09 Jul
Características Generales
La oposición al franquismo se desarrolló tanto en el interior de España como en el exterior, con los gobiernos republicanos en el exilio. Esta oposición se manifestó en tres ámbitos principales: armado, político y social. El principal protagonista de la oposición fue el Partido Comunista de España (PCE).
Evolución
Década de 1940
La oposición armada del maquis fracasó debido a la fuerte represión ejercida, especialmente por la Guardia Civil. La oposición política, por su parte, se fortaleció en el contexto de aislamiento del franquismo al finalizar la Segunda Guerra Mundial, con dos manifestaciones principales:
- Manifiesto de Lausana de Don Juan de Borbón: Reivindicaba la recuperación de la monarquía democrática para la reconciliación y el fin del aislamiento.
- Reorganización de la oposición republicana en el exilio: Buscaban influir en la ONU y conseguir la condena internacional del franquismo.
Décadas de 1950 y 1960
En este periodo, la oposición social adquiere un papel relevante mediante la creación de organizaciones sociales antifranquistas y la infiltración de ideología democrática y comunista en instituciones ya existentes.
- Nacimiento de Comisiones Obreras (CC.OO): Un movimiento sindical clandestino, democrático e independiente. En su desarrollo fue decisivo el éxito de la huelga general minera asturiana (1962).
- Formación de sindicatos estudiantiles: Rechazaban el Sindicato Español Universitario (SEU) del Frente de Juventudes, a partir de la huelga universitaria de 1956.
En el ámbito político, destaca la Reunión de Múnich (1962), impulsada por Salvador de Madariaga. Aunque el franquismo la descalificó como «contubernio» y reprimió a los participantes del interior, tuvo gran trascendencia por ser un primer paso hacia la reconciliación nacional y abrir la vía del consenso político, además de reavivar en Europa el antifranquismo.
Años 70
La oposición social se intensifica, sumándose al movimiento sindical y estudiantil el distanciamiento de la Iglesia.
La oposición armada resurge en contextos urbanos. Destaca ETA, organización marxista e independentista vasca, cuya ofensiva terrorista culmina con el asesinato de Carrero Blanco. El franquismo responde con los «Procesos de Burgos» (condenas a muerte por consejos de guerra) que provocan el rechazo internacional.
La oposición política se renueva y coordina. Destacan la apuesta democrática del PCE liderado por Santiago Carrillo y la renovación del PSOE con dirigentes del interior, como Felipe González, quien se convierte en secretario general. También se potencia la coordinación de fuerzas antifranquistas que culmina en la unitaria «Coordinadora Democrática» (una sola coordinadora de todas las fuerzas antifranquistas), ya en la Transición.
En esta etapa, que abarca las décadas de 1960 y 1970, el desarrollo económico impulsa una transformación sociocultural que choca con el inmovilismo del régimen, acelerando su disolución.
Los Años 60
Cobran importancia los tecnócratas: dirigentes que priorizan la eficacia técnica económica frente a la ideología. Buscan el crecimiento económico y una mínima evolución de la dictadura, que se concreta en:
- La Ley Orgánica del Estado (LOE) define el estado como una democracia orgánica y admite la elección directa de los procuradores del «tercio familiar» de las Cortes.
- Suavización de la dictadura con la Ley de Prensa de Fraga, la formación del Tribunal de Orden Público (TOP) y mayor libertad en las elecciones a representantes sindicales obreros.
- Se establecen las bases del estado del bienestar y se impulsa la educación con la Ley General de Educación.
- Franco nombra a su sucesor, Juan Carlos de Borbón, quien asume el título de Príncipe de Asturias.
A nivel internacional, el franquismo solicitó la admisión de España en la Comunidad Económica Europea (CEE), siendo rechazada por su carácter no democrático.
Los Años 70
El final del franquismo se acelera por razones internas e internacionales. Entre las primeras destacan la ancianidad y enfermedad de Franco, el aumento de las oposiciones internas y la división de los dirigentes franquistas entre inmovilistas y reformistas.
El contexto internacional se vuelve adverso al franquismo, ya que el estallido de la crisis energética de 1973 interrumpe bruscamente el desarrollismo español, evidenciando el aislamiento internacional del régimen.
Dos figuras protagonizan este periodo:
- El almirante Carrero Blanco alcanza su máxima influencia al ser nombrado Presidente del Gobierno (1973), con el objetivo de convertirlo en el «tutor» político del rey para asegurar la pervivencia del régimen en la España postfranquista. Sin embargo, su asesinato por ETA frustra esta solución.
- Es sustituido por Carlos Arias Navarro, quien intenta unir las tendencias internas de los dirigentes en un programa de tímida apertura política, que fracasa rápidamente.
En este contexto, el 20 de noviembre de 1975 muere Franco y dos días después inicia su reinado Juan Carlos I.
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