad y disfrutar de las ventajas que la vida en común les podía proporcionar.

El Pacto Social como Hipótesis

Según la teoría del contrato social, la sociedad no es natural, sino producto de un acuerdo. El pacto social permitió a los seres humanos abandonar el estado de naturaleza y fundar la vida en común. El pacto social del que hablan los defensores de la teoría contractualista no debe interpretarse como una situación real que haya tenido lugar en algún momento histórico concreto.

El Contractualismo de la Edad Moderna

Thomas Hobbes consideraba que el ser humano en estado de naturaleza es egoísta y vive en guerra con los demás hombres por su supervivencia. La vida es breve, solitaria. Surgió la necesidad de superar esta situación mediante un acuerdo que garantizase la paz y la tranquilidad de las personas. Según Hobbes, el pacto social fue posible cuando todos los individuos renunciaron a la guerra de unos contra otros y aceptaron someterse a un único poder supremo. Este poder supremo es lo que caracteriza al soberano, que es quien crea las leyes y las hace cumplir. El soberano está por encima de las leyes porque él es quien posee el poder absoluto. Por eso esta propuesta política justifica la legitimidad de la monarquía absoluta.

Locke pensaba que el contrato social permitió crear una comunidad para proteger la libertad. Locke piensa que el poder del gobernante no es absoluto porque nadie, ni siquiera el rey, debe estar por encima de la ley. La teoría de Locke permite de este modo justificar la legitimidad de una monarquía parlamentaria, en la que el poder del rey esté controlado por los representantes del pueblo.

Rousseau pensaba que el ser humano en su estado de naturaleza era bondadoso y feliz. Con la creación de la sociedad apareció la propiedad privada, que hizo surgir la envidia y la codicia, y que originó el enfrentamiento entre los seres humanos. La teoría de Rousseau sirve para fundamentar la legitimidad de un sistema político democrático, en el que la soberanía esté en manos del pueblo.

Kant pensaba que los hombres tienen por un lado una sociabilidad natural, pero por otro una tendencia al egoísmo y el enfrentamiento. libertad individual.

Los Derechos de los Ciudadanos

Desde su aparición a finales del siglo XVIII, las democracias modernas siempre han tenido en cuenta la importancia de los derechos individuales. Estos derechos quedaron recogidos en la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, proclamada en 1789. Desde entonces, las democracias modernas se han caracterizado por reconocer que todos los ciudadanos tenemos unos derechos básicos que nadie nos puede arrebatar. Un derecho es algo que nos corresponde por el simple hecho de ser personas y que, por esa misma razón, podemos exigir.

Algunos de nuestros derechos más importantes son el derecho a la vida, el derecho a la libertad. Todos los seres humanos tenemos la misma dignidad y por eso todos debemos ser tratados con respeto. Estos derechos son universales, porque se aplican a todas las personas por igual, sin importar nuestras particularidades individuales. También son inalienables, porque no podemos renunciar a ellos ni cedérselos a nadie. Además, son imprescriptibles, lo que significa que nunca desaparecen ni caducan, e inviolables, porque nadie puede quitárnoslos.

El reconocimiento definitivo de estos derechos se produjo en 1948, cuando la Organización de Naciones Unidas los recogió en la Declaración Universal de Derechos Humanos.

Los Derechos no Siempre se Respetan

Aunque todas las personas tenemos los mismos derechos, lo cierto es que hay muchos lugares en los que estos derechos no siempre son respetados. De todos los derechos, el más importante es el derecho a la vida y a la seguridad personal. Sin embargo, hay quienes ni siquiera tienen garantizados estos derechos tan elementales. Para combatir esta situación se han creado diversas organizaciones internacionales que se encargan de defender los derechos humanos y de ayudar a la población en situaciones difíciles. Muchas de estas organizaciones dependen de la Organización de Naciones Unidas.

Por otra parte, existen diferentes órganos de defensa y protección de los derechos humanos a los que podemos acudir los ciudadanos. En nuestro país, los derechos humanos están protegidos por la Constitución y la ley ampara a cualquiera que denuncie su violación. Cuando es preciso acudir a un nivel superior, se puede recurrir al Tribunal Europeo de Derechos Humanos. A nivel mundial existe también una Corte Penal Internacional, en la que se pueden denunciar las más graves violaciones de los derechos humanos.

¿Tiene Algún Sentido la Historia?

