06 Jul

LAS DEMOCRACIAS POPULARES EN LA EUROPA CENTRAL Y ORIENTAL. LA URSS DE STALIN A BRÉZHNEV

1. STALIN Y LA URSS DESPUÉS DE LA GUERRA

Después de la Segunda Guerra Mundial, el Partido y el Estado se unieron en la Unión Soviética para llevar a cabo un proceso de nacionalismo soviético. Durante la guerra, este proceso ya se había iniciado y se mantuvo después del conflicto. Como parte de esta unión, el país se modernizó y su economía resurgió gracias a los planes quinquenales. Sin embargo, este proceso no se llevó a cabo sin consecuencias. La represión contra cualquier tipo de oposición o minorías fue fuerte, y muchos sufrieron las consecuencias de esta política represiva. Además, el culto a la personalidad de Stalin se volvió cada vez más prominente, creando una atmósfera de terror y sumisión en la sociedad soviética.

1.1 ECONOMÍA

Durante el periodo posterior a la IIGM, la Unión Soviética implementó el IV y V Plan Quinquenal para modernizar su economía. Se otorgó prioridad a la industria pesada y se transformaron los sectores bélicos en sectores civiles. El plan resultó exitoso, superando las cuotas prebélicas de producción en 1950. Sin embargo, surgieron problemas. El exceso de burocratización llevó a un sistema ineficiente, y la potenciación de las industrias pesadas desatendió otros sectores económicos importantes. La extensión de los koljoses también resultó ineficiente, disminuyendo la productividad. Además, la emigración campo-ciudad aumentó, lo que afectó a la producción agrícola y generó problemas sociales en las ciudades. A pesar de esto, la URSS creó un urbanismo peculiar, adaptado a las necesidades del crecimiento industrial, sobre todo en Siberia y en los Urales. Esto dio lugar a la creación de ciudades monoindustriales, que fueron clave en la transformación de la economía soviética.

1.2 A NIVEL POLÍTICO

Durante el régimen de Stalin en la Unión Soviética se estableció un sistema de centralismo en las decisiones políticas, en el que el poder se centraba en manos de Stalin y los órganos colegiados perdían importancia. El Politburó (Comisión política del Comité Central del Partido Comunista) se convirtió en un órgano asesor y todas las decisiones debían pasar por Stalin. Para reforzar su poder, se creó un culto al líder que se manifestaba a través de propaganda y realismo socialista. Las instituciones, la burocracia, las organizaciones educativas, las organizaciones del partido y los órganos represores del Estado eran utilizados para promover la figura de Stalin. Se idealizaba su preocupación por la juventud y los niños, con quienes tenía una estrecha relación. Los periódicos publicaban constantemente fotografías de Stalin sonriente, rodeado de niños. La propaganda también incluía retratos de Stalin que se destacaban de los líderes del partido en retratos grupales, con su nombre siempre en mayúsculas y en un lugar privilegiado. Además, se utilizaba la figura de Lenin para legitimar a Stalin.

El realismo socialista, la cultura oficial soviética, se fundamentaba en un nacionalismo ruso a ultranza, una censura rígida en los medios de comunicación y un control absoluto sobre la creación cultural. Se estableció un pensamiento único y se reprimió brutalmente la disidencia y las minorías étnicas a través del gulag.

2. SOVIETIZACIÓN DE EUROPA DEL ESTE

Después de la IIGM, Stalin buscó crear una barrera de seguridad en Europa del Este para proteger la Unión Soviética de posibles amenazas occidentales. Así, desde Polonia hasta la península balcánica, pasando por Alemania, se estableció un cordón fronterizo que se convertiría en la base de la futura “Cortina de Hierro”.

