31 Oct
Proclamación de la República y Gobierno Provisional
Tras las elecciones municipales del 12 de abril de 1931, que dieron la victoria a la coalición republicano-socialista en las principales ciudades, el 14 de abril de 1931 se proclamó la II República Española. Este hecho marcó el inicio de una profunda reforma en la estructura política del país.
Se estableció una etapa de transición con un gobierno provisional y unas cortes constituyentes, encargadas de elaborar una nueva constitución. Una de las principales preocupaciones del gobierno provisional, formado por la coalición republicano-socialista que había suscrito el Pacto de San Sebastián en 1930, era tranquilizar a las clases conservadoras.
Principales Decretos del Gobierno Provisional
Con un espíritu reformista, el gobierno provisional promulgó numerosos decretos:
- Decretos agrarios: buscaban mejorar las condiciones laborales del campesinado, prohibiendo el desahucio a los arrendatarios, ampliando la ley de accidentes al medio rural, estableciendo jornadas laborales de 8 horas y regulando los términos municipales.
- Decretos en la institución pública: se implementó un plan quinquenal para crear 5.000 puestos escolares, se impulsó la coeducación en la enseñanza secundaria y se crearon gabinetes pedagógicos.
- Reforma del ejército: se pasó a la reserva a militares que no jurasen la república, se suspendieron regimientos, se revisaron ascensos y se creó la Academia General Militar.
Problemas del Gobierno Provisional
El gobierno provisional también tuvo que afrontar diversos problemas:
- La cuestión catalana: Francesc Macià proclamó la república catalana y formó un gobierno de coalición. Mediante un acuerdo, se retiró el gobierno federal, reapareció la Generalitat y se prometió la elaboración de un estatuto de autonomía.
- La cuestión religiosa: la actitud inicial de la Iglesia fue de acatamiento a la república. Sin embargo, la publicación de una pastoral del cardenal Segura alabando a la monarquía provocó manifestaciones anticlericales y la quema de iglesias y conventos. La reacción tardía del gobierno provocó el alejamiento del catolicismo de la república.
Las Cortes Constituyentes y la Constitución de 1931
El 28 de junio de 1931 se celebraron elecciones a Cortes Constituyentes. Los resultados dieron la victoria a la coalición republicano-socialista. El 9 de diciembre de 1931 se aprobó la Constitución, que presentaba un gran interés por sus aspectos sociales y democráticos, semejantes a la Constitución de Weimar.
Características de la Constitución de 1931
- Se definía como una “república democrática de trabajadores de toda clase”, organizada en un régimen de libertad y justicia.
- Renunciaba a la guerra y se comprometía al acatamiento de las normas del derecho internacional.
- Establecía la división de poderes: legislativo (parlamento bicameral), ejecutivo (presidencia de la república) y judicial (tribunales de justicia). También se creó el Tribunal de Garantías Constitucionales.
- Incluía libertades y derechos individuales, como el sufragio universal.
- Reconocía la autonomía de las regiones, aunque dentro de una estricta unidad.
- Prohibía a las órdenes religiosas dedicarse a la enseñanza.
- Garantizaba la educación para todos los ciudadanos.
- Sometía la propiedad privada de los medios de producción a los intereses de la economía nacional, con la posibilidad de nacionalización.
La vigencia de la Constitución de 1931 fue muy corta debido al estallido de la Guerra Civil (1936-1939). Sin embargo, la inestabilidad y la crisis de la república no tuvieron solo causas políticas.
El Impacto de la Crisis Económica
El impacto de la crisis económica de los años 30, iniciada con la caída de la bolsa de Nueva York en 1929, agravó la situación en España. Se produjo un hundimiento del comercio exterior, un descenso de la industria siderúrgica y del cemento, la paralización de obras públicas, el crecimiento del desempleo y el aumento de los conflictos laborales.
El Bienio Reformista (1931-1933)
Con Alcalá Zamora como presidente de la república y Manuel Azaña como jefe del gobierno, se inició el bienio reformista (1931-1933). El gobierno de Azaña, de carácter reformista autoritario, llevó a cabo reformas que resultaron polémicas e ineficaces.
Principales Reformas del Bienio Reformista
- Reforma del ejército: Azaña continuó con la reforma iniciada durante el gobierno provisional, pero las deficiencias materiales y técnicas del ejército quedaron sin solucionar. Parte del sector militar pasó a la oposición. En 1932, el golpe militar del general Sanjurjo, con apoyo de grupos conservadores monárquicos y católicos, fracasó, lo que reforzó a la coalición gubernamental. Azaña creó la Guardia de Asalto.
- Cuestión religiosa: el objetivo era dar un carácter laico al régimen. Se disolvió la Compañía de Jesús y se confiscaron sus bienes. En 1933 se aprobó la Ley de Congregaciones Religiosas, que limitaba la posesión de bienes y suprimía los subsidios estatales a la Iglesia. Otras medidas fueron la secularización de los cementerios, el matrimonio civil y la ley de divorcio. La jerarquía eclesiástica evolucionó hacia la oposición.
- Reforma agraria: se expropiaron las tierras de los grandes de España sin indemnización. El campesino beneficiario accedía a la tierra mediante su usufructo y pagaba una pequeña renta al Estado. La reforma provocó la decepción de muchos campesinos, que se unieron a la oposición.
- Nacionalismos: en Cataluña se creó una región autónoma con la aprobación del Estatuto de Autonomía, y Macià fue elegido presidente de la Generalitat. En el País Vasco, el proceso autonómico se retrasó, al igual que en Valencia y Galicia.
- Reforma social: impulsada por Largo Caballero, se centró en las mejoras laborales. Se crearon las Delegaciones de Trabajo y los seguros sociales, se redujo la jornada laboral de los campesinos y se aprobaron la Ley de Términos Municipales y la Ley de Jurados Mixtos. El paro obrero continuó aumentando por la falta de una política económica global eficaz contra la crisis.
- Educación: se crearon 10.000 escuelas y se continuó con la labor de las misiones pedagógicas.
La Oposición al Gobierno de Azaña
El gobierno de Azaña tuvo que hacer frente a la oposición de monárquicos, anarquistas y otros grupos:
- Derecha: la oposición monárquica evolucionó hacia posiciones antidemocráticas, formando la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA), liderada por José María Gil Robles. En 1933, José Antonio Primo de Rivera creó Falange Española y de la JONS.
- Centro: se encontraban los liberales doctrinarios, los republicanos conservadores y el Partido Radical de Lerroux.
- Izquierda radical: el anarquismo protagonizó los conflictos sociales más graves. El Partido Comunista, afiliado a la III Internacional Comunista, aún tenía poca fuerza para ejercer oposición política.
La Caída de Azaña y el Fin del Bienio Reformista
La caída de Azaña comenzó con el desprestigio personal tras los sucesos de Casas Viejas y las elecciones municipales de abril de 1933, en las que venció el Partido Radical de Lerroux. Alcalá Zamora obligó a Azaña a dimitir en septiembre de 1933. Tras dos cortos gobiernos, presididos por Lerroux y Martínez Barrio, se convocaron elecciones generales, en las que ganó la CEDA. La derrota de la izquierda supuso el fin del bienio progresista.
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