02 Ago
1. La Guerra de la Independencia: antecedentes y causas. Bandos en conflicto y fases de la guerra
Carlos IV reina en España coincidiendo con las revueltas en Francia, factor que condiciona su reinado. Tras una época de enfrentamiento, las batallas quedarán resueltas cuando Godoy firma con Napoleón el Tratado de Fontainebleau para repartirse Portugal: una parte sería para Francia, otra para España y otra personal para Godoy. El motín de Aranjuez dirigido por un grupo de nobles hace que Godoy caiga y Carlos IV huya a Francia.
En Bayona Napoleónobliga a abdicar a Carlos IV y a su hijo y proclama rey de España a su hermano José I Bonaparte. El dos de Mayo de 1808 se produjo en Madrid el primer levantamiento de carácter popular contra Napoleón, aunque este fue violentamente reprimido al día siguiente.
La guerra se dividíó en tres fases
La primera fase tuvo lugar tras el fracaso del levantamiento de Madrid. En ella tuvo lugar el primer sitio de Zaragoza. El hecho más destacado fue la batalla de Bailén donde el ejército francés fue derrotado por el español. Esta derrota tuvo una doble repercusión: estrategia y propagandística.
La segunda fase de la guerra estuvo determinada por las consecuencias derivadas de la batalla de Bailén. Por un lado, el emperador francés organizó la Grande Armée (un poderoso ejército dirigido por el propio Napoleón) con el que saqueó Burgos y tomó Madrid. Por otro lado, Zaragoza sufríó el segundo sitio. Lo más decisivo en esta fase de la guerra fueron las innovaciones estratégicas introducidas por los españoles, la guerra de desgaste.
La tercera fase de la guerra se inició cuando Napoleón se vio obligado a retirar de España gran parte de sus tropas. Los ejércitos anglo españoles aprovecharon esto para intensificar su ofensiva, que culminó con la victoria de los Arapiles. El ejército francés sufríó numerosas derrotas, destacando la de las batallas de Irún y San Marcial. La guerra peninsularterminó con la firma del Tratado de Valençay por el que Napoleón restituía la Corona de España a Fernando VII.
Por último, como consecuencia de la guerra cabe destacar las pérdidas demográficas, el abandono de las tierras de cultivo, la destrucción de caminos y puentes, la pérdida de patrimonio histórico-artístico, los efectos Morales y psicológicos debido a los fusilamientos y a la crueldad, la formación de un nuevo tipo de militar más intervencionista y la división del país en dos tendencias políticas (liberales y absolutistas) que estimuló los primeros movimientos emancipadores de las colonias americanas.
2. Las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812
En plena guerra de la Independencia y conscientes de la necesidad de que algo debía cambiar en el sistema político del Antiguo Régimen, en 1810 se reuníó en Cádiz el Consejo de Regencia y allí convocaron una reuníón de Cortes. La convocatoria fue nacional y, primeramente, por estamentos, pero por presiones liberales se convocaron posteriormente unicamerales. Los diputados fueron elegidos por provincias. En la composición de la cámara dominaron los liberales frente a los absolutistas y quedaron así unas Cortes liberales y burguesas, sin representación en estas de los campesinos.
La primera medida aprobada por las Cortes fue la proclamación de la Soberanía Nacional. Tres grupos se debatieron por presidir: los liberales, encabezados por Martínez de la Rosa, Alcalá Galiano y Quintana, querían aprovechar las Cortes para reformar el país; los absolutistas, encabezados por el obispo de Orense, consideran que las Cortes no tienen autoridad para variar las tradicionales leyes del reino; y los jovellanistas, encabezados por Jovellanos, defendían establecer un parlamentarismo británico con leyes hispánicas. En los debates siempre ganan las votaciones los liberales ya que forman la mayoría de la asamblea.
La segunda medida aprobada fue la libertad económica y la igualdad jurídica, que eliminaría los privilegios feudales. La Constitución fue aprobada definitivamente el 19 de Marzo de 1812, día en el que se conmemoraba el cuarto aniversario de la proclamación de Fernando VII como rey de España. A raíz de la Constitución nace el constitucionalismo español y su influencia en las nuevas repúblicas americanas y en parte de Europa fue notable. Esta también fue un símbolo como arma de lucha contra el invasor y como solución a los problemas de España.
Entre los principios políticos de la Constitución de 1812 encontramos: la Soberanía Nacional, que acaba con la monarquía absoluta tradicional y se instaura la monarquía parlamentaria; y la división de poderes en poder legislativo (recae en las Cortes donde se reúnen anualmente y son encargados de elaborar leyes), poder ejecutivo (reside en el Rey que es quien nombra a los ministros) y poder judicial (recae en los tribunales y asegura los principios fundamentales del Estado de derecho).
Con respecto a la Instrucción Pública, como la concepción ilustrada defendía que sólo el desarrollo cultural podía garantizar la economía y la felicidad pública, se promovieron escuelas en todos los pueblos. Desde el punto de vista fiscal, al eliminarse la sociedad de clases y ser todos iguales, los ciudadanos pagarían impuestos y realizarían el servicio militar por igual. Cabe destacar también la Libertad de Prensa. Además, se abolieron los Señoríos Jurisdiccionales y el Tribunal de la Inquisición y, por último, se reconocíó en la Constitución la religión católica Apostólica Romana como la única y verdadera en la Nacíón Española.
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