11 Oct

El Papel del Ejército

El ejército fue uno de los más importantes vehículos de difusión de la civilización romana. Se reclutaron soldados entre los pueblos indígenas, que al término de su servicio militar, podían obtener el privilegio de la ciudadanía romana y recibir lotes de tierras. Además, al licenciarse, se convertían en trasmisores de romanización en sus poblaciones de origen. A veces, junto a los campamentos de las legiones se formaron núcleos urbanos habitados por mercaderes, soldados licenciados, mujeres e hijos de soldados, etc., que se convirtieron con el tiempo en municipios romanos, como León.

La Fundación de Colonias

El asentamiento de ciudadanos romanos en colonias de nueva creación, normalmente en tierras confiscadas a los indígenas, también extendió el modelo de vida romano. Generalmente, se trataba de soldados veteranos a los que se entregaban tierras en pago por su servicio militar. Emérita Augusta (Mérida) fue fundada por orden de Augusto para asentar a los veteranos de las guerras cántabras.

La Concesión de la Ciudadanía Romana a los Indígenas

La obtención del título de ciudadano romano suponía gozar de numerosos derechos y privilegios, por lo que se utilizaba su concesión como reclamo para imponer la dominación romana. Fue un proceso progresivo que se inició con la aristocracia indígena, para asegurarse su apoyo y colaboración. Este proceso culminó cuando el emperador Caracalla otorgó la ciudadanía a todos los habitantes del Imperio (212 d.C.). Finalmente, la sociedad hispana se estructuró a imagen de la romana. Así, en Hispania, encontramos todas las categorías sociales que había en Roma, desde esclavos, hasta emperadores como Trajano, Adriano y Teodosio.

La Administración Implantada por Roma

Conforme se fueron conquistando territorios se fueron realizando diferentes divisiones administrativas para gobernar Hispania. A las tres provincias creadas por Augusto se añadirían posteriormente Gallaecia, Cartaginense y Baleárica. Al frente de cada provincia estaba un procónsul y a su vez, cada una de ellas, se dividía en conventos jurídicos encargados de impartir justicia, recaudar impuestos o reclutar soldados. El lenguaje oficial de la administración romana era el latín, por lo que progresivamente se fue extendiendo su uso.

La Extensa Red de Calzadas Romanas

La extensa red de calzadas romanas fue otro elemento que ayudó a la expansión de la romanización, y su función era principalmente militar y comercial. Gracias a las calzadas, Hispania se integró en la red comercial del Imperio, lo que llevó a una transformación de su sistema productivo en función de las necesidades del Imperio. La Vía Augusta comunicaba directamente Cádiz con Roma.

El Legado Cultural de la Hispania Romana

La romanización ha dejado un importante legado en la historia de España:

  • El latín se fue imponiendo hasta desplazar completamente a las lenguas prerromanas. En el siglo I d.C. aparecieron figuras hispánicas que hicieron grandes aportaciones al mundo de la cultura latina. Destacan el filósofo Séneca y el poeta satírico Marcial. Además, el latín fue el sustrato de las lenguas romances (castellano, gallego y catalán) nacidas entre los siglos VII y XII.
  • El Derecho romano, aunque modificado en parte durante la Edad Media, sigue siendo en la actualidad una base sustancial de nuestro ordenamiento jurídico.
  • La arquitectura y la ingeniería romana. La romanización conllevaba la creación de infraestructuras y ciudades con edificios que atendieran las necesidades de Roma. En su construcción, los romanos introdujeron novedades como el empleo del hormigón, del ladrillo o la utilización del arco y la bóveda.
    • En arquitectura perviven múltiples ejemplos de templos, teatros (Mérida), anfiteatros, foros, arcos de triunfo, basílicas, baños públicos, domus (casas de familias ricas decoradas con ricos mosaicos como en Carranque) y villas.
    • En ingeniería perduran obras públicas como calzadas (Vía Augusta), puentes (Alcántara o de Córdoba), acueductos (Segovia).
  • Hay múltiples ejemplos de ciudades hispanorromanas donde podemos encontrar todos estos elementos integrados. Entre ellas, Mérida, Tarragona, Cartagena o Segóbriga en Cuenca.
  • La religión cristiana llegó a Hispania en el contexto del Imperio romano. Su asentamiento definitivo se produjo a partir del Edicto de Milán del 313 d.C. promulgado por Constantino, por el cual se permitía la libertad de culto. Posteriormente, con el decreto de Teodosio del año 380 d.C., el cristianismo se convertía en la religión oficial del Imperio.

Deja un comentario