04 Abr
En las elecciones municipales del 12 de abril de 1931 los monárquicos obtuvieron mayoría de concejales por el control que los caciques ejercían en las zonas rurales. La republica llego de forma pacifica. Para amplios sectores de la población eran símbolo de reformas políticas y sociales.
En la noche del 14 de abril de 1931 Alcalá Zamora proclamó en Madrid la II Republica y exigió al rey abandonar el país. En el Pacto de San Sebastián creado por el Comité Revolucionario se convirtió en el gobierno
Provisional de la Republica.
Entre los grupos políticos del gobierno provisional estaban:
-Antiguos monárquicos:
Estaban situados en puestos claves para garantizar a la derecha moderada que él régimen no sería radical.
-Republicanos moderados
Recelaban de la presencia de los socialistas en el Gobierno. Se oponían a hacer concesiones a los nacionalistas de las diferentes regiones.
Republicanos intelectuales
Eran partidarios de la colaboración con los socialistas y de la descentralización del poder estatal a favor de las regiones.
-Nacionalistas moderados:
Eran partidarios de conceder estatutos de autonomía a as regiones para descentralizar el país.
-Socialistas:
Algunos pertenecían al grupo de intelectuales del PSOE y eran partidarios de colaborar con los republicanos de izquierda. Otros pertenecían a la UGT.
La principal tarea del nuevo gobierno fue convocar elecciones a Cortes constituyentes que otorgaran legitimidad al régimen republicano.
Las elecciones se celebraron en junio y dieron una gran mayoría a los partidos de la coalición gobernante. Las cortes se dedicaron a debatir el texto de la futura constitución entre agosto y diciembre de 1931. La nueva norma configuraba un régimen democrático, parlamentario, laico y descentralizado, en el que se recogía la función social de la propiedad.
En la constitución:
Los poderes:
El origen de la soberanía era explícitamente el pueblo. La primacía la tenía el poder legislativo unicameral y el tribunal supremo. El presidente de la República contaba con cierto margen para elegir o deponer al jefe del Gobierno pero él mismo podía llegar a ser destituido por las Cortes.
El voto:
Mediante sufragio general masculino se elegía a los diputados a Cortes. Se permitió votar a las mujeres en el 33. El presidente de la República era designado de forma indirecta a través de compromisarios. Las corporaciones municipales también eran elegidas por sufragio universal.
La configuración territorial:
Se contemplaba la aprobación de estatutos de autonomía para las regiones, para lo cual estas debían presentar un proyecto que sometería a referéndum en su región y debía ser aprobado por las Cortes.
Los derechos:
Además de una extensa serie de derechos individuales también se reconocían derechos sociales: acceso a la Seguridad Social, protección del trabajo infantil y femenino, salario mínimo, etc. La influencia socialista en este apartado fue notable: se limitó el derecho a la propiedad, que podía ser expropiada por motivos de utilidad social a cambio de una indemnización.
La separación Iglesia-Estado:
La afirmación tajante de la separación entre Iglesia y Estado y prohibía ejercer la enseñanza a las órdenes religiosas. Se admitía la posibilidad del divorcio; los cementerios debían ser comunes para todos y se establecía la igualdad de trato entre el Estado y las confesiones religiosas, desligándolas de la política y de la economía nacional. Estas disposiciones provocaron la oposición radica de toda la derecha católica y la Iglesia, que no se identificaron con el régimen ni con la Constitución. Esta oposición política de la Iglesia incrementó e anticlericalismo popular, que consideraba a los religiosos aliados naturales de la derecha antiliberal.
El periodo comprendido entre Abril de 1931 y septiembre de 1933 se conoce como Bienio Reformista. En esta etapa, el Gobierno provisional experimentó 2 importantes cambios que inclinaron la política gubernamental hacia el centro-izquierda:
-La aprobación de los artículos 26 y 27 de la Constitución, relativos a la cuestión religiosa, respecto a la Ley del Divorcio y la Ley de Confesiones y Congregaciones Religiosas.
-La negativa a seguir colaborando con los socialistas motivó la salida del Gobierno de los ministros del Partido Radical.
