10 Ene
RIEGO
Se trata de un texto, según su forma, histórico circunstancial, ya que es un Manifiesto o
discurso dirigido a los soldados acantonados en Cádiz, y según su contenido es histórico
político. Su autor en Rafael de Riego, general del ejército español y político liberal, que
lidero el Golpe de Estado liberal contra el gobierno absolutista de Fernando VII. Es un
texto público, por lo que el destinatario es colectivo y el ámbito geográfico es el reino de
España, y se trata de una fuente primaria, publicado en 1820 y que su contenido también
se refiere a la misma fecha.
El presente texto se enmarca en el reinado de Fernando VII (1814-20), y marca el origen del Trienio Liberal (1820-23). Fernando VII había restaurado el absolutismo en 1814, mediante el Decreto del 4 de Mayo, que derogaba toda la legislación de las Cortes de Cádiz. El Congreso de Viena (1814-16) impone la Restauración y el sistema Metternich en la Europa pos napoleónica (1815-48), restableciendo el Antiguo Régimen (absolutismo, sociedad estamental, legitimidad dinástica…), y creando la Santa Alianza y un sistema de Congresos que actuaría contra cualquier intento revolucionario liberal. Entre 1814-1820, asistimos al exilio de miles de anti absolutistas, al conflicto independentista en las colonias americanas, a los intentos de reforma hacendística de Martínez de Garay, y a diferentes pronunciamientos de militares liberales, hasta el triunfo del golpe de Riego en 1820, que inaugura el Trienio Liberal, en el que Fernando VII deberá aceptar jurar la Constitución de Cádiz. El triunfo del pronunciamiento liberal de Riego inaugura las llamadas revoluciones liberales de los años 20 en Europa (Nápoles, Portugal, Grecia…). Durante el Trienio se restablece la legislación de las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812, jurada por Fernando VII, y se sucederán los gobiernos liberales doceañistas o moderados en una primera etapa y los liberales exaltados más radicales en la última etapa. Los doceañistas de Martínez de la Rosa, Agustín Argüelles, Istúriz y Pérez de Castro, gobernaron de 1820 a 1822, amnistiando a los liberales perseguidos por Fernando VII, cerrando determinadas comunidades religiosas y las Sociedades patrióticas. Los exaltados de Riego, Quiroga, Mendizábal y Alcalá Galiano, gobiernan en 1822-23, protagonizando una revolución dentro de la revolución iniciada con la sublevación de ciudades como Zaragoza, Cádiz, la Coruña y Valencia, al mando de Riego, Espoz y Mina y otros, pidiendo libertad, Soberanía Nacional y la Constitución de 1812. Decretan la Libertad de industria, abolición gremios, y supresión señoríos jurisdiccionales y mayorazgos (Se reconoce a los Antiguos señores la propiedad de bienes señoriales y los campesinos se convierten en arrendatarios que podían ser expulsados si no pagaban sus rentas), intentan imponer la Única Contribución sobre la propiedad de la tierra, y la unidad monetaria en todo el Estado, e imponen su anticlericalismo (expulsión jesuitas, desamortización bienes conventos de menos de 24 miembros..). La oposición absolutista, violenta y organizada en torno a la Regencia de Urgell, la hostilidad de las potencias absolutista firmantes de la Santa Alianza, la desafección del Rey, y la inhibición de buena parte del pueblo llano, que no acaba de sintonizar con un liberalismo alejado de las necesidades reales de las clases más desfavorecidas, los grupos de clase media baja que todavía veían en las normas gremiales un paraguas protector, o de la población rural mayoritariamente católica y firme defensora de ciertos derechos del Antiguo Régimen: acceso a los comunales, por ejemplo. La intervención de los Cien Mil Hijos de San Luis casi incruenta, restablecerá el absolutismo fernandino en nombre de la Santa Alianza. Se inicia así la Década Moderada, caracterizada inicialmente por las medidas políticas de Calomarde: Represión feroz del liberalismo, creación policía política, Consejo de Ministros, juntas de depuración, etc. A partir de 1926 el régimen suaviza su política con la figura de Cea Bermúdez o las reformas económicas de Blasco de Garay: Creación Banco de San Fernando, Bolsa de Madrid, Código de Comercio, Presupuestos Generales del Estado,etc. Esto no evita la independencia definitiva de la mayoría de las colonias americanas, la aparición de un absolutismo ultra absolutista y ultra católico, que acabará cristalizando en torno a la figura de Carlos Mª Isidro, como origen del futuro carlismo, ni evitará diversos intentos liberales por recuperar el poder (General Torrijos), con algunos “mártires” como Mariana Pineda. Finalmente, el régimen finaliza en 1833 envuelto en una crisis dinástica por el nacimiento de Isabel en 1929 y la Pragmática Sanción, que derogaba la Ley Sálica para garantizar la sucesión de la “niña” Isabel al trono en detrimento de su tío Carlos.
Deja un comentario