27 Mar
TEMAS:
El problema de España
desde Baeza, expresará una visión más subjetiva por todo lo que implica para él el recuerdo de su estancia en Soria.Además, contrapondrá el paisaje andaluz al castellano, como antagonistas por los valores que reflejan cada una de ellas para el poeta.
Las gentes de Castilla
El hombre castellano es objeto de estudio por parte de Machado.Lo observa, lo vigila e intenta comprender sus sentimientos. Esta forma de conocer al ser humano es carácterística del escritor de la Generación del 98, pues para ellos los hombresy mujeres constituyen la verdadera historia nacional o intrahistoria, como la denominó Unamuno. También realiza una crítica profunda del cainismo o la maldad intrínseca del
hombre que origina todos los males.
La denuncia política y crítica de la decadencia de Castilla
Machado reflexiona sobre el pasado, presente y futuro de España. Denuncia aquellos aspectos del pasado que imposibilitarían el progreso, el cual está en manos de una generación posterior, de un “pasado mañana”.El problema existencial
En él se engloban los siguientes subtemas: o El amor y la muerte de Leonor. La figura de su esposa será la que le sirva parareflexionar sobre el dolor, el tiempo, la muerte o la esperanza de la resurrección como una esperanza en la vida humana
o La religión: Se sirve de la imagen de Cristo resucitado. O El sueño y el recuerdo: se refiere al “soñar despierto” que evoca los momentos pasados que refrescan el sentimiento vivido o Lo proverbial: Como ya se menciónó, muchos poemas encierran un proverbio sobre temas diversos: se pueden referir a cuestiones poéticas, a fábulas alegóricas, reflexiones metafísicas… O Lo autobiográfico: evoca su infancia, la juventud, la vida cotidiana…En otras ocasiones, el poeta parece tener un diálogo consigo mismo, expresando sus
pensamientos más profundos.
El agua: representa el fluir imperceptible y constante del tiempo. Según dónde se encuentre, representará distintas carácterísticas. El agua de la fuente es la ilusión y también la monotonía de vivir; el rio el fluir de la vida, el mar o el agua quieta, la muerte, ya que desemboca allí el río. Cada ser, como una ínfima gota, se pierde y desaparece en la inmensidad del mar-muerte.
El camino: el devenir de la vida como peregrinaje y búsqueda. El caminante es errante y no tiene una meta prefijada.
El aire: la libertad del hombre. El fuego: la poesía amorosa
La tierra o la arena: la realidad solitaria
La tarde: es el momento propicio para la meditación: la melancolía, la nostalgia, el decaimiento son un reflejo de la expresión de la lucha entre la luz y las sombras, como un signo anticipatorio de la muerte.Los adjetivos referidos a colores que acompañan la tarde se cargan de esta connotación triste y melancólica.
La muerte: existen varias formas de presentarla; a través de los árboles, “olmo viejo, hendido por el rayo”, “con su hacha de leñador”; el agua, “Hasta que el mar te empuje” (aquí sigue con la referencia Manriqueña). Explora un cambio desde sus primeros poemas, donde introduce la muerte como algo natural, a aquellos en los que la introduce de forma más personal, debido a la muerte de Leonor y la propia suya, cada vez más cercana. Narra así la angustia personal (“Es una tarde cenicienta y mustia”) y lo hará desde la melancolía y a la rebeldía. Elementos que simbolizan la muerte también son las campanas y los campanarios.
El recuerdo y los sueños: son dos símbolos que están relacionados. A pesar de representar la realidad, no son capaces de transmitir las mismas sensaciones: sucede lo mismo en la creación literaria, el recuerdo no permite mantener las sensaciones, que serán distintas
del momento en el que se viven. Así sentirá su infancia y el amor, refugiándose en tiempos mejores. El espejo es el lugar donde se proyectan los sueños.
Los adjetivos como el blanco, símbolo de pureza e inocencia, el verde, de la esperanza o el azul, de la poesía. También los tonos grises, cenicientos y pardos son sinónimo de sobriedad y pobreza
Las estaciones: la primavera es la infancia, el verano la juventud, el otoño la madurez y el invierno la vejez.
El pasado histórico: a través de imágenes bélicas con elementos que identifican claramente el paisaje (ej. Loma=recamado escudo; meandro del Duero=curva de ballesta; Castilla, mística y guerrera…) Su preocupación por España le inspira a rememorar su pasado (hará lo mismo cuando vuelva a Baeza y utilice términos de la época de dominación musulmana.
Las galerías: son lugares espaciosos llenos de ventanas o puertas, lo cual lo relaciona con la vida (las puertas nos llevan de un lugar a otro). En su primera época será un símbolo muy utilizado, que representa también la angustia de no saber el camino que debemos escoger.
Final simbología: Ante su forma de entender y describir el paisaje castellano, Machado apuntará a destacar el “alma” de Castilla vista desde su sensibilidad. Su «descubrimiento» y la apreciación de la belleza del paisaje, mezclada con ciertas consideraciones y sentimientos del pasado, presente y porvenir de España, la decadencia, las virtudes y defectos de la raza, etc…Todo eso es propio y lo comparten los autores de la generación del 98.
ESTILO: Desde sus inicios Machado se somete a una depuración estilística, alejándose del Modernismo inicial para llegar a una poesía sencilla, breve y concisa; la cual defendíó públicamente ante aquellos gustos recargados y artificiales. Si tuviéramos que definirla con una sola palabra, sería una estética antirretoricista.
Léxico: Toda su obra poética está marcada por el empleo de un vocabulario que evoca el tiempo que pasa, el ritmo de las estaciones, la caducidad de las cosas…Existe una terminología que él mismo denominó “signos del tiempo”, con palabras que funcionarán como deícticos temporales (adverbios -hoy, mañana, ayer, todavía, nunca, ya, aún…-demostrativos -estos, aquellos-…). En oposición a ellos, utiliza otro vocabulario, más abstracto, para hablar de universales del sentimiento: sueño, mágico, alma, ilusión, encanto, armónía…
Métrica: Uso predilecto de la silva, combinación libre de un número indeterminado de versos endecasílabos y heptasílabos, cuya rima también se distribuye libremente; en especial abunda la silva arromanzada: serie libre de endecasílabos y heptasílabos que riman como en el romance {por ejemplo: 7—7a7—11A11—11A11—7a11—7a11—11a7—, 11a}:
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