28 Jul

TEMA 5: EL SEXENIO REVOLUCIONARIO (1868-1874). INTENTOS DESAMORTIZADORES DE LA REVOLUCIÓN AL ENSAYO REPUBLICANO.

Índice

· Introducción

  1. La revolución de Septiembre de 1868

  2. El gobierno provisional. La constitución de 1869

  3. El reinado de Amadeo Saboyá (1871-1873)

  4. La primera república (1873-1874)

· Conclusión

Introducción

La revolución de Septiembre de 1868, “la Gloriosa”, supuso el fin de la monarquía de Isabel II. Representó el intento de ampliar el liberalismo e instaurar la democracia, que terminará fracasando por los crecientes problemas que asolaron el país. Finalmente, esta etapa concluirá con la restauración de los Borbones en la persona de Alfonso XII, hijo de Isabel II.

1. La revolución de Septiembre de 1868

Existen diversas causas para explicar la explosión de la revolución de 1868:

– La crisis económica estallada en 1866. Esta crisis constituyó la primera gran crisis del sistema capitalista a nivel internacional y se manifestó de diversas formas: una crisis de subsistencia, financiera provocada por la bajada de los valores en bolsa y originada por la crisis de los ferrocarriles e industrial debida a la escasez de algodón en el sector textil. El resultado fue el aumento del paro, lo que provocó un descenso del nivel de vida de las clases trabajadoras.

– El deterioro político. A mediados de los años 60 los españoles estaban muy descontentos con los partidos políticos existentes. El Partido Moderado, en el poder, gobernaba por decreto y hacía oídos sordos a los problemas del país. El Partido Progresista y el Partido Demócrata optaron por defender la conspiración


como única manera de llegar a gobernar, de modo que ambos partidos firmaron el Pacto de Ostende (1866) con el objetivo de acabar con el moderantismo y con la monarquía isabelina. A este pacto se uníó la Uníón Liberal en 1867.

Finalmente la sublevación estalló en Septiembre de 1868. La escuadra concentrada en la bahía de Cádiz, al mando del almirante Topete, protagonizó un alzamiento militar contra el gobierno de Isabel II. El general Prim y el general Serrano se reunieron con los sublevados y apoyaron el golpe, contando desde un principio con el apoyo de la población gaditana.

Isabel II decidíó hacer frente al golpe y envió desde Madrid un ejército para enfrentarse con los sublevados, que se reagruparon en Andalucía al mando de Serrano. Ambas fuerzas se encontraron cerca de Córdoba y en la batalla del Puente de Alcolea, donde las tropas de Serrano vencieron al ejército isabelino.

En la revolución tuvieron un gran protagonismo las fuerzas populares dirigidas por los progresistas, demócratas y republicanos, que se organizaron en Juntas provinciales revolucionarias que organizaron el levantamiento y lanzaron llamamientos al pueblo. Estas juntas reclamaban: más libertad, soberanía, separación de la iglesia y el Estado, supresión de las quintas, sufragio universal, reducción de impuestos y elecciones a Cortes Constituyentes. En algunos casos se pedía la proclamación de la república.

El gobierno dimitíó y la reina no tuvo más remedio que exiliarse a Francia, donde fue acogida por Napoleón III. En París moriría en 1904.


2. El gobierno provisional. La Constitución de 1869

Inmediatamente se establecíó un gobierno provisional presidido por el general Serrano y con el general Prim como ministro de la guerra. El nuevo gobierno convocó elecciones a Cortes Constituyentes por sufragio universal. Los progresistas vencieron en unos comicios bastante limpios para lo normal en la época y marcaron con su ideología la nueva constitución que se aprobó al año siguiente. 

En las elecciones triunfaron claramente los progresistas con 159 diputados, muy lejos de los obtenidos por unionistas con 69, y republicanos con otros 69 diputados. Los carlistas y los isabelinos obtuvieron peores resultados (18 diputados y 14 diputados respectivamente).

