30 Jul

1. UNIÓN EUROPEA

1.2. La construcción de la UE

La Unión Europea es una organización supranacional de países europeos soberanos e independientes que delegan parte de su soberanía en unas instituciones comunes.

a) El Proceso de integración: los tratados.

Los tratados fundacionales fueron los de París y Roma y sentaron las bases de la integración económica. Los restantes tratados introdujeron modificaciones, a medida que fue avanzando la integración

  • Tratado de París (1951): Crea la CECA
  • Tratado de Roma (1957): Establece la CEE
  • Acta Única Europea (1986): Fue la primera reforma de los tratados fundacionales
  • Tratado de Maastricht o Tratado de la Unión Europea (1992): los Estados ceden soberanía en favor de la Unión para alcanzar una unión económica y monetaria;
  • Tratado de Lisboa (2007): Introdujo mejoras respecto a la situación anterior

El proceso de ampliación, paralelamente al proceso de integración, aumentó el número de miembros de la Europa unida de seis a veintiocho (27 con la salida del Reino Unido)

En 1951 y 1957 los seis países fundadores fueron Francia, RFA, Italia, Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo.

  • En 1973 se incorporan a la CEE Dinamarca, Irlanda y Reino Unido.
  • Entre 1981 y 1986, Grecia, Portugal y España (1986)
  • En 1995 entraron Suecia, Finlandia y Austria.
  • En 2004 tuvo lugar la mayor ampliación de la historia, con la incorporación de las repúblicas bálticas, Estonia, Letonia y Lituania; estados de Europa central y oriental
  • En 2007 se incorporaron Rumanía y Bulgaria.
  • Y en 2013, Croacia.

1.2. Instituciones y órganos de la UE

El funcionamiento de la Unión Europea necesita unas instituciones encargadas de los distintos asuntos de su competencia y de la elaboración y desarrollo de las políticas comunes, estos son:

  • Consejo Europeo: máximo órgano político de la UE.
  • Consejo de la Unión Europea
  • Parlamento Europeo
  • Comisión Europea
  • Tribunal de Justicia
  • Tribunal de Cuentas
  • Banco Central Europeo

1.3. España en el contexto de la UE y balance de la adhesión

España ingresó en la CEE en 1986, casi treinta años después de su creación. Las razones de este retraso fueron políticas (la dictadura de Franco) y socioeconómicas, ya que España presentaba un notable atraso. La integración española fue resultado de un proceso de convergencia: políticamente, España se democratizó y, económicamente, la crisis de 1975 puso de manifiesto las graves limitaciones de la economía española y las reformas iniciadas en 1977 en los Pactos de la Moncloa, prepararon su futura integración.

Consecuencias de su integración

a) En el terreno político reforzó el reciente sistema democrático español y el Estado de derecho.

b) En el terreno económico, España presentaba un notable atraso respecto a la CEE en el momento de su ingreso: su tasa de paro duplicaba la europea, el PIB per cápita era muy inferior y las actividades económicas se caracterizaban por una baja productividad que les restaba competitividad. La adhesión a la CEE tuvo las siguientes repercusiones:

  • Puso fin a décadas de aislamiento y de evolución económica divergente respecto a los países de Europa Occidental y le permitió a España acceder a un amplio mercado único.
  • Obligó a realizar reformas para adaptarse a la economía y a las políticas comunitarias sobre agricultura, pesca, industria, transportes, comercio, etc. Para ello hubo que realizar un importante esfuerzo de modernización técnica, aumento de la calidad, de la competitividad y del cuidado ambiental.
  • En este esfuerzo contó con importantes ayudas económicas. Hasta 2006 España fue el país más beneficiado por los fondos europeos y participó en numerosos proyectos que favorecieron su desarrollo económico (redes europeas de transporte, cooperación industrial, I+D).

c) En el terreno social, al ingresar en la CEE, España carecía de un Estado del bienestar homologable al de los otros países miembros. Desde entonces, las administraciones públicas dedicaron un gasto creciente a su creación y consolidación, a pesar de la coyuntura económica adversa, con dos profundas recesiones.

La posición actual de España en la UE se caracteriza por:

  • Su localización geográfica, en el extremo sureste del continente, es claramente periférica respecto al espacio central europeo y se acentuó con el ingreso de nuevos países.
  • Su posición geoestratégica, en una encrucijada de mares y continentes, favorece su papel de mediación entre la UE y los ámbitos atlántico y mediterráneo.
  • Su superficie y su población sitúan a España como el segundo estado comunitario más extenso, después de Francia, y el 4º más poblado, aunque su densidad de población se encuentra por debajo de la media europea.
  • Sus rasgos socioeconómicos colocan a España en una posición intermedia entre los países más avanzados y los estados que ingresaron en las tres últimas ampliaciones.

