16 Mar
El Sistema Canovista
El gran artífice de la Restauración fue Antonio Cánovas del Castillo. El sistema canovista tenía un carácter conservador y se asentaba en un sistema parlamentario liberal, pero escasamente democrático. Los pilares sobre los que se apoyaba eran la Corona, el turnismo y el ejército.
El Turnismo
Uno de los pilares del sistema era el bipartidismo, que se basó en el turnismo pacífico. Este era la alternancia pactada en el poder entre los dos grandes partidos “del sistema”: el Liberal-Conservador (Conservador) y el Liberal-Fusionista (Liberal). El Partido Conservador, fundado en 1876 por Cánovas, representaba a la derecha (nobleza, clero y alta burguesía). El Liberal se nutrió de antiguos progresistas, demócratas y algunos republicanos. Su ideología era de centro-izquierda y su líder, Práxedes Mateo Sagasta.
Cuando las Cortes criticaban con dureza actuaciones del gobierno o existían desacuerdos internos en el partido en el gobierno, este dimitía en bloque y el monarca llamaba a gobernar al jefe del partido de la oposición, que inmediatamente en el gobierno convocaba nuevas elecciones para constituir una mayoría parlamentaria de su propio partido, que le permitiera ejercer el poder de manera estable.
El Caciquismo
Otro elemento clave fue la práctica del caciquismo, la manipulación sistemática de las elecciones, cuyos resultados controlaban los caciques, terratenientes de zonas rurales o individuos que tenían mucha influencia en los pueblos. La manipulación la hacían bien “comprando” los votos de los campesinos, bien a través de la coacción (los caciques podían dar o quitar los puestos de trabajo) o también directamente mediante la falsificación de los votos (“dar el pucherazo”). Siempre ganaba el partido que le tocaba gobernar por turnos.
Como los dos partidos del sistema (y la oligarquía que los sustentaba) estaban de acuerdo en lo esencial (defensa del capitalismo, la propiedad privada, la monarquía, el sistema político “de arriba a abajo”), ambos llevaron a cabo las prácticas caciquiles. El candidato oficial, llamado “encasillado”, sabía que tenía ganada la elección antes de que ésta se realizara.
Como resultado de toda esta corrupción, con el tiempo se iría produciendo un abismo entre la “España oficial o legal” y la “España real”, la de la miseria en que vivían millones de españoles de ínfimo nivel económico y cultural (un 60 % de analfabetos en 1900) y escasa conciencia política, creándose así el consiguiente aumento del descrédito hacia la política y los políticos por parte de la mayoría de la población. Todo ello fue denunciado por los intelectuales regeneracionistas (Joaquín Costa, Ángel Ganivet y algunos próximos a la “generación del 98” como Ortega y Gasset, Antonio Machado, Blasco Ibáñez, Pérez Galdós, Miguel de Unamuno, etc.), sin ningún éxito.
Evolución Política
El Reinado de Alfonso XII (1875-1885)
A su llegada a Madrid (enero de 1875), Alfonso XII se presentó conciliador. Sus primeras medidas se encaminaron a establecer un nuevo orden que evitase los excesos del periodo anterior: acercamiento a la iglesia, prohibición de algunos periódicos de la oposición, establecimiento de tribunales especiales para los delitos de imprenta, renovación del Ejército. Para evitar los pronunciamientos militares, el rey se convirtió en jefe supremo del Ejército.
El reinado comenzó con una hegemonía política del Partido Conservador. El marco legal de la Restauración quedó establecido en una nueva Constitución, que instauraba los principios del liberalismo doctrinario (conservador), aunque permitía introducir ciertas reformas avanzadas.
Características de la Constitución de 1876:
- Estado confesional católico. Se permiten otros credos religiosos (en privado) siempre que se ajustasen a la moral católica y con prohibición de manifestaciones públicas.
- Soberanía compartida entre las Cortes y la Corona. El Rey, además de poder ejecutivo tenía legislativo (derecho a veto, disolución Cortes, iniciativa legislativa, elección de Senadores). El rey actúa como árbitro de la vida política.
- Cortes Bicamerales: por un lado Congreso elegido por sufragio censitario, desde 1890 por sufragio universal; y por otro el Senado, elegido en parte por la Corona entre la oligarquía, en parte por un sistema indirecto entre los mayores contribuyentes y en parte por derecho propio de Grandes de España y jerarquías militar y eclesiástica.
