19 Ene

La Restauración Borbónica: Un Nuevo Sistema Político

El pronunciamiento militar de Martínez Campos el 29 de diciembre de 1874 significó la restauración de la monarquía con Alfonso XII, hijo de Isabel II. El personaje clave fue Antonio Cánovas del Castillo, quien ideó el complejo sistema político que perduraría medio siglo. El Manifiesto de Sandhurst (1874), en el que se comprometía a una monarquía parlamentaria, elaborado por Cánovas y firmado por Alfonso XII en el exilio, establecería un régimen de tipo conservador y católico que defendería el orden social.

El Sistema Canovista: Constitución de 1876 y Turno de Partidos

El sistema político de la Restauración está intrínsecamente ligado a Cánovas, antiguo ministro de la Unión Liberal. Cánovas era partidario de mantener a los Borbones y el viejo sistema liberal basado en el sufragio censitario. Defendía la soberanía compartida de rey y Cortes. Sin embargo, era consciente de la necesidad de renovar el programa de los moderados. Las novedades fueron: la sustitución de Isabel II por Alfonso XII, lograda por Cánovas en 1870, y el fin de las intervenciones del ejército.

Se estableció un sistema bipartidista en el que se alternarían en el poder el Partido Conservador y el Partido Liberal, dirigido por Sagasta.

La Constitución de 1876

La nueva constitución del Régimen de la Restauración, heredera de la moderada de 1845, presentaba los siguientes rasgos:

  • Soberanía compartida por el rey y las Cortes, negando la soberanía nacional.
  • Cortes bicamerales: Congreso elegido y Senado que representaba a las clases poderosas.
  • Fortalecimiento del poder de la corona.
  • Reconocimiento de derechos y libertades.
  • No se especificaba el tipo de sufragio para elegir el Congreso.

Posteriormente, bajo el gobierno del Partido Conservador de Cánovas, se aprobó la Ley Electoral de 1878, que establecía el voto censitario limitado a los mayores contribuyentes. En 1890, con el Partido Liberal, se aprobó el sufragio universal masculino.

Se produjo un recorte de la libertad religiosa, declarándose la religión católica como la oficial.

El Reinado de Alfonso XII (1875-1885): El Turno de Partidos

Cánovas diseñó un sistema basado en el turno pacífico de dos partidos en el poder: el Partido Conservador, dirigido por él mismo, y el Partido Liberal, liderado por Sagasta, que unió a progresistas y demócratas del Sexenio.

El sistema de turno garantizó la alternancia pacífica en el poder, poniendo fin a un período de intervenciones militares y pronunciamientos. Sin embargo, fue un artificio político para mantener apartadas del poder a las fuerzas con ideas distintas a las de Cánovas: republicanos, movimiento obrero, etc.

El turno de poder no dependía de la voluntad de los electores, sino que los dirigentes de los partidos lo acordaban y pactaban. Una vez acordado, se producía el siguiente mecanismo: el rey nombraba un nuevo jefe de gobierno y le otorgaba el decreto de disolución de Cortes. El nuevo gobierno convocaba elecciones adulteradas y “fabricaba” los resultados mediante el encasillado.

El Caciquismo

La clave de la adulteración electoral residía en los “caciques”, encargados de llevar a la práctica los resultados electorales acordados. Los caciques eran personajes ricos e influyentes en la España rural (terratenientes), quienes amañaban las elecciones siguiendo instrucciones.

Los métodos de los caciques durante las elecciones fueron variados: violencia y amenazas, cambio de votos por favores, o simplemente trampas en las elecciones, el conocido pucherazo. La muerte de Alfonso XII en 1885 dio paso al período de la Regencia de María Cristina de Habsburgo (1885-1902) hasta la mayoría de edad de Alfonso XIII. Tras la muerte del rey, Cánovas y Sagasta firmaron el Pacto del Pardo (1885), que aseguraba el funcionamiento del sistema de turno. En el denominado “gobierno largo” de Sagasta (1885-1890), se aprobaron diversas medidas:

  • La Ley de Asociaciones (1887) eliminó la distinción entre partidos legales e ilegales y permitió la entrada de las fuerzas opositoras.
  • La abolición de la esclavitud en las colonias (1888).
  • El sufragio universal masculino (1890).

La Oposición al Sistema

Varios grupos políticos, sociales e ideológicos se opusieron al Régimen de la Restauración:

  • Los carlistas: Se produjeron sublevaciones en el País Vasco y Navarra para reinstaurar el absolutismo.
  • Los partidos republicanos: Tras el fracaso de la Primera República, los republicanos tuvieron que recomponerse. Castelar fundó el Partido Republicano Posibilista para llegar a un entendimiento con la monarquía borbónica.
  • El movimiento obrero: anarquistas y socialistas

Se opusieron al reinado de Alfonso XII, pero tuvieron libertad de asociación. Las fuerzas obreras fueron:

  • Anarquistas: En contra del gobierno.
  • Socialistas: En 1879 nació en Madrid el Partido Socialista Obrero Español, PSOE, con Pablo Iglesias. En 1888, el PSOE fundó la Unión General de Trabajadores, UGT, sindicato socialista.

Regionalismo y Nacionalismo

A finales del siglo XIX nacieron en Cataluña y el País Vasco movimientos que cuestionaban la existencia de una única nación.

Nacionalismo Catalán

En Cataluña se habían perdido sus leyes y fueros con los Decretos de Nueva Planta de Felipe V. El regionalismo y el nacionalismo catalán se construyeron en varias etapas:

En 1901 nació la Lliga Regionalista, con Francesc Cambó como principal dirigente, y Prat de la Riba como ideólogo. Tenía dos objetivos principales:

  • Autonomía política.
  • Defensa de los intereses económicos de los industriales catalanes.

Conclusión

Se restaura la monarquía borbónica con la incorporación de un gobierno corrupto. En la mayoría de España se encuentran analfabetos por el medio rural. Se comienzan a reivindicar los catalanes, vascos y surgirán otros. Esto se relaciona con la independencia de Cataluña en la actualidad.

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