30 Jun

Tema 5. LA POESÍA ESPAÑOLA A PARTIR DE 1936 (HASTA 1975)

1. CONTEXTO HISTÓRICO

Acabada la guerra civil en 1939, el panorama es desolador. García Lorca y Machado han muerto. Salinas, Cernuda, Guillén y Alberti se exilian. Miguel Hernández morirá en la cárcel en 1942. Los poetas exiliados, entre ellos Juan Ramón Jiménez, Prados, Altolaguirre o Garfias, emigran en su mayoría a América. En España, mientras unos se muestran a favor del nuevo régimen y otros escriben a espaldas de la dictadura, Miguel Hernández muere en la cárcel. Su figura es el enlace entre la generación del 27, con quien está unido por lazos de amistad, y la del 36.

2. LA GENERACIÓN DEL 36

La mayoría de sus miembros nace en torno a 1910 y se da a conocer en la década de la República. El rasgo principal de su poesía es la rehumanización: vuelven a dar valor al sentimiento y la intimidad y no pocos de ellos redescubren el mundo religioso. Es tradicional dividir esta generación, siguiendo a Dámaso Alonso, en poesía arraigada y poesía desarraigada. 

Para los poetas de la vertiente arraigada, la vida tiene sentido. Su poesía también tendrá ciertas dosis de angustia y dolor, pero para ellos este dolor tiene sentido y su expresión será serena. El tono de sus versos estará impregnado de un fuerte aire religioso. Los autores más destacados son Luis Rosales (La casa encendida), Dionisio Ridruejo (Sonetos a la piedra), Leopoldo Panero (Escrito a cada instante) y Luis Felipe Vivanco (Continuación de la vida).

La poesía desarraigada, por su parte, posee un enfoque existencial impregnado de ansiedad. La angustia esencial del hombre se unirá con una religiosidad en permanente conflicto, que denuncia duramente ante Dios las injusticias y el dolor del mundo. Los autores más destacados son Dámaso Alonso (Hijos de la ira), Vicente Aleixandre (Sombra del paraíso) y Blas de Otero (Ángel fieramente humano y Redoble de conciencia).

3. LA POESÍA SOCIAL DE LOS AÑOS 50

La poesía social concibe el arte como un instrumento para cambiar el mundo. El punto de partida fundamental es la concepción de la poesía como instrumento de solidaridad, utilizando un estilo claro, directo y comunicativo.

Los autores más destacados son:

– GABRIEL CELAYA (1911-1991). Cantos iberos (1955) es un libro plenamente comprometido, dedicado a la defensa de las capas populares y de la libertad. A este libro pertenece su célebre poema “La poesía es un arma cargada de futuro”.

– BLAS DE OTERO (1916-1979). En su etapa comprometida, tres libros son fundamentales: Pido la paz y la palabra (1955), En castellano (1959) y Que trata de España (1964). El poeta siente como suyos los problemas colectivos y reclama libertad de expresión.

– JOSÉ HIERRO (1922-2002). En Quinta del 42 (1953) gira hacia la poesía social (aquí está su célebre poema “Canto a España”). Su tono social se prolonga con libros como Cuanto sé de mí (1957) y Libro de las alucinaciones (1964). 

4. LA “GENERACIÓN DE LOS 50”: POESÍA DE LA EXPERIENCIA

Se trata de poetas nacidos alrededor de 1925. El nombre de “poesía de la experiencia” les vendrá por su anhelo en recuperar sus recuerdos de infancia y juventud, sus amistades y vivencias eróticas, el mundo cotidiano que les rodea, siempre con ironía y carga crítica.

Los autores más destacados son:

– JAIME GIL DE BIEDMA. Gil de Biedma es el mejor representante de la “poesía de la experiencia”. Asombra comprobar que logró ese puesto con solo tres obras: Compañeros de viaje (1959), Moralidades (1966) y Poemas póstumos (1968), reunidos en Las personas del verbo (1975). El paso del tiempo, el amor y los recuerdos son sus grandes temas.

– ÁNGEL GONZÁLEZ. Es un poeta que incorpora la ironía en el enfoque de lo cotidiano. Su obra más destacada es Tratado de urbanismo (1967).

– CLAUDIO RODRÍGUEZ. La poesía es, para Claudio Rodríguez, una “poesía del conocimiento”, con la que descubrir en la vida los sentidos más ricos e inesperados. Sus obras más destacadas son Don de la ebriedad (1953), Conjuros (1958) y Alianza y condena (1965).

– JOSÉ AGUSTÍN GOYTISOLO. Combina el lenguaje coloquial con una ironía punzante. Sus acentos de denuncia social se mezclan con la presentación de la propia experiencia. Sus obras más destacadas son Algo sucede (1968) y Bajo tolerancia (1973).

5. LOS AÑOS 70: LOS “NOVÍSIMOS”

Son también conocidos como generación del 68 o “Novísimos”, debido a la publicación en 1970 de Nueve novísimos poetas españoles, una antología de José María Castellet, que marcó el inicio de este grupo. Se trata de un grupo nacido después de la guerra, sin recuerdos personales de la tragedia y que atisban las primeras libertades. Rechazan la etiqueta de poesía comprometida y vuelven al espíritu de las vanguardias. 

El autor más destacado es Pere Gimferrer (1945), quien, después de tanta poesía realista, nos devuelve, con Arde el mar (1966), a la Historia, al lujo, a la cultura, a los libros. Otros autores destacados son Guillermo Carnero (Libro de horas), Leopoldo María Panero (Teoría, Last river together), Antonio Colinas (Truenos y flautas en un templo) o Ana María Moix (Call me Stone).

6. CONCLUSIÓN

Tras la poesía claramente ideológica y propagandística que se cultivó durante la guerra, se pasa, durante la década de los cuarenta, a, por un lado, una poesía de exaltación nacionalista (“poesía arraigada”) y, por el otro, una poesía angustiada y centrada en temas existenciales (“poesía desarraigada”). En la década de los cincuenta triunfa la poesía social, centrada en la denuncia de las injusticias, con grandes poetas como Blas de Otero o Gabriel Celaya. En los sesenta, lo social decae y se impone lo individual, la experiencia y la subjetividad. Los setenta, con la poesía de los Novísimos, propondrán una literatura esteticista y más abierta a la cultura de masas. A partir de 1975, año de la muerte del dictador, la diversidad será el rasgo principal

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