- Una declaración de derechos, en algunos aspectos cercana a los principios de 1868, pero que para tranquilizar a los conservadores será muy restringida en las leyes ordinarias (especialmente los derechos de imprenta, asociación, reunión y expresión).
Su aprobación final tuvo lugar el 30 de junio de 1876 y estaría vigente hasta 1923. Es la constitución más longeva de toda nuestra historia (48 años de vigencia).
Durante esta etapa se puso fin a la Tercera Guerra Carlista en 1876, que trajo consigo la supresión de los fueros y las instituciones vascas, aunque continuará con su autonomía fiscal.
La Restauración heredó, junto con la guerra carlista, otra guerra en Cuba, iniciada en octubre de 1868, la Guerra de los Diez Años. El fin de la guerra carlista facilitó el fin de la guerra en Cuba con la Paz de Zanjón en 1878, que incluía una amplia amnistía, la abolición de la esclavitud y la promesa de reformas políticas y administrativas por las que Cuba tendría diputados en Cortes y cierto grado de autonomía. Estos acuerdos no se cumplieron en su totalidad provocando insurrecciones en 1879-80 y 1895-98.
La alternancia en el poder o turnismo se inició en 1881 con el partido Liberal de Sagasta. Este gobierno tomó medidas para restablecer las libertades: de expresión, de reunión y la libertad de prensa sin censura (1883). El gobierno finalizó en 1883, a causa de una doble crisis: un enfrentamiento diplomático con Francia y la sublevación militar republicana del verano de 1883, que fracasó y fue reprimida.
La última etapa del reinado de Alfonso XII dio el gobierno a Cánovas, quien tuvo que afrontar un conflicto diplomático con Alemania por las islas Carolinas y una epidemia de cólera en 1885. En 1885 murió el rey, estando su esposa María Cristina de Habsburgo embarazada. El hijo póstumo, futuro Alfonso XIII, nació al año siguiente.
La Regencia de María Cristina (1885-1902)
A su vez, el Conflicto Cubano se reinicia por el incumplimiento de las reformas políticas y administrativas pactadas en la Paz de Zanjón de 1878. Una economía proteccionista impedía a la isla ampliar sus relaciones comerciales lo que provoca el aumento del sentimiento patriótico cubano, apoyado por los intereses de EE.UU. La revuelta la protagonizó José Martí y su Partido Revolucionario Cubano. Cánovas envió al ejército a sofocar la rebelión, pero ni Martínez Campos con su política flexible y negociadora, ni más tarde Valeriano Weyler con una política cruel, acabaron con el problema.
El 15 de febrero de 1898 el acorazado estadounidense Maine, anclado en la Habana, para proteger los intereses norteamericanos en la isla, fue hundido por una explosión -254 muertos-, culpabilizando EE.UU. a España. El presidente McKinley exige el armisticio y la independencia de Cuba. España no acepta y estalla la guerra el 21 de abril de 1898; extendiéndose a Cuba y Filipinas. EE.UU. buscaba eliminar de sus zonas de influencia a la débil España. El gobierno español era consciente de que podía ser un desastre, tampoco cuenta con apoyo internacional. La escuadra española es derrotada en Cavite (Filipinas) y Santiago (Cuba). En agosto España pide el armisticio, y en diciembre de 1898 se firmó la Paz de París: España reconocía la independencia de Cuba, y cedía a EE.UU.: Puerto Rico, Filipinas y las islas Guam en las Marianas. El resto de las islas Marianas, las Palaos y las Carolinas fueron vendidas a Alemania en 1899 por 15 millones de dólares.
La Oposición a la Restauración
Hasta la Restauración, los republicanos federales y el carlismo canalizaban las reivindicaciones nacionalistas. Con la evidente debilidad de éstos surge el nacionalismo como movimiento político e intelectual, siendo hasta la fecha protagonista de conflictos sociales y políticos muy relevantes en la sociedad española.
Como ideología, parte del concepto de Nación: Conjunto de individuos que viven en un territorio y comparten una misma lengua, historia y costumbres; y de un principio básico: Toda nación tiene derecho a formar un Estado. Este sentimiento se propaga por Europa en esta época.
