26 Sep
1ª fase (octubre 1833 – octubre 1835)
Organización de los ejércitos. Iniciativa Carlista: establecen los términos políticos de la guerra y el escenario militar. Carlos crea una Corte y una administración para dirigir la guerra. Se centran en Bilbao, Navarra y el Maestrazgo. El carlismo intentaba tomar una ciudad importante para establecer un elemento administrativo y lograr propaganda. Esto no lo logra.
En junio de 1835 el ejército carlista contaba con 20.000-30.000 hombres, mayor que el liberal. Se producen cambios políticos en la España isabelina. El Estatuto Real entra en crisis en marzo y cae el gobierno de Martínez de la Rosa, sustituido por el Conde de Toreno, que se plantea cambiar el rumbo de la guerra carlista. Se cambió el Estado Mayor del Ejército y el máximo responsable pasó a ser Fernández de Córdoba.
Comienza el Sitio de Bilbao: el ejército cristino empieza a tomar la iniciativa y a atacar para defender la ciudad ante el intento carlista de ocuparla. Victoria liberal: Zumalacárregui muere.
En el Carlismo surge un debate entre dos facciones:
- Facción ultramontana, clerical, eclesiástica o de apostólicos del norte: Apuestan por seguir defendiendo los centros neurálgicos del norte.
- Facción castellana: Defiende sacar la guerra del norte y extenderla al sur (Andalucía y Galicia). No descartaban la negociación con los liberales.
1836: Estrategia de expediciones
Con el objetivo de llegar a Cádiz y presionar a la Regente para despejar la vía de un acuerdo a favor del sector moderado. Toreno carecía de entidad política y la Regente llamó a Mendizábal (progresista) para presidir el Gobierno. Este plantea una gran reforma de la Hacienda pública y tomar las riendas de la guerra. Guerra y Hacienda estaban relacionadas. Hizo una leva general en España de 100.000 soldados, que fue necesaria para la reforma económica y una rápida victoria en la guerra. Para movilizar recursos planteó la desamortización.
2ª fase (otoño 1835 – verano 1837)
2 grandes expediciones carlistas:
- Expedición general de Gómez (1836): llega a Cádiz.
- Expedición del pretendiente (expedición Real) (1837): llega a Madrid.
El bando isabelino fue sorprendido, la táctica de Gómez fue perfecta, apoyado por partidas carlistas. Gómez, camino del sur, entró en León y obligó a las autoridades a desplazarse a Valencia de Don Juan. Aprovisionó al ejército durante dos o tres días, con grandes fiestas. Además formó un batallón de voluntarios. Espartero atacó la retaguardia de Gómez en Éscaro (León) y le produjo grandes bajas. Desde ese momento en León no hubo más iniciativas carlistas. Don Carlos fracasó a las puertas de Madrid y fue detenido, lo que menguó su prestigio y la unidad del ejército.
2 expediciones menores:
- Facción de Sanz (noviembre de 1836): En León cayó una nevada cuando estaban levantando las partidas del norte, y Sanz atacaba desde Oviedo. Es una facción menor.
- Facción de Zariátegui: es la expedición que salió para ocupar Castilla y tomar Valladolid, apoyando la expedición del pretendiente. Está 150 días moviéndose y asolando Valladolid, con apoyo de las partidas.
Los carlistas no llegaron a crear un poder estable. Tomaron Estella, el centro de operaciones más grande que llegaron a tomar. En las ciudades, el carlismo tuvo poco apoyo para la creación de una milicia urbana. Mendizábal contribuyó al rechazo de las partidas carlistas.
Tercera fase (verano 1837 – agosto 1839) – Final de la guerra (1840)
Gran división en el carlismo y mantenimiento de su posición. En 1838 se produce la última expedición importante carlista del Conde de Negri para Castilla, que fracasó.
Maroto y Tejeiro se enfrentaron dentro del ejército carlista. Maroto mató a 6 partidarios próximos a Tejeiro. Este pulso lo ganó Maroto, uniéndosele el general Cabrera, que controlaba Morella, y el general España.
En 1839 el Príncipe Carlos abdica de la pretensión al trono español. Poco después Maroto firmó el 31 de agosto de 1839 el Convenio o Acuerdo de Vergara con el general Espartero, gran héroe de toda la primera guerra carlista.
El convenio establecía:
- Los Carlistas reconocían a Isabel II como legítima reina y heredera.
- El ejército constitucional (isabelino) reconocía y aceptaba a los oficiales carlistas.
Espartero se comprometió a modificar y mantener los fueros vascos y navarros. Estas condiciones no fueron aceptadas por Cabrera y España, que querían un reconocimiento más expreso de los fueros y mejores condiciones. Creían que podían forzar un acuerdo de matrimonio entre Isabel II y un descendiente del pretendiente.
Las Cortes dieron por terminada la guerra en el verano de 1839. Sin embargo, desde Morella (Aragón), Cabrera siguió sosteniendo la guerrilla hasta que en la primavera de 1840 Espartero cierra la guerra.
Consecuencias de la guerra
Crueldad: los efectos de las partidas y las contrapartidas afectaron al medio rural español, que quedó destruido y empobrecido, lo que generó grandes pérdidas. La brutalidad y la represión fueron terribles. Fue una guerra civil de 7 años, que dejó un rastro sombrío.
La guerra movilizó recursos internos y externos muy altos que contribuyeron a hundir el Tesoro español. Se recurrió al empréstito extranjero con prestamistas extranjeros. La Corona debía mucho. Los gastos por empréstito fueron muy duros, y las condiciones eran aún más duras. La deuda interna y externa fueron fortísimas.
El Ejército se convirtió en un factor fundamental del Estado. El Ejército llega a dar órdenes a las instituciones civiles. Surge el papel importante de la Milicia Urbana (futura Milicia Nacional), con cierta democracia en sus mandos, para la defensa de las ciudades, villas y poblaciones. Era una milicia armada que toma partido en la guerra y ello le aporta prestigio.
El apoyo social al carlismo fue limitado. Institucionalmente el apoyo es a Isabel. El ejército carlista no será muy profesional ni muy profesionalizado. La guerra fue larga y el Estado quedó en bancarrota.
2ª Guerra Carlista
El Carlismo resurge en 1846 y 1848, aunque los conflictos no terminan hasta 1849. Esto se acepta como la IIª Guerra Carlista, que se desarrolló en Cataluña. Fue una guerra de guerrillas a gran escala, conocida como Els Matiners en catalán. Tuvo el apoyo social del campesinado catalán y aragonés. Fue un movimiento campesino, que se movilizó en contra de las novedades del régimen liberal, que les eran muy dañinas. Es el caso de la fiscalidad (cobro en metálico de los impuestos). También estaban en contra del librecambismo, a lo que se les unen determinados grupos urbanos del artesanado y la industria. Además, estaban en contra de las levas de jóvenes soldados.
Hubo una intentona de casar a Isabel II con Carlos Luis de Borbón y Braganza, hijo de Carlos María Isidro. Esta idea se basó en el fusionismo propuesto por Balmes, el ideólogo del carlismo. Este enlace no se materializó. En 1846 Isabel II se casa con su primo el infante Francisco de Asís de Borbón, duque de Cádiz. A finales de 1846, Don Carlos Luis publicó un manifiesto en donde llamaba a la lucha armada, se estableció en Londres, y poco después, comenzó la Segunda Guerra Carlista o Guerra dels Matiners.
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