31 Oct

Durante tres años Espartero fue un regente que gobernó autoritariamente y fue perdiendo apoyo incluso de los propios progresistas que al final se encontraron solos y divididos. Frente a estos se organizan pronunciamientos moderados. En el año 1842, estalla una revuelta en Barcelona provocada por crisis industrial, el miedo a un nuevo tratado comercial con Inglaterra provocó una sublevación popular, ante la que Espartero reacciónó bombardeando la ciudad. Esta actuación le quitó bastante apoyo entre la clase obrera. Así en 1843 se organizó una conspiración contra Espartero en la que participaron, incluso, sectores del progresismo. Derrotado por tropas del general Narváez se exilió a Londres. LA Década MODERADA (1844-54)En Noviembre 1843 Isabel II es proclamada reina. Espontánea y vital pero de escasa formación y muy influenciada por la camarilla cortesana. Opto por dar su apoyo al sector más reaccionario del moderantismo. El General Narváez sube al poder, controlándolo de manera directa o indirecta en otros gobiernos. Esto supone por un lado el triunfo de la burguésía terrateniente y financiera; la subida al poder de militares jóvenes forjado en las guerras carlistas, y que el ejército y la corona se convierten en garantes del sistema. La principal obra política de este periodo es la Constitución 1845 que plasmaba el modelo político de los moderados:-Soberanía compartida entre el Rey y las Cortes, pero ampliando el poder ejecutivo. Con dos cámaras, el Congreso elegido por sufragio censitario y un Senado vitalicio nombrado por la Corona. El poder del rey es muy fuerte, ya que tiene iniciativa legal, nombra ministros y disuelve las Cámaras.-Religión católica única del territorio nacional. Ayuntamientos y Diputaciones sometidos al poder central.-Se suprimíó la Milicia Nacional. Además, destacar la obra política de los moderados:La obra política de los moderados posee una serie de carácterística copiadas del moderantismo liberal francés como el centralismo muy acusado, y la consideración de la administración como medula del estado y un acentuado carácter censitario y oligárquico. Otras de sus reformas políticas destacadas son: -El Concordato con la Santa Sede que intenta normalizar las relaciones con la Iglesia. A cambio de los bienes desamortizados, el Estado financia al culto y el clero recupera el campo de la enseñanza. A partir de aquí la Iglesia respalda a Isabel. – La reforma fiscal y de la hacienda es obra de Pidal y Mon que racionalizó el sistema impositivo y recaudatorio mediante centralización de los impuestos. El gran fallo es que no se elaboró un buen catastro lo que permitíó el fraude y fue necesario recurrir a los impopulares impuestos indirectos (consumos).-La reorganización de la administración que reforzó poder central, fortaleciendo gobernadores civiles y militares.- En educación se fijaron los 3 niveles de enseñanza y se elaboraron nuevos planes de estudios. -Se creó Guardia Civil para el mantenimiento del orden público y vigilancia de la propiedad privada en el medio rural.-Amplia política de obras públicas con construcción de ferrocarriles.BIENIO PROGRESISTA (1854-56) En 1854 los moderados estaban muy desgastados por diversos motivos, destacando la corrupción interna por negocios de ferrocarriles, el descontento social por subida de precios, sobre todo el trigo, y el intento del ministro Bravo Murillo por controlar prensa. Un grupo de generales moderados encabezados por O’Donnell se pronunció en Vicálvaro. Al principio el pronunciamiento contó con pocos apoyos pero tras la publicación del «Manifiesto del Manzanares«, redactado por Antonio Cánovas, de base ideológica moderada pero recogiendo reivindicaciones progresistas como autonomía de municipios, el restablecimiento de milicia y una nueva ley electoral, propició el apoyo de progresistas y demócratas de todo el territorio. Con amplio apoyo social por escasez de trabajo y crisis económica, la Reina entrego el poder a Espartero que lo compartíó con O’Donnell. En la labor política, destacan los siguientes aspectos: elaboración de nueva Constitución de 1856que no fue promulgada; desamortización civil de Pascual Madoz que puso en venta los bienes municipales de propios y comunes. Esta desamortización duplicó el valor de la de Mendizábal. En tercer lugar la Ley de ferrocarriles: fundamental para el posterior desarrollo económico y Ley de Sociedades Anónimas, facilito el funcionamiento de banca moderna, creando el Banco de España. Las reformas del bienio no repercutieron en calidad de vida de las clases populares solo en libertad de prensa. Junto a un ciclo de malas cosechas que hizo que aumentar el clima de conflictividad social, hubo también sublevaciones carlistas. Antes esta situación Espartero dimitíó y la reina encargo el gobierno a O’Donnell. De 1856 a 1863 es un periodo de estabilidad dominada por la figura de O’Donnell y su partido la Uníón Liberal. En una primera etapa O’Donnell establecíó la constitución de 1845 añadiendo un acta adicional para darle un aire más progresista. Pero las manipulaciones electorales de Posada Herrera rompieron la imagen de honradez que acabo con O’Donnell y volvíó Narváez con políticas muy conservadora del sector neocatólico. Entre 1858 y 1863 se produjo el gobierno largo de O’Donnell, coincidíó con exaltación patriótica por participación de España en conflictos internacionales como la expedición a la Conchinchina donde el asesinato de unos misioneros franceses llevo a España a intervenir desde las Islas Filipinas. Francia se expandíó por la zona y nosotros ganamos sólo prestigio. En Méjico se intervino apoyando al emperador Maximiliano. En África para proteger Ceuta, España entro en guerra con Marruecos donde interviene el General Prim. Estas guerras  de prestigio contentaron al ejército, crearon un clima de patriotismo y desviaron la atención de los problemas sociales internos, que tuvieron mucha incidencia en Andalucía (revueltas demócratas y republicanas en Utrera, el Arahal y Loja). Entre 1863 y 1868 se alternaron gobiernos moderados y unionistas, pero el sistema estaba agotado. También se produjo una radicalización de progresistas y demócratas que aprovecharon la descomposición del régimen isabelino. Los acontecimientos más destacados y que llevaron a esta situación son: -el desprestigio de la corte y de la figura de la reina por su vida privada. – Las protestas estudiantiles y sublevación del cuartel de San Gil, «la sargentada«. – La desaparición de los grandes líderes políticos de monarquía isabelina: O’Donnell y Narváez. -La unidad de todos los partidos políticos incluida la uníón liberal en el pacto de Ostende cuyo objetivo es acabar con el reinado de Isabel II bajo el lema de una “y spaña con honray”convocar elecciones por sufragio universal, las cuales dieran lugar unas Cortes constituyentes para decidir el futuro de España. – Una fuerte crisis financiera, industrial y de subsistencia en 1866. Todos estas causas provocaron «La Gloriosa» en 1868, el exilio de Isabel II a París y el inició de «el Sexenio Revolucionario». Hemos visto como progresistas y moderados protagonizan el proceso político entre 1833 y 1868, es decir, el reinado de Isabel II, en el que se consolida el sistema liberal-burgués en España y se acaba con los últimos residuos políticos del Antiguo Régimen. Los progresistas solo participaron en gobiernos cortos y siempre por insurrección popular, apoyada por un pronunciamiento militar. De su ala izquierda surgieron otras fuerzas políticas de tendencias democrático-republicanas que desembocarían en la revolución democrática de “La Gloriosa”, en 1868, en el que se destrona a Isabel II y comienza el difícil periodo del Sexenio Revolucionario.


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