01 May
El Sistema Político de la Restauración
El objetivo de Cánovas del Castillo era establecer un sistema que garantizara autoridad y estabilidad. La autoridad debía residir en el rey y la estabilidad tenía que garantizarla el sistema político. Había dos pilares:
La Constitución de 1876
Concebida como ecléctica, establecía la soberanía compartida entre el rey y las Cortes, la confesionalidad católica del estado y las Cortes bicamerales, formadas por el Senado y el Congreso de Diputados.
El Turno de Partidos
Cánovas promovió la formación de dos grandes partidos: el Conservador, liderado por él mismo, y el Liberal, dirigido por Sagasta.
El Comienzo del Reinado
La gran novedad era el acelerado crecimiento de las ciudades provocado por el éxodo rural. Este proletariado urbano demandaba mejores condiciones de trabajo pero chocaba con la resistencia del gobierno y de las clases acomodadas, lo que dio lugar al aumento de la conflictividad social.
Desaparecidos Cánovas y Sagasta, los nuevos dirigentes políticos eran el conservador Antonio Maura y el liberal José Canalejas, que emprendieron bastantes reformas.
La Semana Trágica de Barcelona
En 1909, el gobierno llamó a filas a las tropas de reserva para reforzar a las que estaban en Marruecos. Cuando iban a ser embarcadas en Barcelona, se amotinaron e intentaron impedirlo.
La Crisis de 1917
España no participó en la Primera Guerra Mundial, pero había tres crisis diferentes:
Crisis Militar
Los avances en el armamento que se estaban produciendo en la Gran Guerra ponían de manifiesto la mala dotación del ejército español. Ésta estaba dividida entre africanistas y peninsulares.
Crisis Política
Los diputados catalanes convocaron en Barcelona una asamblea de parlamentarios que debía asumir las competencias de las Cortes.
Crisis Social
La demanda de productos españoles provocó un gran aumento de los beneficios empresariales, que no fue acompañado de un aumento de los salarios.
Militares y políticos aplazaron su enfrentamiento con el gobierno y lo apoyaron en la dura represión de los huelguistas que llevó a cabo el ejército.
Sublevación Militar y Comienzo de la Guerra Civil
La victoria del Frente Popular renació la oposición en los mismos sectores que se habían enfrentado al primer gobierno republicano, especialmente el ejército y los terratenientes.
El ambiente era muy tenso en las Cortes, pero lo que más inquietaba eran los enfrentamientos callejeros. La tensión fue creciendo hasta que en julio el teniente Castillo murió en un atentado presuntamente llevado a cabo por grupos derechistas. Varios de sus compañeros asesinaron a Calvo Sotelo.
Este acontecimiento sirvió de detonante del golpe de estado que llevaba tiempo en preparación. El 17 de julio de 1936 se produjo la sublevación del ejército de Marruecos. El golpe de estado fracasó en su objetivo de derribar al gobierno, pero consiguió mantener en su poder una buena parte del territorio nacional. Las dos principales ciudades del país, Madrid y Barcelona, habían quedado en poder de la República.
Consecuencias de la Guerra Civil
Entre los efectos más importantes de la guerra estuvieron los demográficos. Las pérdidas demográficas pueden estar en torno a un millón de personas. También fueron graves los efectos económicos: pérdida de cosechas, paralización de la actividad industrial, colapso del comercio y endeudamiento por la compra de armamento.
Hubo bastantes diferencias entre la zona republicana y la zona nacional.
Zona Republicana
La falta de autoridad del gobierno permitió que grupos incontrolados llevasen a cabo «sacas» y «paseos» que acabaron con miles de personas, especialmente de religiosos. Destacaban el asalto a la cárcel Modelo de Madrid y el fusilamiento en Paracuellos de prisioneros políticos.
Zona Nacional
La represión fue sistemática y además permitida e incluso estimulada desde las esferas del poder. El propio nombre de «nacionales» que se dieron a sí mismos excluía a los demás de la condición de español y los convertía en representantes de una raza extranjerizante y atea. En esta zona, la represión se mantuvo durante toda la guerra y se prolongó después de su conclusión.
Instauración de la República: El Bienio Reformista
El 14 de abril de 1931 se proclamó la Segunda República y se formó un gobierno provisional que convocó elecciones a Cortes Constituyentes.
Las nuevas Cortes comenzaron a elaborar una Constitución que se aprobó el 9 de diciembre.
Aprobada la Constitución, se nombró presidente de la República a Niceto Alcalá-Zamora y presidente del gobierno a Manuel Azaña, un intelectual de izquierdas que emprendió una ambiciosa política de reformas. Algunas de estas fueron:
Redacción de los Estatutos de Autonomía
En 1932 se aprobó el Estatuto de Cataluña y en 1936, comenzado ya la Guerra Civil, el del País Vasco.
La Reforma Agraria
La Ley de Bases de la Reforma Agraria contemplaba la expropiación y el reparto a los campesinos de las tierras no explotadas directamente por sus propietarios.
La Reforma del Ejército
Se redujo el número de mandos y se exigió juramento de lealtad a la República.
La Cuestión Religiosa
Se disolvió la Compañía de Jesús y se prohibió a las órdenes religiosas ejercer la enseñanza.
Estas reformas enfrentaron al gobierno con los grupos afectados.
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