2. España en el Mundo

El proceso de globalización o mundialización es la creciente interdependencia de los espacios geográficos del planeta en todos los ámbitos: económico, político, social, cultural y ambiental, aunque, en este caso, solo nos vamos a centrar en los aspectos económicos. Las causas que favorecieron el actual proceso de globalización son:

  • La mejora de los transportes y de las telecomunicaciones
  • La generalización del sistema capitalista
  • La actuación de ciertos agentes, como las empresas multinacionales y algunas organizaciones internacionales. Las organizaciones internacionales que favorecen el proceso de globalización son: la Organización Mundial del Comercio (OMC), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el G-20

La globalización de la economía implica la interdependencia mundial en la producción, intercambio y consumo de bienes.

2.2. El nuevo escenario geopolítico

El mundo de hoy es, en gran parte, el resultado de la crisis y hundimiento del bloque comunista y del triunfo del sistema capitalista, favorecido por el extraordinario desarrollo de las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación, factores todos que caracterizan el actual fenómeno de la globalización. Las relaciones económicas, sociales y culturales que el capitalismo estableció entre los diversos países y regiones de la Tierra crean situaciones de colaboración e intercambio, pero también de dependencia y de dominio político, social y económico.

La desigualdad en el mundo

El proceso de globalización tiene lugar en un mundo en el que existen fuertes desigualdades entre territorios.

Los países desarrollados se sitúan, en su mayoría, en la zona templada del hemisferio norte, por lo que reciben también la denominación de países del Norte. Sus características son:

  • La riqueza de su economía, basada en las actividades industriales y de servicios más avanzadas y relacionadas con la innovación tecnológica.
  • Un bajo crecimiento demográfico, debido a las bajas tasas de natalidad y mortalidad y un fuerte envejecimiento
  • Una intensa urbanización.
  • La sociedad cuenta con una amplia clase media y un alto nivel de vida, que se manifiesta en una elevada capacidad de consumo y en la disponibilidad de infraestructuras y servicios.
  • Estabilidad política, con una tradición democrática consolidada y paz social

Existen contrastes internos, pero tienden a paliarse con la difusión de las actividades económicas hacia espacios menos saturados y mediante políticas de desarrollo local y regional.

Los países subdesarrollados se sitúan en su mayoría al sur de los desarrollados, por lo que también reciben la denominación de países del Sur. Son los países de América Latina, el sur de Asia y África. Sus características son el desequilibrio económico, demográfico, urbano, social y territorial y la inestabilidad política.

Comercio desigual, deuda externa

El sistema de intercambios entre centro y periferia es desigual: los centros exportan productos de alto valor y tecnología, realizan inversiones y conceden empréstitos para el desarrollo, ofrecen servicios avanzados y proporcionan cuadros técnicos y trabajadores cualificados. Las periferias exportan materias primas, productos agrícolas y manufacturas baratas, por lo que padecen una elevada deuda externa, pierden capitales como pago de los intereses de los empréstitos de la deuda externa o de la compra de patentes, ofertan lugares de turismo y ocio y proporcionan mano de obra barata.

El resultado de estos intercambios desiguales favorece a los centros y lastra el desarrollo de las periferias. Para intentar solucionar este problema está la ayuda al desarrollo.

Posición de España en el mundo

La economía española es de las más desarrolladas y la población goza de un elevado nivel de bienestar. Para analizar su posición en el conjunto mundial conviene tener en cuenta diversas variables.

  • Extensión. España ocupa por su extensión (505.990 Km) el lugar cincuenta y uno en la clasificación mundial, de manera que se considera un territorio relativamente grande.
  • Población. Si ordenamos los países por su población, España ocupa un lugar destacado, por lo que se puede considerar un país poblado.
  • Riqueza: España, con un PIB por habitante de 25.460 euros (2021), es un país rico que forma parte del conjunto de países desarrollados en el mundo. España pertenece a la Unión Europea y, como tal, está incluida en el grupo de países económicamente más poderosos del planeta.
  • Desarrollo: España ocupa el lugar número veinticinco (2019) en la clasificación mundial (0,904 de índice). Todos estos datos vienen a confirmar que formamos parte del pequeño grupo de habitantes del planeta que goza de las condiciones de vida más favorables.
  • Proyección cultural: España es un país multilingüe, en el que los diversos idiomas constituyen una riqueza cultural.
  • Presencia en organizaciones internacionales: España, debido a la Guerra Civil y a la dictadura franquista, vivió aislada del ámbito internacional entre los años 1939 y 1959. Actualmente es miembro de la ONU, UE, participa en organizaciones internacionales entre las que destaca la OTAN, y tiene un papel muy importante en organizaciones económicas como la OCDE.

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