29 Sep
ENSAYO
“EL BIEN Común EN LA SOCIEDAD”
Por Bien común se entiende, “aquello que es compartido por y de beneficio (en el Sentido de un mejoramiento general, no solo físico o económico) para todos los Miembros de una comunidad”.
El Principio o el criterio del bien común es un principio fundamental en lo que es La vida humana y en lo que son las relaciones de los seres humanos. Para la Doctrina social de la Iglesia el principio del bien común es el primero de Todos los principios: todos los bienes que existen son bienes para todos los Seres humanos.
La concepción es clara: Dios creó Todo lo que existe para todos los seres humanos, no para una sola persona. De Ahí que el principio del bien común quiere mirar no solamente a un individuo Sino a todos los individuos, no a una persona sino a todas las personas. Por eso, este principio del bien común es una Tarea que nos compete a todos, y de ahí que los bienes que existen sobre la Tierra han de llegar a todos los seres humanos. Para nosotros, es un criterio Que tiene que estar siempre claro
El tema de Los valores está sobre el tapete. Es un tema sobre el que hemos de volver una y Otra vez, y podemos preguntarnos sobre los muchos valores que hay, y podemos enumerar Decenas de valores: ¿cuáles son los fundamentales?, ¿cuáles son los más Importantes, aquellos necesarios para que funcione una sociedad y que son clave También para el progreso de los pueblos?
Los cuatro grandes valores son
Estos: La verdad, la libertad, la justicia y el amor.
Y me voy a referir a uno en Especial porque el amor, que nos une a los demás, necesita un tratamiento Especial.
Podemos Hablar y tocar muchos temas acerca del bien común, pero tenemos que decir que El vínculo que une todo esto es el amor. Sin amor, nosotros no podremos llegar A eso que deseamos: a una mayor distribución de las riquezas, a un mundo donde Impere la verdad, la justicia, la libertad; donde los bienes realmente sean Comunes, donde se busque el bien común.
No podemos pedirles a los Políticos que se preocupen de buscar los intereses de una comunidad y no sus Propios intereses, si ellos no tienen amor. Se lo podemos pedir en nombre de la Justicia, en nombre del respeto a los demás; el amor es necesario para todo Ello. Podemos pedirle a un juez que haga la justicia, pero si ese juez no Respeta a la persona humana, si ese juez no ama al ser humano y no ama a los demás, Será injusto. Los valores que nosotros necesitamos poner en práctica, y son Necesarios todos, necesitan un fundamento, un guía, que es el amor. Por eso, el Progreso de los pueblos, el bienestar de los pueblos, la mejor distribución de Las riquezas, todo aquello que nosotros deseamos no se dará en efecto y en Verdad, si los seres humanos son egoístas. De ahí que el camino del amor, la Vía del amor es y seguirá siendo el camino del desarrollo de los pueblos, del Respeto a las personas y de los derechos humanos.
Mencionando otro punto en el cual muchas veces se suele decir que Nuestra sociedad está deshumanizada y es deshumanizante. Porque en ella se ha Impuesto, y lo domina todo, la manera de pensar que sólo se interesa por el Propio bienestar, la propia utilidad, el confort y el consumo. De ahí la enorme Y brutal insolidaridad que reina por todas partes. El nivel de vida y las Aspiraciones de la gente están por encima de lo que da de sí la situación Económica. Por eso a casi nadie le llega el sueldo para cubrir las mil Necesidades que la misma sociedad nos ha creado mediante la propaganda y la Publicidad. De donde resulta que el dinero es el dueño y señor de la situación. Todo el mundo aspira a ganar más de lo que gana, para gastar más de lo que Gasta. Y no hay más ideal ni más meta en grandes sectores de la población. Es Cierto que siempre, de toda la vida, la gente ha querido ganar más y vivir Mejor. Lo que diferencia a la situación actual de las anteriores es que la Gente es incapaz de pensar en otros valores y en otros ideales que no sean los Que ofrece la sociedad del consumo y del confort. A esto se le ha llamado el Pensamiento y el comportamiento unidimensional, es decir, la gente sólo es Capaz de pensar y de actuar en esta única dimensión, la dimensión del Bienestar, del gasto, del consumo: los valores de la publicidad crean una Manera de vivir; es una manera de vivir mejor que antes, y en cuanto tal se Defiende contra todo cambio cualitativo, es decir, a la gente que no le hablen De otro tipo de sociedad ni de otro modelo de convivencia, porque lo que todo El mundo quiere y aspira a tener es el apartamento más lujoso, el mejor auto Que la publicidad nos mete en la cabeza, la ropa de marca, los viajes y de ahí Para arriba todo lo que se quiera.
