11 Jul

Antecedentes

Tras la muerte de Franco en 1975, España inició un periodo de reformas políticas en un contexto de crisis económica. La sociedad y la clase política demandaban cambios, pero el sector inmovilista se resistía.

El Rey y el Gobierno de Arias Navarro

El Rey Juan Carlos I avanzó con cautela, manteniendo a Arias Navarro al frente del Gobierno. Este inició medidas de liberalización progresiva, como un indulto general y el nombramiento de Torcuato Fernández de Miranda como presidente de las Cortes.

La Oposición Democrática

La oposición democrática, dentro y fuera de España, exigía una amnistía política, la legalización de partidos y sindicatos, y elecciones libres.

Los Sucesos de Vitoria y Montejurra

Estos sucesos evidenciaron la incapacidad de Arias Navarro para controlar la situación. El Rey forzó su dimisión y nombró a Adolfo Suárez Presidente del Gobierno.

El Gobierno de Adolfo Suárez y la Transición Democrática

Suárez inició el proceso de Transición Democrática, decretando una segunda amnistía y contactando con líderes de la oposición. En 1976 presentó su Proyecto de Reforma Política, aprobado en referéndum por el 94% de los españoles.

La Violencia Política

La democratización se vio empañada por la violencia de grupos como ETA, GRAPO y terroristas de ultraderecha. El asesinato de cinco abogados laboralistas comunistas en la calle Atocha conmocionó a la sociedad.

La Legalización de los Partidos Políticos

En febrero de 1977 comenzó el proceso de legalización de partidos. Suárez se reunió con Carrillo, quien aceptó reconocer la monarquía a cambio de la legalización del PCE. El 9 de abril se anunció la legalización del PCE.

Las Elecciones de 1977

En las elecciones de junio de 1977, la UCD de Suárez obtuvo la mayoría, seguida por los socialistas, comunistas, nacionalistas y populares.

Los Pactos de la Moncloa

Para estabilizar la economía, se firmaron los Pactos de la Moncloa, que incluían medidas impopulares como la contención salarial y la devaluación de la peseta.

La Constitución de 1978

El diseño de la Constitución se basó en el consenso entre partidos. Una comisión redactó un anteproyecto que se debatió en las Cortes. La Constitución de 1978 fue aprobada en referéndum con el 88% de los votos a favor.

Estructura y Principios de la Constitución

La Constitución establece una monarquía parlamentaria, la soberanía popular y la separación de poderes:

– Ejecutivo: Presidente del Gobierno elegido por el Congreso de los Diputados. – Legislativo: Cortes bicamerales (Congreso y Senado). – Judicial: Jueces y Tribunales, con el Tribunal Supremo y el Tribunal Constitucional como máximos órganos.

Declaración de Derechos

La Constitución incluye una amplia Declaración de Derechos, que garantiza la igualdad, la libertad de expresión, asociación, manifestación y huelga, y el derecho a la educación, el trabajo y la salud.

Descentralización del Estado

La Constitución establece la descentralización del Estado, con la creación de comunidades autónomas. Cataluña, Galicia y País Vasco accedieron rápidamente al autogobierno, mientras que otras regiones lo hicieron más lentamente. El traspaso de competencias ha sido complejo y ha generado debates sobre el alcance de las autonomías.

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