Los Republicanos
Estuvieron perseguidos por el nuevo régimen. El auge del movimiento obrero le restó “audiencia”, ya que las clases populares tendían a identificarse más con alguna de sus dos vertientes (socialista o anarquista). Una opción política que está descompuesta y atomizada en divisiones internas y tendencias irreconciliables. Son un puñado de intelectuales y profesionales que no han sido capaces de configurar un partido de amplia base. Ruiz Zorrilla tuvo que exiliarse al descubrir que lideraba un intento de golpe de estado contra la Restauración; desde el exilio seguían protagonizando pronunciamientos sin ningún éxito.
Los diversos partidos republicanos encabezados por el Partido Republicano Progresista, con escaso apoyo social, apenas obtenían un puñado de escaños; ya no contaban con el apoyo de la clase obrera, ni de la burguesía nacionalista, que ahora se refugiaba en partidos regionalistas o nacionalistas.
El Movimiento Obrero
Cristalizó durante el Sexenio Revolucionario, cuando llegaron al país sus dos grandes corrientes: Socialismo y anarquismo. Durante los primeros años de la Restauración estos movimientos pasaron a la clandestinidad. En 1879 Pablo Iglesias fundó el PSOE. Defendía reivindicaciones laborales (mejora de salarios y horarios, prohibición del trabajo infantil) y derechos de asociación, reunión y sufragio universal. En 1888 se fundó el sindicato, UGT (Unión General de Trabajadores) subordinada al PSOE.
El anarquismo, difundido especialmente entre las clases populares, rechazaba la participación en política, por lo que se centró en la lucha sindical, sobre todo en Cataluña, el campo de Levante y Andalucía. En el campo andaluz surgió la Mano Negra, agrupación de campesinos que reclamaban el reparto de tierras y a la que se atribuyeron atentados y acciones criminales contra los patronos. A partir de 1890 se sucedieron acciones terroristas contra altas instituciones del Estado; miembros del gobierno, la iglesia y el ejército. Cánovas del Castillo fue asesinado por un anarquista en 1897.
El Nacionalismo
Llegó a España a finales del siglo XIX como forma para expresar la oposición al modelo de Estado liberal, centralizado y uniforme. Apareció en las regiones con lengua, historia y cultura propias como una forma de recuperación cultural, pero poco a poco fueron adquiriendo implicaciones políticas.
Nacionalismo Catalán
En Cataluña el nacionalismo tuvo en sus comienzos un carácter burgués y meramente cultural que reivindicaba la defensa de las tradiciones catalanas y el uso de su lengua vernácula. Este movimiento cultural se llamó la Renaixença y sus principales representantes fueron Valentí Almirall y Prat de la Riba. Con el tiempo el movimiento fue adquiriendo un tono político autonomista, pero no independentista. Los dos primeros partidos nacionalistas catalanes fueron Centre Catalá (1882) y la Lliga de Catalunya (1887). Ambos acabarían fusionándose en la Unió Catalanista (1891). En 1892 aprobaron las Bases de Manresa, se aboga por la constitución de un estado federal español que concediese una amplia autonomía a Cataluña. En 1901 se creó la Lliga Regionalista, con líderes como Prat de la Riba y Francesc Cambó.
Nacionalismo Vasco
El Nacionalismo Vasco surgió con intención de recuperar la cultura vasca. La industrialización influyó en su radicalización debido a la llegada de inmigrantes, y en el arraigo del movimiento obrero en la zona. Sabino Arana fundó en 1895 el Partido Nacionalista Vasco (PNV) con reivindicaciones como la creación de un Estado Vasco, Anti-españolismo, exaltación de la raza vasca y la pureza racial, defensa de los fueros y la religión católica, promoción del idioma y las tradiciones culturales vascas. Poco a poco fue integrando a personajes menos radicales y obtuvo sus primeros éxitos electorales.
Regionalismo
Junto a estos dos movimientos nacionalistas, en Galicia, Valencia y Andalucía, aparece el Regionalismo, que se diferencia del nacionalismo por estar más vinculado a los aspectos puramente culturales. Aunque en estas regiones los movimientos también derivaron hacia reivindicaciones políticas, tenían un carácter muy minoritario y en general menos radical.
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