Pese a todo, Alcalá-Zamora fue elegido presidente de la República mientras Azaña ocupaba la presidencia del Gobierno. En este periodo se aprobaron una serie de leyes como:
*La ley de Reforma Agraria pretendía llevar a cabo una redistribución de la propiedad agraria, medida que se juzgaba urgente para satisfacer la demanda de los jornaleros sin tierras. Se aprobó en Septiembre de 1932, se aplicó en todo el país de forma simultánea molestando innecesariamente a muchos pequeños y medianos, que se opusieron a ella. Los asentamientos de colonos se tramitaron con muchísima lentitud y en medio de una gran resistencia; además, las expropiaciones incluían indemnizaciones muy costosas. Finalmente el proceso se interrumpió casi completamente. A pesar de todo, las medidas sobre la propiedad agraria crearon una gran alarma entre los terratenientes y unas enormes esperanzas entre los jornaleros, sin satisfacer ni a uno ni a otros.
*Las principales medias realizadas en la Reforma Laboral son:
-La ley de contrato de trabajo. Daba prioridad a los convenios o contratos colectivos en la empresa y ramas industriales para establecer las condiciones de trabajo. Para ello, era esencial que los trabajadores se asociaran en sindicatos que negociaran con la patronal y dialogaran con las autoridades.
-La ley de jurados mixtos. Reforzaba la medida anterior, pues creaba los jurados mixtos, instituciones muy semejantes a los comités paritarios de la Dictadura, en los que la Administración estatal, junto con los obreros sindicados y os patrones, arbitrarían soluciones a los conflictos laborales.
De aplicación exclusivamente rural fueron la ley de términos municipales, la de laboreo forzoso o la de accidentes de trabajo en el campo y la imposición de la jornada laboral de ocho horas en la agricultura.
*Las reformas de los gobiernos tenía también como objetivo separar Estado e Iglesia, privando a esta de funciones que se consideraban estatales. La creación de un Estado laico independiente de la Iglesia se realizó a través de la Constitución y de otras medidas complementarias. La enseñanza religiosa dejó de ser obligatoria y en las escuelas se suprimieron símbolos como el crucifijo.
*La política educativa y cultural de la Segunda Republica estuvo marcada por la influencia de la Institución Libre de Enseñanza. Su objetivo fue imitar el modelo francés y crear un sistema educativo unificado, público, laico y gratuito. También se implantó la coeducación de niños y niñas, inexistente hasta entonces en los centros religiosos. La educación se consideró un derecho que el Estado debía garantizar a todos los ciudadanos para lograr la igualdad de oportunidades. Se prohibió que las asociaciones religiosas ejercieran la enseñanza. Esta fue una medida muy difícil de aplicar, ya que escaseaban los maestros y centros de enseñanza públicos. Aunque los recursos presupuestarios resultaban insuficientes, la Segunda República hizo un gran esfuerzo en la formación de profesores y maestros, en la construcción de escuelas y en la dotación de becas para que los alumnos más necesitados pudiesen seguir estudiando.
*En el seno de la CNT existía una facción partidaria de un sindicalismo apolítico respetuoso con la legalidad republicana. Sin embargo, la mayor parte de sus dirigentes se decantaron por la línea anarquista insurreccional que propugnaba la Federación Anarquista Ibérica y se enfrentó al Gobierno para atraerse a los obreros ugetistas descontentos. Para ello, promovió huelgas generales en las grandes ciudades e insurrecciones rurales que proclamaron el comunismo libertario. En esta última región se produjeron los incidentes más graves: en Casas Viejas, el cuerpo policial republicano, llevó a cabo una matanza entre los peones agrícolas sublevados. De este acontecimiento se hizo eco la prensa, especialmente la anarquista y la derecha, que lo convirtieron en un arma arrojadiza contra Azaña.
*El Gobierno presidido por Azaña tenía problemas para mantener una mayoría parlamentaria favorable que le permitiera seguir gobernando. La mayoría de los parlamentarios republicanos deseaban que los socialistas abandonaran el poder y lograron que Alcalá-Zamora, como presidente de la República, aprovechara una crisis de gobierno para retirar su apoyo a Azaña y encargar a Lerroux la formación de un nuevo gobierno. A lo largo del mes de Octubre se ensayaron varias fórmulas de gobiernos de coalición republicana de los que siempre se excluía a los socialistas. Finalmente Alcalá-Zamora disolvió las Cortes y promovió la convocatoria de elecciones, que se celebraron en noviembre de 1933 y ofrecieron estos rasgos:
-A ellas acudió una derecha antiliberal más organizada, que se presentó en coalición. La agrupación dominante era la CEDA, pero también incluía a los alfonsinos, a los carlistas, a los independentistas y a Primo de Rivera.
-Concurrieron también otros partidos republicanos: los radicales de Lerroux, que pactaron candidaturas con otros republicanos de derecha y con la CEDA; y los republicanos de izquierda, dividida a su vez en diversas listas.
