18 May

La Economía Durante la Restauración

1. La agricultura

Durante la Restauración, la agricultura española experimentó una serie de cambios significativos. La expansión del cultivo de la vid, impulsada por la creciente demanda internacional, trajo consigo consecuencias tanto positivas como negativas. Si bien generó riqueza en algunas regiones, también condujo a la sobreproducción y a la dependencia de un único cultivo.

2. La industria

El desarrollo industrial en España durante este período fue desigual y limitado. La falta de carbón, la escasa inversión en infraestructuras y las dificultades de comunicación obstaculizaron el crecimiento industrial. Esto hizo que la industria metalúrgica quedara reducida prácticamente a la Maquinista Terrestre y Marítima de Barcelona.

Durante el último cuarto del siglo XIX, muchas fábricas se situaron cerca de los ríos para aprovechar la energía hidráulica. Esto explica la proliferación de colonias industriales al lado de los ríos.

El encarecimiento provocado por la falta de fuentes de energía próximas hizo que los productos textiles fueran poco competitivos en el mercado. Los industriales catalanes pidieron al gobierno central la aplicación de aranceles proteccionistas para poder tener el monopolio de venta en el mercado español y colonial.

El Movimiento Obrero Durante la Restauración

3. La evolución del movimiento obrero

Las organizaciones obreras se dividieron en dos corrientes principales: anarquistas y marxistas. Durante los primeros siete años de la Restauración, con Cánovas al frente del gobierno, las organizaciones obreras tuvieron que actuar en la clandestinidad.

El período de la Restauración se caracteriza por la despreocupación general y por un cierto grado de intransigencia respecto a las cuestiones sociales. Esta despreocupación se constata en el hecho de que en el año 1877 el 71,5% de los españoles eran analfabetos, y el 81,16% de ellos eran mujeres. La Iglesia aprovechó la ocasión para fundar escuelas, pero casi todas dirigidas a la clase media-alta.

Los intelectuales fueron extremadamente críticos con la situación social, económica y cultural de España. Esto se demuestra con la creación de la Institución Libre de Enseñanza (institución pedagógica fundada en Madrid por Francisco Giner de los Ríos y un grupo de catedráticos de universidades, separada del enseñamiento oficial en el año 1876 por razones políticas) y la publicación de las obras de denuncia de Joaquín Costa, como «El colectivismo agrario en España» (1898) y «Oligarquía y Caciquismo».

Las condiciones de vida de la clase obrera eran bastante pésimas. Trabajaban 13 o 14 horas diarias, incluso los domingos. Las mujeres y los niños trabajaban en las fábricas haciendo el mismo trabajo que los hombres, pero con salarios inferiores.

3.1 El movimiento obrero de inspiración marxista

Tras la desaparición de la I Internacional, Marx aconsejó la formación de partidos marxistas nacionales que actuaran con independencia en cada país. El 2 de mayo de 1879 se funda clandestinamente en España el PSOE, dirigido por Pablo Iglesias.

En 1881, aprovechando la nueva ley de asociaciones de Sagasta, sus impulsores inscribieron el partido oficialmente. En 1888, coincidiendo con la Exposición Universal de Barcelona, el PSOE celebra su primer congreso, pocos días después de la fundación de la UGT. En 1890, el socialismo español incorpora nuevas ideas:

  1. La creación de las llamadas «casas del pueblo».
  2. La reivindicación de la jornada laboral de 8 horas.

3.2 El movimiento anarquista

Al contrario que las socialistas, las ideas anarquistas tuvieron un gran éxito entre el movimiento obrero de Cataluña y la población campesina. Estas ideas se centraban en dos principios básicos:

  1. La libertad absolutista, sin jerarquía de ningún tipo.
  2. La bondad de la sociedad como obra de la naturaleza.

El principal dirigente del anarquismo en España fue Anselmo Lorenzo. La falta de organización de los anarquistas fue su talón de Aquiles. La desaparición de la organización y la influencia de las nuevas ideas de «propaganda por el hecho» de acción directa de los anarquistas europeos llevaron a algunos sectores anarquistas a cometer actos violentos.

Se cometieron muchos atentados en Barcelona, por lo que se le llegó a llamar «la ciudad de las bombas». En 1893, un anarquista atentó contra el capitán general de Cataluña, Martínez Campos. Poco después, Santiago Salvador tiró dos bombas al Liceo, en el cual murieron 20 personas. Hubo otro atentado contra el Cuerpo de Seguridad, donde murieron varias personas, en el cual se procesaron a muchas personas mediante el proceso de Montjuïc y fueron condenadas a muerte. A consecuencia de lo de Montjuïc, en 1897 fue asesinado Cánovas del Castillo a manos de un anarquista.

El gobierno, aparte de intentar terminar por todos los medios con el partido anarquista, empezó a tomar conciencia de la situación social en la que vivían los trabajadores. En 1883 se formó la Comisión de Reformas Sociales, que fue la primera iniciativa gubernamental para mejorar las condiciones de vida de los trabajadores. Por ejemplo, se limitó el trabajo infantil y se creó un asilo para las personas que resultaban heridas en accidentes laborales.

El Desastre del 98

4. El «Desastre» de 1898

En 1898, Cuba se independiza definitivamente de España. Desde la Paz de Zanjón, que se había firmado en 1878, los cubanos habían conseguido una especie de autonomía, pero no habían conseguido terminar con los disturbios y las reivindicaciones. Además, Estados Unidos, que tenía intereses económicos en la isla, estaba interesado en comerciar directamente con los productores de azúcar. Decidió ayudar a los independentistas cubanos con armamento y asesores militares hasta que finalmente encontró una excusa para enfrentarse directamente a España.

La excusa fue «El…

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