25 Sep

La Guerra Civil tuvo un efecto devastador , rompiendo con la literatura anterior. Las consecuencias sociales y políticas influirán en la labor literaria de la posguerra y la creación novelesca se ve condicionada por varios factores: -Una fuerte censura que impide afrontar de forma directa determinados temas políticos o sociales. -La autocensura que se imponen ciertos novelistas para impedir la prohibición de sus obras -La falta de referentes literarios. También pesaba la prohibición sobre determinados escritores; Kafka, Galdós, que impedía a los jóvenes a conocer las últimas técnicas narrativas. Con la muerte de Franco, la novela se convertirá en el género más popular.

1 LOS NOVELISTAS EN EL EXILIO


Los escritores exiliados tras la guerra, tienen aspectos en común: Rememoración del conflicto bélico y recuerdo doloroso de España
-Ramón J. Sender( Réquiem por un campesino español
1953), el más conocido. Sus novelas tienen gran agilidad narrativa y presentan una consistente uníón argumental.
-Max Aub, El laberinto mágico, integrado por seis novelas, analiza la Guerra Civil.
-Francisco Ayala, autor de relatos innovadores como Cazador al alba, Los usurpadores y La cabeza del cordero.
-Manuel Andújar, exiliado en México, escribíó ocho novelas bajo el título Lares y penares.

-Rosa Chacel (Memorias de Leticia Valle y Barrio de la Maravillas)
, caracterizada por elaborar obras con gran cuidado estético y contenido intelectual.

2 LA NOVELA DE LA POSGUERRA (40)

Los autores del nuevo régimen se destinaron a la producción propagandística. Se instituyó una dura censura que vigilaba la heterodoxia política y la traición católica.
Nada (1945) de Carmen Laforet, revela una visión oscura y violenta de la sociedad española, que junto a La familia de Pascual Duarte (1942), de Camilo José Cela, marcará la tendencia a seguir.   La novela de Cela acuñó el término Tremendismo, obras escritas en un lenguaje Barroco con personajes bárbaros y marginales. También destacó Miguel Delibes con La sombra del ciprés es alargada. 

3 LA NOVELA SOCIAL (50)

En los años 50 aparece una nueva generación de escritores, que desarrollan un nuevo tipo de novela siguiendo las ideas de Sastre. Los intelectuales y universitarios adoptan posiciones muy críticas hacia el régimen y las injusticias sociales. El Realismo social en España se divide en:
-La novela histórica objetivista, que considera el comportamiento humano como una respuesta a estímulos externos; algunas técnicas narrativas muy usadas son: –

La reducción al mínimo de la presencia del autor


-Limitación del protagonismo de los personajes

Ejemplos son:

La colmena (1951)

de Camilo José Cela, donde retrata el Madrid corrupto de la posguerra, o El Jarama de Rafael Sánchez Ferlosio. –

Disolución del argumento en una serie de anécdotas


-Sencillez estilística


El tema básico es la sociedad española del momento que aborda varios subtemas:              – El mundo rural, donde residía mucha población española.
La zanja de Alfonso Grosso.

-La clase obrera, denuncia la situación de trabajadores, Central eléctrica de J. López Pacheco           -La burguésía, retrato de jóvenes alineados en familias acomodadas. Destacan Juegos de manos de Juan Goytisolo.


-El Realismo crítico se utilizan personajes representativos de una clase social que sirve de ejemplo para los conflictos de su clase.

No podemos olvidar a Miguel Delibes, cuya obra, se convirtió en una defensa de la dignidad humana contra la opresión. Destacamos su trilogía El camino, Las ratas y Los santos inocentes.

También destacan en esta etapa autores como J. Fdez. Santos con Los bravos, Ignacio Aldecoa con El fulgor y la sangre, y C. Martín Gaite con Entre visillos.

4 LA NOVELA D-E LOS AÑOS 60 Y PRIMERA MITAD DE LOS 70


Factores como la industrialización o la irrupción de la novela hispanoamericana provocaron una renovación de las tendencias narrativas. Carácterísticas:   -Creación de novelas llamadas abiertas en la que el autor debe asumir un papel activo.   -Punto de vista múltiple (perspectivismo)    -Limitación de la importancia del argumento.   -Estructura compleja, saltos temporales, desorden cronológico.   -Monólogos interiores donde los personajes expresan libremente sus pensamientos.   -Estilo claro exacto y sencillo.

Luís Martín-Santos con Tiempo en silencio (1962)
marcó este cambio en la forma de narrar.         En 1966 se consolida el cambio con: Juan Goytisolo con Señas de identidad, y Miguel Delibes con Cinco horas con Mario. Destacan también Vázquez Montalbán con Asesinato en el comité central, Juan Marsé con Últimas tardes con Teresa, y Torrente Ballester con La saga-fuga de J.B.

LA NARRATIVA DESDE LOS AÑOS 70 HASTA NUESTROS DÍAS


La muerte de Franco y como consecuencia la desaparición de la censura, permitíó un mejor conocimiento de la literatura española.

De manera general, los objetivos comunes de los novelistas de los últimos años son  -Alejamiento del experimentalismo.

-Vuelta al interés por la anécdota.    Los autores luchan contra la complejidad experimental (Realismo renovado). Obra clave será La verdad sobre el caso Savolta (1975) de Eduardo Mendoza. Se vuelve a la concepción clásica.

Dos de los aspectos más significativos de la novela española en los últimos treinta años:   -El carácter aglutinador  -La individualidad, eligiendo cada novelista la orientación que le resulte más adecuada para alcanzar un estilo propio.          Nuevos escritores dados a conocer tras el franquismo: La obra de Javier Marías (destaca Corazón tan blanco)
Se caracteriza por la presencia de temas obsesivos como la reflexión sobre el tiempo. En la narrativa Antonio Muñoz Molina, con Invierno en Lisboa, combina el rigor en la construcción del relato y la intención de elaborar un argumento atractivo para el lector.

Últimas tendencias       -Novela policíaca, Carlos Ruiz Zafón (La sombra del viento)
-Novela histórica, Arturo Pérez Reverté (La saga del capitán Alatriste y El club Dumas)
-Metanovela, Luís Landero (Juegos de la edad Tardía)
-Novela  de la reflexión íntima, Juan José Millás (El desorden de tu nombre)          
La mujer adquiere cada vez más importancia en la narrativa con Almudena Grandes (Los aires difíciles)
O Rosa Montero.

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