Entre 1945 y 1948, se pusieron en marcha las bases teóricas y prácticas para establecer el sistema socialista soviético en Europa del Este. Este procesó constó de tres etapas:

  • La primera, entre 1945 y 1946, se formaron gobiernos de coalición dirigidos por los partidos comunistas y apoyados por las fuerzas de ocupación soviéticas.
  • En la segunda etapa, entre 1946 y 1947, los partidos comunistas tomaron el control absoluto del poder, acabando con cualquier pluralismo político que hubiera existido. La URSS rechazó el Plan Marshall y forzó a los países de su órbita a rechazarlo también. En este periodo, se fundó la Kominform para coordinar las actividades de los partidos comunistas en Europa del Este.
  • La tercera etapa, entre 1947 y 1948, culminó el proceso de toma de poder de Europa del Este. Los satélites soviéticos quedaron consagrados, y en 1949 se formó el COMECON para coordinar la economía de los países socialistas. En este momento, se consolidó el sistema Partido-Estado y se establecieron regímenes totalitarios en la mayoría de los países de Europa del Este. Sin embargo, Yugoslavia, liderada por Tito, pretendía crear una confederación balcánica, lo cual generó un enfrentamiento con la Unión Soviética. Stalin apartó a Yugoslavia del bloque soviético y la expulsó del Kominform.

3. YUGOSLAVIA

En 1945, tras la IIGM, el mariscal Tito consigue la retirada de las tropas soviéticas de Yugoslavia. Ese mismo año, proclama República Popular Federativa de Yugoslavia, conformada por seis naciones y dos regiones autónomas. Entre 1946 y 1947, se lleva a cabo un proceso de socialización en el país, con la depuración de la oposición política, la nacionalización de la industria y la banca, y la colectivización agraria.

Sin embargo, en 1948, Yugoslavia rompe con la URSS y es expulsada del Kominform, frustrando así el proyecto de crear una unión balcánica con Albania y Bulgaria. En 1949, se establecen acuerdos comerciales con países occidentales.

En 1956, Tito inicia una política de coexistencia pacífica e independencia ante los bloques oriental y occidental. Además, se reúne con los promotores del Tercer Mundo, como Nasser y Nehru. De esta forma, Yugoslavia se separa de la órbita soviética y adopta un modelo socialista autónomo y menos ortodoxo que el de otros países de Europa del Este.

4. ALBANIA

En cuanto a Albania, tras la IIGM, el gobierno del Frente Popular liderado por Enver Hoxha tomó el poder del país. En los primeros años, tras la ruptura de Yugoslavia con la URSS, Albania se acercó a la Unión Soviética, obteniendo ayuda económica de esta última. Sin embargo, en 1959, el país comenzó a alejarse de la URSS y a acercarse a China, liderada en ese momento por Mao Zedong. La relación con la Unión Soviética se deterioró aún más en 1961, cuando Albania rompió las relaciones diplomáticas con Moscú. A partir de ese momento, Albania se convirtió en uno de los pocos países del mundo que mantenía relaciones amistosas con China, y adoptó una línea política independiente y aislacionista.

La economía del país se mantuvo en gran medida estancada y aislada del mundo exterior durante décadas, y sólo comenzó a abrirse al capitalismo y al mercado libre después de la caída del régimen comunista en 1991.

5. POLONIA


Tras la Segunda Guerra Mundial, Polonia se convirtió en un escenario de luchas políticas y
sociales. En 1945, el Comité de Lublin, apoyado por la Unión Soviética, se proclamó como
gobierno, generando protestas del gobierno del exilio en Londres. Durante los siguientes años,
se libraron intensas luchas entre los nacionalistas y los comunistas por el poder.
En 1947, el bloque democrático logró la victoria electoral, lo que llevó a la presidencia a
Bierut. Se detuvo a políticos “burgueses” y se acusó de “desviacionismo” a algunos
comunistas como Gomulka. En 1949 se coordinó el ejército y se crearon tensiones con la

Iglesia católica, que fomentaba el nacionalismo y generaba resistencia pasiva en la población
católica.
En 1956 hubo una insurrección en Poznan, que fue reprimida por las tropas soviéticas. Sin
embargo, en 1957, Gomulka logró una victoria electoral y se excluyó a los estalinistas.
Durante su mandato, se implementó una política económica relativamente independiente con
ayuda económica de Estados Unidos. A pesar de ello, se apoyó la política exterior de la Unión
Soviética.

