16 Oct
La Política Cedista (1933-1936)
En septiembre de 1933, tras la dimisión de Azaña y la imposibilidad de formar un nuevo gobierno estable, el Presidente de la República, Alcalá Zamora, disolvió las Cortes y convocó nuevas elecciones. En estas elecciones, las mujeres votaron por primera vez gracias a la Constitución de 1931. La CEDA, liderada por Gil Robles, obtuvo la mayor cantidad de escaños (115).
Ante el triunfo de la derecha, la reacción anarquista no se hizo esperar. Los dos primeros gobiernos que se formaron estuvieron presididos e integrados en su mayoría por miembros del Partido Radical. La CEDA, consciente de que aún no era su momento para gobernar, esperó hasta 1934.
La Política de Rectificación (1934)
Esta etapa se caracterizó por la política de rectificación, que buscaba rechazar o reconducir la República, preparando el terreno para los excesos del bienio anterior:
- Se aprobó la Ley de Amnistía.
- Se impidió la aplicación de la ley sobre congregaciones religiosas que prohibía a estas impartir enseñanza.
- Se adoptaron otras medidas a favor de la Iglesia.
- Se emprendió lo que algunos historiadores califican como contrarreforma agraria.
- Se presentó un proyecto de reforma constitucional.
Esta política de rectificación, al anular o paralizar las reformas del gobierno anterior, provocó la reacción de la izquierda.
La Revolución de Octubre de 1934
El detonante de la revolución tras la victoria electoral de la derecha fue la formación de un nuevo gobierno por parte del Presidente Alejandro Lerroux. La UGT convocó una huelga general nacional para el 5 de octubre. En la noche del 6 al 7, en Barcelona, se proclamó el Estado catalán dentro de la República Federal Española. El único lugar donde la revolución triunfó fue en Asturias.
En Asturias, se había firmado la Alianza Obrera entre socialistas, anarquistas y comunistas con el fin de socializar los medios de producción en un movimiento revolucionario conjunto: la República Socialista Federal. Esta Alianza emprendió una política de incautación de empresas e intentó llevar a cabo una revolución que puso en marcha la Comuna Asturiana.
Para combatir a los revolucionarios, el gobierno envió a la Legión y a las regulares monárquicos dirigidos por López Ochoa. El 18 de octubre, el Comité Revolucionario negoció la rendición de Mieres, el último reducto de la revolución.
La represión posterior se caracterizó por su dureza y arbitrariedad. Se detuvo a más de 30.000 personas, entre ellos Manuel Azaña y los principales dirigentes del PSOE. Hubo varias condenas a muerte, incluyendo al Comité Revolucionario. La autonomía de Cataluña quedó suspendida temporalmente y no recuperaría el grado de autonomía anterior a 1934.
El Frente Popular (1936)
La Revolución de Octubre de 1934 provocó una fuerte polarización política y una radicalización de posiciones, tanto de la izquierda como de la derecha. La izquierda, tras la represión, impulsó una concentración de fuerzas que desembocó en la creación del Frente Popular. También contribuyó a ello el avance del fascismo en Europa y la recomendación de la Internacional Comunista de frenarlo mediante la formación de frentes antifascistas.
Con la experiencia del fracaso electoral de 1933, la izquierda vio la necesidad de unir sus fuerzas contra la reacción de derechas y para conseguir una amnistía para los dirigentes populares detenidos tras la revolución asturiana. En consecuencia, se configuró el Frente Popular, que agrupaba a toda la izquierda, desde los republicanos de Manuel Azaña hasta los comunistas, incluso con el apoyo indirecto de los anarquistas.
En las elecciones de febrero de 1936, la participación electoral fue la más alta de la historia. Aunque en número de votos vencieron los partidos de derecha y del centro, la mayoría de escaños los obtuvo el Frente Popular (59%).
Actuaciones del Gobierno del Frente Popular
El primer gobierno del Frente Popular estuvo compuesto exclusivamente por republicanos (Izquierda Republicana y Unión Republicana) sin la participación de los socialistas.
- Se decretó la amnistía para todos los represaliados de la revolución de 1934 y se decretó su reingreso a sus puestos de trabajo.
- Se restauró plenamente el Estatuto de Autonomía de Cataluña, con Lluís Companys de nuevo en la Presidencia.
- Se reanudó el proceso reformista del Bienio Reformista: Ley de Reforma Agraria (se repartieron más de medio millón de hectáreas), enseñanza, religión, y reformas autonómicas.
- El Congreso destituyó al Presidente de la República, el conservador moderado Alcalá Zamora, y eligió para el cargo a Manuel Azaña, quien disolvió el gobierno que presidía. Azaña intentó que el nuevo gobierno estuviera presidido por el socialista Indalecio Prieto, a lo que se opuso el PSOE, dominado por el ala radical liderada por Largo Caballero, que se decantaba por una revolución socialista.
Los Preparativos de la Sublevación Militar
La ofensiva de las viejas oligarquías monárquicas y de las masas católicas de la CEDA no habría logrado echar abajo la república sin el concurso de un importante sector del ejército. El 17 de julio comenzó la sublevación en las guarniciones del Protectorado de Marruecos y al día siguiente se sumaron otras guarniciones de la Península. El fracaso de la rebelión militar en la mayor parte de las grandes ciudades derivó en una trágica y sangrienta guerra civil que duró tres años.
Deja un comentario