27 Mar

En el siglo IX, los distintos reyes cristianos se vieron incapaces de garantizar la protección militar a sus súbditos, por lo que se pusieron bajo la protección de los nobles de la zona, que se convirtieron en señores feudales.

El sistema del feudalismo se implantó pronto en todos los territorios peninsulares bajo la influencia franca de la Marca Hispánica.

Hacia el Siglo XI, la necesidad de proteger el territorio fue mayor. Lo que llevó a los nobles a romper sus vínculos con la autoridad real y hacer sus cargos hereditarios. Mientras, los campesinos dejaron de ser libres y desarrollaron un régimen de servidumbre y dependencia con los señores feudales, y acabaron convirtiéndose en siervos.

Como consecuencia de los repartimientos de tierra durante el periodo de la Reconquista, los señores feudales, el clero y las órdenes militares adquirieron territorios en el régimen señorial

El poder político ya no estaba solo en manos del rey, como en tiempos de Carlomagno, sino que lo compartíó con los diferentes señores feudales, que eran fuertes. A esto se le llamó fragmentación del poder político.

 Hubo una inexistencia de un poder centralizado y una ausencia de instituciones comunes como un único ejército o un solo código legal.

Estos territorios independizados se llamaron feudos y aparecíó una sociedad entorno a los contratos de vasallaje que establecieron el señor y un vasallo.


Si es vasallo era un campesino, recibiría una parcela para  trabajar a cambio de una renta, y si el vasallo era un noble, recibiría un feudo para gestionar, a cambio de apoyo militar para su señor.

Los contratos de vasallaje se ratificaron mediante una ceremonia, a la que llamaban juramente de fidelidad. Consistía en que el señor recibe a su vasallo tomándose de las manos y ambos jurando fidelidad eterna. Luego el señor entrega a su vasallo un símbolo del feudo, por ejemplo un puñado de tierra o monedas y por último el contrato se sellaba con un ósculo.

De este modo, a finales del Siglo XIII, la Península Ibérica estaba regida por una enorme red de relaciones feudales, surgiendo una sociedad estamental.

En esta sociedad, el clero y la nobleza constituyeron los grupos privilegiados, que se refería a que no tenían que pagar impuestos, tenían gran poder a la posesión de la tierra, recibían rentas las cuales el clero recibía obligatoriamente el diezmo, y por último, ejercieron derechos jurisdiccionales sobre sus feudos, que se refería a que ellos mismos juzgaban los delitos.

Por el contrario, los grupos no privilegiados, que eran los artesanos, una incipiente burguésía y campesinos, poseían el dominio útil de la tierra, pero debían pagarles impuestos a los privilegiados. También, estaban sometidos a su jurisdicción, y en el caso de los campesinos, eran desfavorecidos por numerosas obligaciones que les impónían los señores.


El nuevo
Estado musulmán que fue creado en la península ibérica, Al Ándalus, aportó un notable y floreciente desarrollo en contraposición con la de la España cristiana durante la Edad Media. Se integró en el marco general del comercio islámico, y gracias a Al Ándalus llegaron a Europa productos muy preciados.

Respecto a los cambios económicos, la agricultura estaba muy desarrollada. A la trilogía mediterránea se incorporaron nuevos productos y métodos intensivos de cultivo. También perfeccionaron los sistemas de regadío y la introducción del arroz, algodón, azafrán y caña de azúcar se debe a los musulmanes.

Por otro lado, la artesanía adquiríó una importancia excepcional. Destacaron talleres donde fabricaban artículos de lujo como marfiles, artículos de cuero o brocados. Se comerciaba con el mundo islámico y la Europa cristiana. En esta época las ciudades adquirieron una gran importancia y una se convirtió en la mayor ciudad de Europa occidental la cual era Córdoba.

Pasando a cambios sociales, la población se concentró en ciudades. Desde el punto de vista urbanístico predominaban los planos irregulares y las calles estrechas para garantizar la defensa contra el calor. La parte más antigua era la medina, que era presidida por la mezquita donde alrededor se encontraba el zoco y en la zona alta estaba la alcazaba.

La sociedad andalusí presentaba una notable pluralidad étnica y religiosa que a su vez era una sociedad muy jerarquizada, a pesar del igualitarismo que era predicado por la religión islámica. 