6. STALIN FALLECE EN 1953. LEGADO
En 1953, Stalin fallece después de haber ejercido un fuerte control sobre la Unión Soviética y
haber consolidado su poder. Durante su gobierno, la URSS se convirtió en una potencia
ideológica y económica mundial, y mantuvo bajo su hegemonía a las democracias populares
del este de Europa. Sin embargo, también impuso una brutal represión que dejó a la disidencia
y otras minorías en situación extrema.
El Partido Comunista se convirtió en una compleja, lenta e ineficaz máquina burocrática al
servicio del poder de Stalin, y el culto a su figura se ha extendido hasta el día de hoy. Tras su
muerte, comenzó la etapa de desestalinización, con Nikita Kruschev a la cabeza, que trató de
distanciarse de las políticas y prácticas de Stalin.

7. KRUSCHEV, LA “DESESTALINIZACIÓN” Y LA
COEXISTENCIA PACÍFICA. 1955-1964
El periodo de Kruschev al frente del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS) entre
1955 y 1964, se caracterizó por su voluntad renovadora y de desmontar el engranaje
estalinista. Entre sus medidas, destacó la eliminación casi total del gulag, lo que puso en
entredicho las bondades del sistema socialista en Occidente.
El momento clave de la desestalinización fue el XX Congreso del PCUS en 1956, donde se
presentó el Informe Secreto. En este, Kruschev criticó la etapa estalinista y redefinió la
relación con el bloque capitalista, apostando por la coexistencia pacífica. Sin embargo, no
desmanteló el sistema burocratizado creado durante el estalinismo, lo que limitó el alcance de
sus reformas.

7.1 SITUACIÓN EN LA AGRICULTURA
Durante la época soviética, la agricultura era un sector fundamental para alimentar a la
población. Sin embargo, heredó una falta de inversión y de incentivos para los agricultores
durante la era de Stalin.
En un intento por mejorar la situación, se aumentaron las inversiones, incluyendo la compra
de maquinaria agrícola, pero la situación no mejoró significativamente. La falta de incentivos
para el campesinado y la falta de cambios en la organización colectivista del trabajo
impidieron el desarrollo del sector.
La operación “Tierras Vírgenes” en Kazajistán es un caso paradigmático: se intentó crear un
sistema estatal de explotación extensiva para crear una zona cerealística de 35 millones de
hectáreas, se invirtió mucho, pero no dio los resultados esperados.
En definitiva, aunque se realizaron esfuerzos para mejorar la agricultura, la falta de reformas
estructurales impidió que este sector tuviera un desarrollo significativo.

7.2 LA COEXISTENCIA PACÍFICA
En el XX Congreso del PCUS en 1956, Kruschev anunció la nueva política exterior de la
URSS: la “coexistencia pacífica”. Esta estrategia se basaba en la toma de conciencia de las
consecuencias catastróficas de una guerra nuclear, en un momento en que tanto la URSS
como Estados Unidos acumulaban suficientes armas nucleares para destruir varias veces a su
enemigo (“equilibrio del terror”). La “coexistencia pacífica” se fundamentaba en la necesidad
de un largo periodo de paz que permitiera a Kruschev emprender sus proyectos faraónicos de
modernización económica, como la construcción de presas gigantes en el Volga y la
irrigación de grandes zonas semidesérticas en Asia Central.
Kruschev se mostraba optimista sobre el futuro soviético y escéptico ante la inevitabilidad de
una guerra. Fijó en el plazo de una generación el tiempo necesario para superar a Estados
Unidos en el terreno económico e imponerse en la Guerra Fría. Este giro de la política
exterior soviética se debía en parte al sentimiento de relativa seguridad que la URSS sentía
desde que poseía el arma nuclear y los medios para lanzarla en cualquier parte del territorio
enemigo.