La Constitución de 1869

La más radicalmente liberal de las constituciones del Siglo XIX, así, se habla de constitución“ democrática” de 1869. Estas son sus principales carácterísticas:

• Soberanía nacional

• Sufragio universal directo para los varones mayores de veinticinco años.

• Monarquía democrática, con una serie limitación de los poderes del rey

• Poder ejecutivo en manos del Consejo de Ministros

• Poder legislativo en unas Cortes bicamerales. Ambas cámaras, Congreso y Senado, son elegidas por el cuerpo electoral

• Poder judicial reservado a los Tribunales.

• Amplia declaración de derechos y libertades, reconocíéndose por primera vez los derechos de manifestación, reuníón y asociación, así como la libertad de enseñanza.

• Libertad de cultos religiosos.


Proclamada la Constitución y con el trono vacante, las Cortes establecieron una regencia que recayó de nuevo en Serrano, mientras Prim era elegido presidente del gobierno. A éste se le asignó la tarea de buscar un nuevo rey para los españoles.

Laureano Figuerola, ministro de hacienda, intensificó las medidas liberalizadoras, establecíó la peseta como moneda única, rebajó los aranceles para estimular los intercambios y, con la ley de Minas, puso en marcha la “desamortización del subsuelo”, la venta de minas del Estado a empresas privadas.

3. El reinado de Amadeo de Saboyá (1871-1873)

Tras aprobarse la constitución, el general Serrano fue nombrado Regente y Prim pasó a presidir un nuevo gobierno. Desechada la opción de los Borbones, se inició la búsqueda de un candidato adecuado a la Corona entre las familias reales europeas.

Se barajaron diversas opciones (el Duque de Montpensier, el propio Espartero, etc.). Finalmente las Cortes eligieron como nuevo rey a Amadeo de Saboyá, hijo del Víctor Manuel II, rey de la recién unificada Italia, y perteneciente a una dinastía con fama de liberal.

Amadeo tenía una concepción democrática de la monarquía. Tres días antes de la llegada de Amadeo I a España por el puerto de Cartagena fue asesinado el general Prim. El general progresista era el principal apoyo del nuevo rey y su ausencia debilitó grandemente la posición del nuevo monarca.

Amadeo se encontró inmediatamente con un amplio frente de rechazo. Aquí estaban grupos enfrentados: los carlistas, los «alfonsinos», el hijo de Isabel II, y, finalmente, los republicanos, grupo procedente del Partido Demócrata que reclamaba reformas más radicales en lo político, económico y social y se destacaba por un fuerte anticlericalismo.

Mientras, la alianza formada por unionistas, progresistas y demócratas, que había aprobado la constitución y llevado a Amadeo al trono, comenzó rápidamente a resquebrajarse. Los dos años que duró su reinado se caracterizaron por una enorme inestabilidad política, con disensiones cada vez más acusadas entre los partidos que habían apoyado la revolución, lo que llevó a la desintegración de la coalición gubernamental.


Además, Amadeo tuvo que hacer frente al nuevo estallido de las guerras carlistas (1872-1876) y al conflicto de Cuba.

Amadeo I renunció al trono a principios de 1873 y regresó a Italia. Sin otra alternativa, era impensable iniciar una nueva búsqueda de un rey entre las dinastías europeas, las Cortes proclamaron la República el 11 de Febrero

de 1873.

4. La primera república (1873-1874)

La República fue proclamada en Febrero de 1873  por unas Cortes en las que no había una mayoría de republicanos porque era la salida más fácil ante la renuncia de Amadeo. Fue aprobada por 258 votos a favor y 32 en contra.

Las ideas republicanas tenían escaso apoyo social y contaban con la oposición de los grupos sociales e instituciones más poderosos del país.

Los escasos republicanos pertenecían a las clases medias urbanas, mientras las clases trabajadores optaron por dar su apoyo al incipiente movimiento obrero anarquista. La debilidad del régimen republicano provocó una enorme inestabilidad política.

