04 Nov

1. El Nacimiento de la Segunda República

La Proclamación y los Primeros Desafíos

La victoria electoral de los republicanos en las ciudades condujo a la caída de la monarquía y al exilio de Alfonso XIII, tras confirmarse que la Guardia Civil no defendería la monarquía. En Barcelona, Francesc Macià proclamó la República Catalana, pero representantes del gobierno provisional republicano lograron convencerlo de que confiara en el reconocimiento de la autonomía catalana mediante un futuro estatuto. Se respiraba un ambiente de cambio, con el objetivo de enterrar la vieja España de la Restauración.

Mientras la Iglesia y el Vaticano mostraban inicialmente una postura conciliadora hacia el nuevo régimen, la quema de conventos y edificios eclesiásticos por grupos anticlericales generó tensión y polarización. Las elecciones a Cortes Constituyentes dieron la mayoría a los republicano-socialistas, con la excepción del País Vasco y Navarra, donde triunfaron los nacionalistas y tradicionalistas. El Congreso, con una marcada inclinación hacia la izquierda, incluía diputados sin experiencia política junto a líderes de los principales partidos y un grupo de intelectuales como Miguel de Unamuno y José Ortega y Gasset.

2. La Constitución de 1931: Un Nuevo Marco Legal

El Proceso Constituyente y sus Consecuencias

Con Julián Besteiro, socialista moderado, como presidente de la cámara, la redacción de una nueva constitución se convirtió en la tarea primordial. La nueva legalidad impuso la disolución de las órdenes religiosas consideradas un peligro para el Estado y la eliminación del presupuesto del clero. Estas medidas provocaron la salida de los diputados de derecha del Congreso y la dimisión de Niceto Alcalá-Zamora de sus cargos en el gobierno.

Aprobada el 9 de diciembre de 1931, la Constitución convirtió a España en un estado democrático, laico, con un parlamento unicameral y sufragio universal. Se estableció un Tribunal de Garantías Constitucionales para velar por la constitucionalidad de las leyes. La separación de la Iglesia y el Estado quedó consagrada, garantizando la libertad de culto, pero sometiendo a las órdenes religiosas a una ley especial que les prohibía ejercer la industria, el comercio y la enseñanza.

Puntos Clave de la Constitución de 1931:

  • Extensión del voto a la mujer
  • Igualdad de todos ante la ley
  • Sufragio universal
  • Parlamento unicameral
  • Tribunal de Garantías Constitucionales
  • Separación de la Iglesia y el Estado

3. Las Reformas Republicanas: Intentos de Modernización y Resistencia

Contexto y Dificultades

La mala coyuntura económica internacional tras el Crac de 1929 y la voluntad de no aumentar la deuda pública dificultaron la implementación de las reformas republicanas.

Principales Reformas:

  • Reforma Militar: El intento de Azaña de someter al ejército a la autoridad civil y reducir el número de oficiales generó malestar y resistencia. La falta de presupuesto impidió la modernización del ejército.
  • Reforma Religiosa: La eliminación de la subvención al clero, la prohibición de la enseñanza religiosa y la disolución de la Compañía de Jesús, entre otras medidas, provocaron la identificación de la República con un ataque a la religión por parte de muchos católicos. La violencia anticlerical de mayo de 1931 agravó la situación.
  • Reforma Educativa: Se estableció la educación primaria obligatoria, gratuita, laica y mixta. Se aumentó el presupuesto para educación, se construyeron escuelas y se crearon puestos de maestros con mejores salarios. Las Misiones Pedagógicas llevaron la cultura a zonas rurales.
  • Reforma Regional: Se concedió el Estatuto de Autonomía a Cataluña en 1932, creando la Generalitat con competencias en cultura, obras públicas y orden público. El proyecto de Estatuto para el País Vasco fue rechazado.
  • Reforma Agraria: La Ley de Bases para la Reforma Agraria de 1932 buscaba acabar con el latifundismo. La lentitud en su aplicación y sus escasos resultados generaron decepción entre los campesinos y hostilidad por parte de los terratenientes.

La dimisión del gobierno de Azaña y el triunfo de las derechas en las elecciones de noviembre de 1933 marcaron el inicio del «bienio radical-cedista» (1933-1936), un periodo de inestabilidad política y contrarreformas.

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