Los cristianos afirman que el tiempo tuvo un comienzo y tendrá un final. Para el pensamiento cristiano, el inicio del tiempo se produjo cuando Dios creó el universo, y su consumación coincidirá con el fin del mundo y el Juicio Final.

El Sentido Escatológico de la Historia en Agustín de Hipona

Agustín de Hipona se basó en la concepción lineal del tiempo propia del cristianismo. Hipona cree que esa serie aparentemente caótica (guerras, conquistas) en realidad responde a un plan sabiamente trazado por Dios. Desde ese punto de vista, la historia de la humanidad puede interpretarse como una lucha continua entre dos grupos de personas.

La»Ciudad celest», está formado por quienes siguen a Dios dejando en un segundo plano sus intereses personales. La»Ciudad terrena», comprende a quienes anteponen sus intereses materiales y egoístas a los mandamientos divinos. Estas dos»ciudade» se han estado enfrentando a lo largo de toda la historia. Agustín de Hipona creía que la historia de la humanidad tenía un sentido escatológico que culminaría con el triunfo de los seguidores de Dios.

La Filosofía de la Historia en Hegel

Hegel creía que la verdadera realidad no era material, sino que estaba constituida por el Espíritu. Todo lo que existe procede del Espíritu, pero este no se manifiesta de manera clara y directa, sino que lo hace mediante un proceso de desarrollo en el tiempo. Hegel creía que el Espíritu se manifiesta objetivándose en realizaciones concretas como el arte, el derecho o la filosofía. Para Hegel, aunque estas creaciones han sido elaboradas por los seres humanos, en realidad su verdadero autor es el Espíritu.

El Sentido de la Historia según Marx

Según Marx, para entender la historia no debemos fijarnos en el Espíritu, sino en las condiciones materiales de vida en las que se desarrolla la existencia concreta de los individuos. Para analizar el desarrollo histórico, lo primero que debemos comprender es cómo las personas se procuran lo que necesitan para vivir. Así nos daremos cuenta de que no todos los individuos se encuentran en la misma posición social. En todo momento histórico podemos distinguir grupos privilegiados que oprimen a otros grupos que están sometidos a ellos. La lucha entre estos grupos, que se denominan clases sociales, es la clave que nos permite interpretar cómo ha evolucionado la historia a lo largo del tiempo.

A lo largo del tiempo esta lucha de clases ha atravesado diversas fases. Finalizará la lucha de clases y se alcanzará la etapa final de la historia, con una sociedad más justa y equilibrada.

Los Múltiples Rasgos de lo Humano

A pesar de las múltiples teorías que se han propuesto para explicar lo que son los seres humanos. La filosofía aún continúa buscando aquello que nos hace esencialmente humanos. Los pensadores han prestado especial atención a algunos rasgos concretos de las personas (racionalidad, trabajo). Existen también teorías alternativas que han propuesto otros rasgos distintos para identificar el origen de la singularidad humana.

Algunos filósofos han considerado que lo que nos hace humanos es nuestra capacidad para crear y disfrutar del arte. Las personas, a diferencia de los animales, somos capaces de apreciar una dimensión de la realidad que va más allá de lo útil o lo provechoso. Los seres humanos somos únicos porque valoramos la belleza, la armonía de las formas y la originalidad creativa. Los seres humanos somos los únicos animales capaces de emocionarnos estéticamente. La capacidad artística es un rasgo esencial de lo humano.

También hay pensadores que se han fijado en la risa. Otros han señalado la importancia del juego, en la música, empat

ía de ponernos en el lugar del otro, duelo… La disolución del sujeto los pensadores han mostrado a lo largo de la historia un gran interés por aclarar en qué consiste la esencia de lo humano. Esto puede hacernos pensar que el tema del ser humano constituye un motivo de reflexión universal y eterno. Para Foucault, el interés por el ser humano está ligado a una época y a una cultura muy concretas. Ciertamente, la filosofía se ha ocupado también de los seres humanos en épocas anteriores. Lo que Foucault dice es que las obras de los autores antiguos se interesan por las personas, pero no tratan sobre «el ser humano». El concepto ser humano es una generalización que aparece cuando los modernos Estados europeos comienzan a desarrollarse. En ese momento surgen técnicas para gestionar y controlar la sociedad, con las que emergen los conceptos de sujeto o ser humano. 

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