La sociedad francesa estaba organizada en estamentos, es decir, grupos cerrados cuyas funciones, deberes y derechos eran diferentes desde el nacimiento. Las desigualdades se expresaban en la noción de privilegio, que formaba parte integral de la jerarquía social, de la riqueza y de la identidad individual.

Había 3 estamentos (también llamados estados):

Su legitimidad provenía de Dios y no podía ser cuestionada por los súbditos. El rey reunía en sí la suma de todos los poderes: era el jefe del poder ejecutivo, dictaba leyes y dirigía el ejército.

El reino se manifestaba por principios consuetudinarios (establecidos por la costumbre). La corte residía en el palacio de Versalles.

La monarquía se sostenía por impuestos, pero la nobleza y el clero no debían pagarlos.

Francia era una sociedad rural en la que la mayoría era pobre y estaba indefensa ante una mala cosecha. A pesar de esto, se encontraba muy urbanizada.

Los vínculos entre las ciudades y el campo eran estrechos y conflictivos, ya que la población urbana dependía del campo para alimentarse. Las altas cargas de impuestos llevaban a los campesinos al borde del hambre, lo que generaba revueltas constantes. También los aumentos en los precios del pan producían levantamientos en las ciudades.

Otra característica era la heterogeneidad: se hablaban distintas lenguas, había varios tipos de impuestos, distintos sistemas de medidas y pesos, no había una moneda única y el tamaño y relieve del territorio dificultaba las comunicaciones.

Hacia el fin del siglo, Francia entró en una profunda crisis financiera. Luis XVI llevó adelante costosas guerras en Europa y América, apoyó la Independencia de Estados Unidos, se endeudó con el exterior y su corte era la más fastuosa de Europa.

Para frenar la bancarrota, sus ministros trataron de que el clero y la nobleza pagaran impuestos, pero los aristócratas se resistieron. Además, hubo una mala cosecha que aumentó el precio de los alimentos.

La burguesía se oponía a un tratado comercial que permitía el ingreso de productos de Inglaterra.

Todos los sectores se encontraban enfrentados. Entonces, Luis XVI convocó a una reunión de los Estados Generales (asamblea de origen medieval) que congregaba a los 3 estamentos del Reino.

Los Estados Generales eran una asamblea representativa de los 3 estados sociales de Francia, integrada por más de 1200 diputados, de los cuales más de la mitad eran hombres del tercer estamento.

• En su primera sesión, el 5 de mayo de 1789, en Versalles, se plantearon problemas de representación por parte del tercer estamento. En ese momento, cada estado contaba con un único voto, por esto el tercer estamento habló con el rey argumentando que ellos representaban a casi todo el pueblo francés, y que por ello sería justo que contasen con 2 votos. El rey aceptó.
• Los diputados del tercer estado buscaban acabar con la monarquía absoluta, pero sabían que, si sometían esto a votación, no iban a llegar a ningún lado porque el primer y segundo estado jamás votarían que sí. Esta es la razón por la que el tercer estado pide otro voto; pero como así tampoco llegarían a ningún lado, van más lejos y le piden al rey que sea «voto por cabeza» (el tercer estado sabía que no todas las personas de los otros estamentos estaban de acuerdo con la monarquía y planeaban usar eso a su favor), pero el rey rechaza esta oferta.
• Ante el rechazo, los diputados (tercer estamento) se levantan de la sala y se dirigen a una cancha de pelota, donde se va a realizar el Juramento del Juego de Pelota, donde se proclama una soberanía popular no reconocida por el rey, y donde juran no separarse hasta darle a Francia una constitución.

Este juramento es el PRIMER MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO de la Revolución Francesa: «revolución de los diputados».

Al realizar el Juramento del Juego de Pelota, la Asamblea de Estados Generales se convierte en una Asamblea Nacional.

Al rey no le gusta nada la idea de la Asamblea, por lo que intenta hacerla fracasar contratando un ejército mercenario. Sin embargo, esto generó LA TOMA DE LA BASTILLA. 8000 parisinos rodearon la prisión con el objeto de tomar las armas y liberar a los presos que estaban allí. Sin embargo, no había armas y solo había un preso. Aun así, este movimiento termina funcionando porque la Bastilla era un símbolo de la monarquía absoluta.

Así, la toma de la Bastilla salva la Asamblea Nacional, legitimó el cambio abrupto de poder al desautorizar la decisión del Rey, instala al tercer estamento en el gobierno municipal de Francia y crea una milicia civil que defiende la Asamblea. SEGUNDO MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO

Sin embargo, la toma de la Bastilla provoca EL GRAN MIEDO, que es un movimiento rural en el que los campesinos se hacen con el armamento para tratar de evitar los ataques que parecen avecinarse luego de dicha toma.

Los problemas urbanos no llegan al campo, pero los campesinos asaltan casas, y los esclavos roban «los contratos» que los hacían propiedad de los nobles. TERCER MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO

La Asamblea Nacional declara «LA DECLARACIÓN DE LOS DERECHOS DEL HOMBRE Y DEL CIUDADANO«, la cual establece la libertad, igualdad y fraternidad entre los ciudadanos. Significó una ruptura con el Antiguo Régimen porque establecía la igualdad en cargos públicos y planteaba que todos tenían las mismas responsabilidades públicas. Era una invitación a ser ciudadanos de la nación y no ser súbditos del soberano.

La Asamblea Nacional declara «LOS DECRETOS DE AGOSTO» porque no todas las cuestiones estaban aclaradas en la otra declaración. En la Asamblea se eliminan los privilegios, y se reemplaza el diezmo y demás impuestos por otros más equitativos.