Y mientras tanto, ¿qué hacemos los cristianos en tal estado de Cosas? Pues muy sencillo: los creyentes nos hemos subido, como todo el mundo, Al carro del consumismo y el bienestar, y galopamos más o menos felices por la Vida, mientras vemos a nuestro lado a millones de personas que se desangran. A Fin de cuentas, también los cristianos participamos del pensamiento y el Comportamiento unidimensional, con sus aterradoras consecuencias. Es verdad que La Iglesia, por boca de sus más altos representantes, no cesa de hablar de la Cuestión social, reclamando un orden más justo y humano a todos los niveles. Pero lo que ocurre a la hora de la verdad es que la oferta concreta que la Iglesia hace a este tipo de sociedad es integrada y asimilada por el Pensamiento unidimensional, sin que tal pensamiento se modifique para nada. Quiero decir que en la sociedad actual los servicios religiosos vienen a ser un Objeto más de consumo para la gente, de tal forma que esos servicios no tienen, De hecho y tal como se practican, el poder necesario para transformar la manera De pensar de la gente, y menos aún para cambiar sus pautas de comportamiento. Por eso en nuestra sociedad hay un alto “consumo religioso” (bodas, bautizos, Primeras comuniones, entierros, misas, comuniones), pero, tal como las cosas Suceden en concreto en la mayoría de los casos, resulta que tales servicios Religiosos no modifican la manera de pensar de la gente en lo tocante al dinero Y al consumo, es decir, en lo tocante a la solidaridad.
He hablado de la deshumanización de nuestra sociedad. Y he Indicado cómo la raíz de esa deshumanización es la pasión por el dinero, el Afán de lucro y todo lo que eso lleva consigo: rivalidades, enfrentamientos, Injusticias, sometimiento de unos hombres a otros, etc. Pues bien, en tal Estado de cosas se impone la necesidad de un cambio profundo y radical. Pero es Evidente que ese cambio no va a venir ni se va a producir por la dinámica Inherente al capital y a las instituciones basadas en el dinero y el Consumismo. Al contrario, el dinero y el consumismo generan cada vez más Inflación y más falta de trabajo, más desequilibrio entre unos pueblos y otros, Más hambre y más miseria. Por eso el cambio tiene que venir desde el interior De las personas, mediante una profunda conversión a los valores de la nueva Sociedad que presenta Jesús con las bienaventuranzas.
Por otra parte, todo esto nos viene a indicar que si la Iglesia Quiere decir a nuestra sociedad algo que valga la pena y que resulte efectivo, Tiene que ser a base de organizarse como conjunto de comunidades de fieles que Optan radicalmente contra el sistema basado en la ambición por el dinero, y Toman la determinación seria de compartir con los demás. En definitiva, se Trata de comprender que la Iglesia tiene que ser más carismática y profética, No sólo en sus palabras y en su predicación, sino sobre todo en su organización Y en sus comportamientos. Si la Iglesia se empeña en funcionar como Organización de servicios religiosos, poco o nada verdaderamente efectivo va a Decir a nuestra sociedad. La oferta concreta de la Iglesia a los hombres de Nuestro tiempo seguirá siendo asimilada e integrada por la sociedad del confort Y del consumo, de manera que los servicios religiosos serán, en la práctica, un Objeto más del consumismo imperante.
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