11 Feb
La Narrativa Española Anterior a 1936: Un Panorama Literario
El siglo XX se inicia en España con un amplio movimiento de renovación cultural y artística que tiene dos momentos significativos: la Generación de 1898 y la llamada Generación de 1914. Esta renovación alcanza particularmente al relato novelístico, al que impulsa a ensayar nuevas fórmulas. Así, propicia no solo el desarrollo de una novela de corte psicológico, sino de una novela lírica en la que predomina la expresión de la subjetividad.
A pesar del enorme éxito de algunos narradores que se ciñen a los modos clásicos del relato (Vicente Blasco Ibáñez: La barraca, Felipe Trigo: Jarrapellejos, Alejandro Sawa: Iluminaciones en la sombra), los jóvenes escritores de este período mostraron escaso interés hacia el relato tradicional de acontecimientos según un orden cronológico.
Corrientes y Autores Destacados
- Pervivencia del Realismo: Blasco Ibáñez, F. Trigo, A. Sawa.
- La Generación del 98: Baroja, Unamuno, Azorín, Valle-Inclán.
- La Generación de 1914 (Novecentistas): Miró, Pérez de Ayala.
- Narradores de la Generación del 27: Ayala, Gómez de la Serna.
- El realismo social de los años 30: Sender.
La Ruptura del Relato Tradicional
La ruptura del relato tradicional se logra mediante una gran variedad de procedimientos estructurales y estilísticos más o menos innovadores:
- Multiplicación de puntos de vista.
- Digresiones intelectualistas.
- Preciosismo lingüístico que viene a revelar al narrador en detrimento del mundo narrado.
Los Novelistas del 98
Los novelistas de la Generación del 98 acabaron dando a sus novelas unos rasgos comunes:
- Todas ellas se suelen organizar en torno a un personaje central, que representa las ideas y preocupaciones del autor.
- El interés no está en la acción externa ―como en el Realismo―, sino en las discusiones y conversaciones de los personajes (en definitiva, se puede hablar de un argumento-pretexto, ya que se trata de novelas que se acercan al ensayo).
- La realidad de estas novelas se describe a través de la sensibilidad del personaje central.
- Estilísticamente son novelas en las que el diálogo es una técnica muy utilizada, porque permite al autor exponer sus pensamientos.
Las técnicas renovadoras se observan ya en las cuatro grandes novelas de 1902: Camino de perfección (Baroja), Amor y pedagogía (Unamuno), La voluntad (Azorín) y Sonata de otoño (Valle-Inclán).
Autores Clave de la Generación del 98
- Miguel de Unamuno (1864-1936): Destacó por sus “nivolas”, novelas en las que dominan los diálogos y los monólogos interiores del personaje principal. En ellos el autor introduce sus preocupaciones relacionadas con el tema de España, el sentido de la vida, la inmortalidad y la existencia de Dios (Niebla, San Manuel Bueno, mártir).
- Azorín (1873-1967): Centra su obra en los pueblos, gentes y paisajes de Castilla. En sus novelas no importa la acción, sino la descripción de ambientes. El lenguaje es sencillo y muy preciso, aunque algo arcaico (La voluntad, Las confesiones de un pequeño filósofo, Castilla).
- Valle-Inclán (1866-1936): Tiene dos etapas de producción. La primera, su etapa modernista (Las Sonatas, en las que se recogen las aventuras y amores del marqués de Bradomín). La segunda etapa responde al “esperpento” y se caracteriza por la continua deformación de la realidad y la ridiculización de los propios personajes (Tirano Banderas o El ruedo ibérico).
- Pío Baroja (1872-1956): Es el más destacado de los escritores del 98. Fue un hombre pesimista que no creía ni en el individuo ni en Dios.
Pío Baroja: Características de su Obra
Sus novelas suelen responder a una serie de características fijas:
- Espontaneidad: Se ha dicho de su obra que es antirretórica.
- Observación crítica de la realidad.
- Sus novelas se pueden clasificar en dos grandes tipos: novela aprendizaje (obras en las que se cuenta cómo un personaje aprende a vivir) y novelas filosóficas (historias en las que se narra la evolución ideológica consciente del héroe o heroína).
- Trama única con un personaje central y una serie de personajes satélites que subrayan aspectos de la vida del héroe y clarifican la personalidad y el modo de pensar de aquél mediante conversaciones o por contraste.
- Sus obras avanzan con un tiempo lento.
- Estilo: Baroja tiende al párrafo breve y la frase corta, ya que persigue la nitidez, la claridad y la precisión. Las descripciones son rápidas, siguiendo la técnica impresionista (mediante breves pinceladas el autor presenta ante el lector aquello que le interesa).
- Por último, es preciso decir que no faltan quienes han visto ciertos defectos en sus obras. Entre ellos, suele aludirse a la concepción que Baroja tiene de la novela como un «saco en el que cabe todo».
Sus obras más importantes son El árbol de la ciencia, Las inquietudes de Shanti Andía, Zalacaín el aventurero, La busca…
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