8. HUNGRÍA 1956. LA OPOSICIÓN A LA TUTELA DE LA
URSS
En la década de los 50, el bloque soviético atravesaba una crisis de identidad, que se agravó
con el Informe Secreto de Kruschev. En Hungría, el gobierno autoritario de Rakosi reprimía
cualquier disidencia. En 1956, se produjeron movimientos revisionistas en Polonia y Hungría,
debido al empeoramiento de las condiciones de vida y la falta de libertades. El 23 de octubre,

una manifestación estudiantil en Budapest desató una revuelta social que fue violentamente
reprimida. La revuelta se extendió rápidamente y el Partido Comunista perdió apoyos por
todo el país.
Imre Nagy, líder proclive al aperturismo, volvió al poder y comenzó negociaciones con
Moscú para lograr que el Ejército Rojo abandonara definitivamente Hungría. El 1 de
noviembre, Nagy anunció la salida del país del Pacto de Varsovia y solicitó que se reconociera
a Hungría como país neutral bajo amparo de las grandes potencias. Moscú no toleró estas
decisiones y el 4 de noviembre, los tanques soviéticos entraron a Budapest.
Nagy se refugió en la embajada yugoslava, mientras que un nuevo gobierno
“obrero-campesino” dirigido por Janos Kadar, apoyado por los ocupantes soviéticos, afirmó
que la “contrarrevolución” había sido derrotada y el orden restaurado. Kadar anunció
negociaciones para la retirada de las tropas soviéticas, aunque Hungría continuaría en el Pacto
de Varsovia. Nagy fue deportado a Rumania y ejecutado en 1958.

8.1 CONSECUENCIAS
Las consecuencias fueron dramáticas. La huelga general y los enfrentamientos con las tropas
soviéticas fueron muy intensos y violentos. Miles de personas perdieron la vida, y los
destrozos fueron importantes. Además, más de 200.000 personas se vieron obligadas a
exiliarse, especialmente aquellas pertenecientes a las clases más educadas.
La revuelta también tuvo importantes consecuencias políticas y diplomáticas. La dinámica de
bloques volvió a funcionar, y Occidente se abstuvo de intervenir bajo el argumento de que se
trataba de un “asunto interno” del bloque soviético. Esto demostró que la división del mundo
en dos bloques había vuelto a endurecerse después de un breve periodo de relativa distensión.

9. PLAN SEPTENAL. 1959-1965
El Plan Septenal fue una iniciativa lanzada por el gobierno soviético en 1959 con el objetivo
de descentralizar la economía y reducir la influencia de Moscú en la dirección económica del
país. Se buscaba crear Consejos Económicos Regionales que fueran más cercanos a los
problemas reales en las principales zonas industriales de la Unión Soviética.
Sin embargo, el plan fracasó debido a la oposición del funcionariado del Partido y los poderes
locales, que preferían seguir con la doctrina del centralismo estalinista. Además, el éxodo
rural continuaba, con 13 millones de personas abandonando las aldeas colectivizadas entre
1956 y 1959, debido a la precariedad de sus condiciones de vida

10. AHONDAR EN LA DESESTALINIZACIÓN. AÑOS 60
Durante los años 60, el líder soviético Nikita Kruschev profundizó en el proceso de
desestalinización para afianzar su poder. Se hicieron públicos los crímenes de Stalin y se
eliminó progresivamente la simbología y nomenclatura relacionada con el culto a la
personalidad. Además, se acentuó la lucha contra los privilegios de altos cargos de los años
estalinistas.
Aunque se toleró cierta apertura cultural, como la publicación de “Un día en la vida de Ivan
Denisovich” y la revista “Novy Mir”, que criticaba el sistema comunista, Kruschev se
enfrentó a una fuerte oposición de los burócratas del Partido cuando, en 1961, propuso acabar
con la dictadura del proletariado y avanzar hacia la sociedad comunista en el Congreso del
PCUS. Finalmente, Kruschev fue destituido como secretario general en 1964.