Cuatro presidentes de la República se sucedieron en el breve lapso de un año: Estanislao Figueras, Francisco Pi y Margall, Nícolás Salmerón y Emilio Castelar.

En este contexto de inestabilidad, los gobiernos republicanos emprendieron una serie de reformas bastante radicales que, en algunos casos, se volvieron contra el propio régimen republicano. Estas fueron las principales medidas adoptadas:

• Supresión del impuesto de consumos. La abolición de este impuesto indirecto agravó el déficit de Hacienda.

• Eliminación de las quintas. De nuevo una medida popular propició el debilitamiento del estado republicano frente a la insurrección carlista.

• Reducción edad de voto a los 21 años

• Reglamentación del trabajo infantil. Prohibición de emplear a niños de menos de diez años en fábricas y minas.

• Abolición de la esclavitud en Cuba y Puerto Rico.


• Proyecto constitucional para instaurar una República federal. El aspecto más novedoso era la estructura del Estado. Se establecía que la Nacíón española estaba compuesta por 17 estados, entre ellos Cuba, y declaraba que el poder emanaba de tres niveles: municipios, estados regionales y estado federal.

• La jefatura del estado la ostenta el presidente de la república y no el monarca.

• Se establece la separación entre la Iglesia y el estado, que deja de financiar el culto católico.

• Una única cámara de representación: el senado

• Se reconocen amplias libertades y se plantean reformas sociales y laborales

Este programa reformista se intentó llevar a cabo en un contexto totalmente adverso. Los gobiernos republicanos tuvieron que hacer frente a varios desafíos bélicos:

Carlos VII encabezó una nueva insurrección carlista en el País Vasco y Navarra. Aprovechando el caos general, los carlistas llegaron a establecer un gobierno en Navarra.

Los republicanos federales más extremistas se lanzaron a proclamar cantones, pequeños estados regionales cuasi independientes en Valencia, Murcia y Andalucía sublevándose contra el gobierno republicano de Madrid. Era llevar al extremo y desde abajo la teoría republicana federal. El ejército consiguió reprimir la insurrección por la fuerza. La resistencia del cantón de Cartagena le convirtió en el símbolo de este movimiento en el que las ideas republicano-federales y anarquistas se entremezclaron.

En 1868 se inició en la isla caribeña una insurrección anticolonial que derivó en lo que los cubanos denominan la “Guerra Larga”. Tuvieron que pasar diez años hasta que las autoridades españolas consiguieron pacificar la isla con la firma de la Paz de Zanjón en 1878.


Entre los mandos del ejército se fue imponiendo la idea de la vuelta de los Borbones en la figura del hijo de Isabel II, Alfonso. Pronto empezaron las conspiraciones para realizar un pronunciamiento militar que derrocara la república.

El 4 de Enero de 1874, el general Pavía encabezó un golpe militar. Las Cortes republicanas fueron disueltas y se establecíó un gobierno presidido por el general Serrano que suspendíó la Constitución y los derechos y libertades. El régimen republicano se mantuvo nominalmente un año más, aunque la dictadura de Serrano fue un simple paso previa a la restauración de los Borbones que planeaban los alfonsinos con su líder Cánovas del Castillo. La restauración se vio finalmente precipitada por un golpe militar del general Martínez Campos en Diciembre de 1874. El hijo de Isabel II fue proclamado rey de España con el título de Alfonso XII. Se iniciaba en España el período de la Restauración.

Conclusión

En definitiva, tanto la monarquía de Amadeo como la primera república, fracasaron al carecer de los apoyos necesarios a la vez que la conflictividad reinante fue atemorizando a la burguésía. Así pues, la antigua oligarquía lograría retornar a lo de siempre, es decir, al orden y estabilidad que el sexenio había perturbado. Se trataba de “la continuación de la historia de España”.

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