Los grupos más importantes se dividían en Árabes, que estaban los baladíes, los bereberes y los Judíos.

Por otro lado, estaban los hispanovisigodos que ocupaban el 98% de la población en la que se dividía en Muladíes que eran conversos al Islam y mozárabes que eran cristianos que vivían bajo el Islam y pagaban un tributo a los musulmanes.

Por último, están los cambios culturales, donde la España musulmana tuvo un elevado desarrollo cultural y científico. La creación de una importante red de escuelas y universidades contribuyó a reforzar la atracción que la cultura andalusí ejercíó sobre los reinos cristianos. Por otro lado, el desarrollo científico estuvo orientado hacia las ciencias prácticas, pero también se cultivó la filosofía, la historia, la geografía, la música y la literatura. La lengua árabe dejó también su importancia en la lengua castellana, la cual de este origen, contiene un gran número de palabras. Hubo manifestaciones artísticas como la Mezquita de Córdoba, la Alhambra de Granada o la Giralda de Sevilla.


Los romanos tras vencer a los cartagineses comenzaron la conquista de la Península, en el año 218 a.C. , encontrándose con una oposición.

El fin de la conquista llegó en tiempos de Augusto, quien fue el primer emperador romano a finales del siglo I.

Los romanos llamaron a su nuevo territorio Hispania y aplicaron un proceso de romanización, es decir, que sustituyeron la cultura e instituciones hispanas por las suyas propias.

Roma impuso en Hispania su estructura económica. Aplicaron la formación de latifundios, la propiedad privada de la tierra y el uso de la moneda entre otros. La actividad agrícola y ganadera continuó siendo la base económica y gracias al sistema de la calzada, la artesanía y el comercio tuvieron un intenso desarrollo en las ciudades.

También se asentó una estructura social basada en la formación de las clases según su riqueza. Habían dos títulos; los ciudadanos romanos y los ciudadanos latinos. Los primeros tenían muchos privilegios y un alto honor aunque este título solo lo tenía gente que colaboraba con Roma. Al principio, a muchos se le otorgó el otro título que significaba tener menos privilegios pero con el paso del tiempo todos los habitantes obtuvieron el título de ciudadano romano.  El ejército fue una importante vía de romanización, ya que los soldados llevaban la lengua, creencias y costumbres por todo el Imperio.


Con la romanización las ciudades, que en los inicios eran campamentos militares, aumentaron y se convirtieron en el centro administrativo, jurídico, político y económico. Se llenaron de edificaciones y las calzadas comunicaban las ciudades entre sí y con el resto del Imperio. La carretera que iba de Hispania a Roma se llamó Vía Augusta.

Por último, introdujeron nuevos elementos culturales como la lengua común que era el latín, la religión romana y más tarde la cristiana y el derecho romano.


Los descubrimientos geográficos tuvieron una profunda repercusión en la evolución histórica posterior. Supuso, entre otros aspectos, el final del aislamiento europeo y el asentamiento de las bases de la futura hegemonía mundial de Europa.

Hubo cuatro tipos de consecuencias; Respecto a las demográficas, las colonias tuvieron que emigrar, absorbiendo los excedentes de la población europea. También hubo mestizaje racial, trata de esclavos negros e intercambio continental de enfermedades, que contribuyó al  descenso de la población indígena.

Pasando a las consecuencias económicas, se produjo el desplazamiento de la actividad comercial desde el Mediterráneo hacia el Atlántico. Los metales preciosos que llegaban de América sirvieron para colmar la necesidad de medios de pago y fomentaron al atesoramiento de oro, y el comercio internacional se incrementó formando nuevos mercados y nuevas materias primas.

La creación de grandes imperios coloniales y el conflicto por el control de los mares, fueron las consecuencias políticas.

Por último, en las culturales, los valores de los pueblos europeos, junto con su lengua, religión, arte, sentido del derecho y su forma de concebir el mundo, fueron llevados a las nuevas tierras. También, la llegada de europeos trajo consigo la destrucción de las civilizaciones existentes y la configuración de un nuevo tipo de sociedad en la que la población blanca adquiríó una posición dominante.

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