-Los socialistas, desencantados de la experiencia gubernamental, se presentaron a las elecciones en solitario.
Las elecciones celebradas en 1933 dieron el triunfo a las candidaturas de centro y derecha. Comenzó así un nuevo periodo republicano conocido como Bienio Radical cedista. Los rasgos principales de esta etapa fueron los siguientes:
-La dificultad para formar gobiernos estables, pues se sucedieron diez gabinetes ministeriales en poco más de 2 años.
-Los radicales que apoyaban al Gobierno se enfrentaron a 2 problemas. En primer lugar, una división interna: Diego Martínez Barrio, descontento con la derechización de Lerroux, retiró su confianza a este último. Más tarde una serie de escándalos de corrupción que afectaron al prestigio personal de Lerroux y hundieron en el descrédito a los radicales. Ante esta situación, Gil Robles exigió todos los poderes, y Alcalá-Zamora se negó a dárselos; era imposible constituir gabinetes republicanos que duraran más de un trimestre. Finalmente, las Cortes volvieron a disolverse y se convocaron nuevas elecciones.
-Los gobiernos de esta etapa se dedicaron a frenar o a anular, según los casos, las medidas del bienio anterior. Suspendieron muchas de sus leyes y proyectos. Os sindicatos agrarios de la UGT organizaron una huelga, pero fue un fracaso.
-El desarrollo económico cayó en el olvido. La autonomía catalana sufrió un frenazo, pues no se transfirieron todas las competencias.
-Los intentos de emprender reformas originales sobre el campo o sobre los impuestos, naufragaron por falta de apoyo. Por ello, los gobiernos democráticos de centroderecha no supieron ofrecer una alternativa democrática real a la política reformista del 1 bienio.
La entrada de 3 ministros de la CEDA en el Gobierno fue interpretada por los socialistas como una entrega de la República a años de sus enemigos. Este hecho fue, además, la señal para el estallido de una revolución que llevaba tiempo preparándose.
El movimiento insurreccional contó con el apoyo de la Generalitat, del PCE y de la CNT y se redujo a una huelga general política en las grandes ciudades. En algunos casos, el conflicto se prolongó hasta una semana y se produjeron conatos de insurrección armada de las milicias socialistas.
En Asturias se produjo una autentica revolución social: los mineros se adueñaron de la región durante 2 semanas. La región tuvo que ser literalmente conquistada por el ejército, dirigido por Franco, al que se incorporaron tropas coloniales de Marruecos. Las consecuencias de la Revolución fueron las siguientes:
-Reacción de la derecha antiliberal: La derecha antiliberal percibió estos hechos como la confirmación de que el movimiento obrero preparaba una revolución a la que los republicanos burgueses, demasiado débiles, no podrían hacer frente. Esta reafirmó su convicción de que la única salvación estaba en el Ejército. La iglesia juzgo el movimiento asturiano, en particular, como una insurrección anticatólica.
-Represión: Las organizaciones obreras sufrieron una dura represión: la mayoría de sus dirigentes fueron encarcelados o huyeron. Muchos patronos aprovecharon la situación y anularon los contratos del trabajo firmados, con lo que miles de obreros, conocidos como los represaliados, fueron despedidos en todo el país.
-Posturas de centro-izquierda: La indignación que generó esta represión y las voces que solicitaban amnistía contribuyeron considerablemente a acercar las posturas de las formaciones de centro-izquierda. Azaña se convirtió en un mártir político. Su fama creció enormemente, formado además un nuevo partido de integración, Izquierda Republicana. Martínez Barrio constituyó también un nuevo grupo, Unión Republicana; ambas formaciones se aproximaron.
En enero de 1936, Izquierda Republicana y Unión Republicana, junto con el PSOE, la UGT, el PCN, el POUM y los sindicalistas contrarios a la FAI, liderados por Pestaña, firmaron el Pacto del Frente Popular.
El Frente Popular constituyó una plataforma electoral con un programa mínimo y escasamente revolucionario: propugnaba la concesión de una amnistía, el restablecimiento de la Constitución de 1931, la recuperación de la legislación del primer bienio y la aceleración de la reforma agraria y educativa.
En Cataluña se creó una formación similar, el Front d’Esquerres, liderada por Ezquerra Republicana y compuesta por organizaciones nacionalistas, republicanas y obreras catalanas. En febrero de 1936, las elecciones dieron la victoria a los candidatos del Frente Popular, que obtuvieron más del 40% de los votos en la mayoría de las ciudades importantes.
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