16 Jun
1. Introducción
La romanización fue el proceso de adaptación de los pueblos hispanos a las estructuras del Imperio Romano. Supuso la desaparición de muchas costumbres indígenas, aunque algunas perduraron. Fue un proceso lento y discontinuo.
La intervención de Roma en la Península Ibérica se produjo durante la Segunda Guerra Púnica. La conquista tuvo dos aspectos: militar y civil (romanización), que incluía factores económicos, políticos, administrativos y culturales.
2. Desarrollo
2.1. Factores de la Romanización
- Asentamiento de ciudadanos romanos en colonias y tierras confiscadas.
- Papel del ejército y las tropas indígenas, que difundieron el idioma y la cultura romana.
- Concesión de la ciudadanía romana a los indígenas, que les otorgaba derechos y privilegios.
- Construcción de calzadas romanas para el comercio.
- Generalización del uso de la moneda acuñada (denario de plata romano).
- Unificación lingüística mediante el latín.
- Influjo de grandes personalidades romanas (Pompeyo Magno, Julio César).
2.2. Economía
Hispania se integró en el sistema esclavista romano. Exportaba materias primas (metales preciosos, aceites, esclavos, caballos, vinos) e importaba productos manufacturados.
La agricultura se basó en la trilogía mediterránea (cereales, vid y olivo). Se introdujeron nuevas técnicas de cultivo y la ganadería lanar tuvo un papel destacado.
La explotación minera fue una fuente de ingresos importante, con minas de oro, plata y plomo.
2.3. Industria y Comercio
La industria urbana se desarrolló para la exportación (aceitera, esparto, salsa garum, salazón de pescado). El comercio interior fue más importante que el de exportación.
2.4. Administración
El número de provincias de Hispania varió con el tiempo. Augusto estableció dos tipos de provincias: pacificadas e imperiales. Cada provincia se dividía en conventos jurídicos y las ciudades (civitates) eran las células básicas de la administración.
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