26 Feb

ENUNCIA LOS 10 PRINCIPIOS DE LA Economía Y DESARROLLALOS BREVEMENTE?

Los individuos se enfrentan a disyuntivas:


«El que algo quiere, algo le cuesta», para conseguir una cosa, normalmente tenemos que renunciar a otra que también nos gusta. En la mayoría de las guerras que ha habido, en sus últimas etapas, una vez acabado el alimento que manténía a los ejércitos en pie, se ha tenido que elegir entre alimentarles o conseguir más armamento (cañones versus mantequilla).

El coste de una cosa es aquello a lo que tenemos que renunciar para conseguir otra:


Basándonos en las disyuntivas del primer principio, el individuo tiene que comparar los costes y los beneficios de las diferentes opciones posibles para tomar decisiones. Muchas veces el coste de una cosa es el renuncio de la otra cosa. Mientras que estudiabas en el instituto, perdías el dinero que podrías haber conseguido trabajando en vez de formarte; y al revés podrías haber perdido la formación y mejor empleo y sueldo por un trabajo que no exigía estudios.

Las personas racionales piensan en términos marginales:


Una persona emprende una acción solo si el beneficio marginal de éste es mayor que su coste marginal. Una compañía aérea está siempre dispuesta a vender un billete a precio inferior si el avión está a punto de despegar, ya que se beneficia más de llevar un pasajero a menor coste, que de hacer el viaje con ese asiento vacío.

Los individuos responden a los incentivos:


Un incentivo es algo que induce a una persona a actuar. El cambio del precio de la fruta en el mercado, si el precio baja, las personas comprarán más, porque tienen el incentivo de que por menos dinero, se llevan mayor cantidad de fruta.

El comercio puede mejorar el bienestar de todo el mundo


El comercio permite a cada país especializarse en lo que hace mejor y así obtener lo que mejor hacen otros países, consiguiendo así que todos se beneficien. Tú eres más rápido cocinando que tu hermano, y tu hermano es más eficiente haciendo la colada. Lo más razonable es que cada uno haga lo que mejor sabe desempeñar y así todos se puedan beneficiar; tú de obtener tu ropa limpia y planchada y él de tener su plato de comida en condiciones.

Los mercados normalmente construyen un buen mecanismo para organizar la actividad económica:


«La mano invisible del mercado», es un mecanismo de autoregulación que permite que el mercado se mantenga eficiente. Tú cuando no compras al frutero porque la fruta está en mal estado, estás indirectamente beneficiando al mercado, ya que el frutero terminará dándose cuenta del estado de sus productos y los cambiará, haciendo así como los engranajes de un reloj, que el frutero pida a proveedores, los proveedores a minoristas, estos a mayoristas étc. Consiguiendo que en cadena haya productividad y beneficio.

El estado puede mejorar a veces los resultados del mercado:


Las normativas que pueda poner el Estado evitan el fallo de mercado, que es una situación en la que el mercado no asigna eficientemente los recursos por si solo. Si en un pueblo, el agua solo sale de un pozo de la que es dueño un individuo que no quiere compartir, puede intervenir el Estado por el beneficio de todos.

El nivel de vida de un país depende de su capacidad para producir bienes y servicios:


Cuanto más productivo sea un país, mayor será su nivel de vida. La productividad es la cantidad de bienes y servicios producidos con cada unidad de trabajo. Tiene sentido, ya que si un país no puede producir, tampoco puede abastecer de bienes y servicios a sus habitantes, por lo cual el nivel de vida será mínimo y no prosperarán hasta que encuentren la forma de producir.

Los precios suben cuando el gobierno imprime demasiado dinero:


Cuanto más dinero se imprima, el valor de este disminuye proporcionalmente. El ejemplo más chocante que conocemos acerca de éste fenómeno, es de Alemania. En 1921 un periódico valía 0,30 marcos, en Noviembre de 1922, ese mismo costaba 70.000.000 marcos. Esto se debe a la inflación (aumento general de los precios), en la Alemania de esa época los precios se triplicaban y la solución del Estado fue imprimir más dinero. Por lo cual cada vez tenía menor valor.

La sociedad se enfrenta a una disyuntiva a corto plazo entre la inflación y el desempeño:


La inflación conviene que esté baja para evitar lo ocurrido en Alemania en 1922, pero muchas veces un aumento de la cantidad de dinero estimula el nivel total del gasto, por lo cual la demanda de bienes y servicios. El incremento de la demanda desemboca en una futura subida de precios por parte de las empresas, pero esto también las estimula a contratar trabajadores, disminuyendo así el desempleo

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