01 May
La Existencia Limitada y los Grados del Ser
En cada especie de seres, su existencia se encuentra limitada por su esencia. Para Tomás de Aquino, no todos los seres tienen su existencia limitada, distinguió una serie de grados de ser. Existen seres más perfectos que otros, pero en la cumbre se encuentra el ser más perfecto, Dios. Mientras que en el resto de los seres su existencia está limitada por su esencia, la existencia de Dios carece de límites. Dios, su esencia coincide con su existencia porque su esencia consiste en existir. De este modo, Dios es la existencia, el ser que existe en sí mismo, mientras que el resto de los seres se limitan a participar de ella.
Ser en Sí y Ser por Otro
Tomás de Aquino distinguió entre el ser que es en sí y los seres que son por otro. Los seres que son por otro son contingentes, no tienen en sí la razón de su existencia y pueden dejar de ser. El ser que es en sí, es en sí mismo necesario y jamás podrá dejar de existir. Dios es el ser en sí, mientras que el resto de los entes son causados por otro. Dios será absoluto e independiente.
La Creación
Según el concepto de la creación de Tomás de Aquino, Dios creó el mundo de la nada (creatio ex nihilo). De este concepto, deducimos que todos los seres surgieron gracias al acto creador de la divinidad y que la creación es un acto único que exige una potencia infinita. Santo Tomás subraya que la creación es un acto libre de Dios, causado por la perfección divina. No es solo el motor del mundo, sino el creador de todo; que además conserva el mundo por medio de una creación continua.
Orden Jerárquico de las Criaturas
Antes de ser creadas, las cosas existen en la mente divina. Si Dios es inteligencia pura, debe contener en su mente todas las formas de lo que luego serán las formas de los diferentes seres. Entre las criaturas hay un orden jerárquico siendo los más perfectos los que están más cerca de Dios y los menos perfectos los cuerpos. En la cúspide de esta jerarquía estarían los ángeles, criaturas finitas, inmateriales y simples. Al no tener materia, que es principio de individuación, los ángeles son especies en sí mismos.
Distinción Esencia-Existencia
Para explicar la composición de los seres, Tomás de Aquino introduce la distinción esencia-existencia. Hay seres finitos inmateriales cuya esencia es sólo forma y tienen existencia, los ángeles y las almas, y seres finitos materiales cuya esencia es materia y forma y tienen existencia.
Las Cinco Vías para Demostrar la Existencia de Dios
La teología natural (teodicea) se ocupa del conocimiento de la divinidad a las solas luces de la razón humana. A este propósito, uno de los capítulos fundamentales de la Suma teológica lo constituyen las cinco vías para demostrar la existencia de Dios. El único modo posible de demostrar la existencia de Dios es a posteriori. La existencia de Dios únicamente se puede demostrar mediante argumentos que partiendo de las cosas de este mundo, puedan conducirnos a su causa primera, es decir, a Dios.
Las cinco vías de Tomás de Aquino son cinco argumentos para demostrar la existencia de Dios. Tomás de Aquino, partiendo de datos captados por los sentidos, y aplicando el principio de causalidad, se remontó desde el mundo que nos rodea hasta la realidad divina.
Primera Vía: El Motor Inmóvil
Vemos cosas que se mueven. Si aquello que se mueve no se mueve por sí, es necesario que sea movido por otro. En la serie de los seres actuales que mueven a otros y que, a su vez, son movidos, no podemos proceder al infinito, ya que dicho proceso no tendría sentido. Luego es necesario concluir en la existencia actual de un primer motor que mueva a todos los demás, Dios.
Segunda Vía: La Causa Incausada
Vemos seres que son efectos. Ahora bien, si son efectos han sido causados por otros. Mas, en la serie de seres actuales que son causa y a la vez efecto, no podemos llegar al infinito, porque sino toda la serie pendería del vacío. Luego hemos de llegar a una primera causa que no sea efecto de ninguna otra, una causa incausada, Dios.
Tercera Vía: La Contingencia
Vemos seres que nacen y mueren, que son contingentes, lo cual significa que pueden ser y no ser. Sin embargo, si todos los seres pueden ser y no ser, entonces alguna vez nada existió. Pero si alguna vez nada existió, entonces ahora tampoco existiría nada, porque solo algo existente puede proceder lo que ahora existe. Luego, tiene que haber algún ser que haya existido siempre y sea necesario. Ahora bien, este ser necesario puede ser necesario por sí o necesario por otro. Luego tiene que haber un ser absolutamente necesario, actualmente existente, del cual dependa la existencia de los demás, este es Dios.
Cuarta Vía: Los Grados de Perfección
Vemos cosas más o menos perfectas. Sin embargo, los seres más o menos perfectos tienen sus perfecciones limitadas, y el tenerlas o no tenerlas depende de ellos. Ahora bien, en la serie de seres que tienen sus perfecciones recibidas de otros no podemos proceder al infinito. Únicamente alguien que poseyera en grado máximo tales perfecciones podría habérselas proporcionado. Debe haber un ser infinitamente perfecto y que sea causa de las perfecciones que encontramos en el resto de las criaturas. Dicho ser es Dios.
Quinta Vía: El Orden o la Finalidad
Vemos que seres carentes de conocimiento como los minerales o las plantas obran de acuerdo con un fin. Si obran siempre o casi siempre de este modo, su obrar no puede deberse al azar. Ahora bien, lo que carece de conocimiento, no tiende a un fin si no lo dirige alguien que lo tenga. Luego tienes que existir un ser inteligente, un supremo ordenador, que haya dispuesto todas las cosas a su fin. Este ser es Dios.
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