11. RELACIÓN DE KRUSCHEV CON USA: DESHIELO Y
CRISIS
La relación de Kruschev con Estados Unidos tuvo momentos clave durante su liderazgo en la
Unión Soviética. En 1959, Kruschev viajó a Estados Unidos para reunirse con el presidente
Eisenhower, un hito histórico en la Guerra Fría y un símbolo del deshielo entre los dos países.
Sin embargo, esta buena relación se vio amenazada en 1962, cuando se produjo la crisis de los
misiles en Cuba. La Unión Soviética había instalado misiles en Cuba, lo que provocó una
respuesta enérgica de Estados Unidos.

11.1 CRISIS MISILES, 1962
La Crisis de los Misiles en Cuba de 1962 tuvo importantes precedentes que explican el
conflicto. En primer lugar, en 1959 triunfa la revolución castrista en Cuba, lo que preocupa a
Estados Unidos por su cercanía geográfica. Además, Estados Unidos situó misiles en Turquía
e Italia, ambos miembros de la OTAN, lo que generó preocupación en Moscú porque podrían
llegar a la capital soviética.
En 1961, hubo un intento de invasión a Cuba por parte de Estados Unidos que fue derrotado
en la Bahía de Cochinos. Este fracaso generó una mayor tensión entre ambos países. En ese
mismo año, Kruschev propone a Castro poner misiles en la isla, lo que se conoce como
“Operación Añadir”

La crisis estalló en octubre de 1962, cuando Estados Unidos descubrió la presencia de misiles
soviéticos en Cuba. En respuesta, se estableció un bloqueo a la isla y los países de la
Organización de Estados Americanos secundaron la medida. La tensión fue máxima, pero no
llegó a desencadenarse una guerra. Los soviéticos no enviaron barcos por temor a que un
ataque pudiera desencadenar una guerra total.
El inicio de la resolución de la Crisis de los Misiles de Cuba se gestó a partir del mensaje
personal que envió Kruschev a Kennedy el 26 de octubre de 1962, en el que propuso un
acuerdo para la retirada de los buques soviéticos a cambio de una declaración pública de
EEUU renunciando a derrocar el régimen castrista y no patrocinar ningún ataque bélico con
ese fin.
Sin embargo, al día siguiente, el “Sábado Negro”, un avión espía estadounidense fue
derribado por un avión soviético, lo que aumentó aún más la tensión. A pesar de esto, las
negociaciones continuaron en paralelo, sin la participación del gobierno cubano, que afirmaba
que una invasión estadounidense era inminente. Es importante destacar que durante toda la
crisis, el arsenal nuclear estuvo bajo la tutela exclusiva de la URSS, lo que aumentó el riesgo
de una guerra nuclear.
Después de una tensa negociación entre Estados Unidos y la Unión Soviética, la Crisis de los
Misiles en Cuba de 1962 llegó a su fin el 28 de octubre de ese año. En el acuerdo, la URSS se
comprometió a retirar los misiles nucleares de la isla, mientras que Estados Unidos acordó no
invadir Cuba y retirar los misiles que tenía en Turquía. La resolución del conflicto se logró sin
la participación del gobierno cubano y se considera un éxito diplomático ya que evitó una
posible guerra nuclear.
Entre las consecuencias más importantes de la crisis de los misiles en Cuba, se destacan que
se igualó el teatro de operaciones de la Guerra Fría, se evidenció la estrategia de disuasión (en
la que ambas superpotencias comprendieron que un ataque directo podría llevar a una
destrucción mutua asegurada), y comenzó lo que se conoció como la coexistencia pacífica, un
periodo de distensión y diálogo entre EEUU y la URSS.

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