13 Dic
El Romanticismo en Europa
En las últimas décadas del siglo XVIII surgieron en Europa corrientes de pensamiento que propugnaban principios y valores opuestos a la Ilustración: frente a la importancia concedida a la razón, se alzaron la emoción y el sentimiento; frente a la dimensión social, el individuo, y frente a las normas, la libertad de conducta y de creación. La culminación de todas estas tendencias recibió el nombre de Romanticismo. Se desarrolló en el tumultuoso siglo XIX (nacionalismos, revoluciones liberales, nacimiento del obrerismo). Nacido en Gran Bretaña (autores importantes como Walter Scott y Lord Byron) y Francia (Víctor Hugo, Chateaubriand, Stendhal), este movimiento se difundió por Europa a partir de este último país. Tuvo su reflejo en las artes (pintura, música, literatura, etc.) pero no fue solo una corriente artística: representó una nueva actitud vital contraria al mundo burgués.
Características del Romanticismo
- Defensa de la libertad: Los románticos reclamaron la libertad política, en defensa de un Estado liberal; la libertad moral frente a las convenciones sociales llevándoles a resaltar la vida fuera de la ley de personajes marginados; y la libertad artística, en oposición a las rígidas normas neoclásicas.
- Genio e inspiración: Los artistas románticos admiraban la capacidad de crear, de mostrarse original y único.
- Individualismo: Se reivindica al ser humano como individuo concreto, y la exaltación del yo y de la subjetividad. Las obras de esta época se nutren de emociones y sentimientos: el amor, el anhelo de felicidad, el fracaso existencial, etc. Es importante la contemplación de la naturaleza salvaje. Asimismo, hay que destacar la defensa romántica de la individualidad de los pueblos y la dignidad de su folclore (canciones, tradiciones, etc.) revitalizando a los nacionalismos y el estudio de las lenguas vernáculas.
- Evasión e irracionalismo: Una rebelión contra la sociedad del momento que coartaba la libertad del individuo, lo que les conduce a una evasión hacia el pasado (medieval y legendario), hacia lugares exóticos, y hacía mundos fantásticos, de ultratumba, etc.
El Romanticismo en España: Penetración y Desarrollo
Este movimiento se desarrolló en España en dos fases: la 1ª etapa romántica (sonoridad exacerbada) y la 2ª llamada postromanticismo (musicalidad tenue e intimismo). Se introdujo de la mano de intelectuales liberales que se habían exiliado debido a la represión emprendida por Fernando VII en su reinado y retornaron en torno a la década de 1830. Sus manifestaciones fueron:
- Romanticismo español: Responde a dos tendencias:
- Autores de ideología liberal: Se centran en la crítica social pero sin dejar la expresión del individualismo sentimental. Poesía (José de Espronceda), teatro (Duque de Rivas), prosa (Larra).
- Autores de ideología tradicional y conservadora: Principal representante (Zorrilla). Se retoman los personajes y las historias tradicionales españolas.
- Postromanticismo: Influenciado por la poesía alemana (Heine). Expresión intimista. (Rosalía de Castro y Bécquer).
Géneros Literarios del Romanticismo Español
Prosa Romántica
- Evocación histórica: Por medio de la novela histórica, ambientada generalmente en época medieval, trasladando los conflictos e intereses románticos. Obra importante: El Señor de Bembibre (Gil y Carrasco).
- Costumbrismo: Recoge modos de vivir, costumbres populares y alaba lo tradicional y castizo frente a lo extranjero. Autores importantes: Mesonero Romanos (Escenas Matritenses). Larra pertenece a esta corriente pero su caso es más complejo.
Teatro Romántico
El drama romántico pretendió conmover al público con historias melodramáticas protagonizadas por personajes sobre los que se cierne el misterio. El tema central es el amor con un desenlace fatal. Se combina lo trágico con lo cómico, el verso y la prosa. Se utiliza la polimetría como medio de musicalidad. No se respetan las unidades clásicas, (diversos lugares, saltos temporales, acciones secundarias). Se crea ambiente (misterioso, tenebroso, etc.) con los decorados. Obras y autores: Don Álvaro o la fuerza del sino (Duque de Rivas); El zapatero y el rey, Don Juan Tenorio (Zorrilla).
Lírica Romántica
Recoge como asunto leyendas, sucesos históricos e historias imaginadas. Las primeras manifestaciones son de carácter narrativo: se dramatizan acciones que introducen diálogos y monólogos y es habitual la descripción de lugares con atención a aspectos sensoriales. Sienten predilección por el octosílabo y los temas usuales son el amor opuesto a la sociedad, el sentido del hombre y de la existencia del hombre en el mundo, además de la crítica social por medio de personajes marginales (pirata, cosaco, etc.). Obras importantes: Leyendas (Zorrilla), El estudiante de Salamanca y El diablo mundo (Espronceda), Follas novas y En las orillas del Sar (Rosalía de Castro).
Gustavo Adolfo Bécquer
Nació en Sevilla. Sus apellidos eran Domínguez Bastida, pero adoptó el de un antepasado flamenco. Huérfano desde niño, se educó con su madrina que disponía de una gran biblioteca. Se instaló en Madrid para desarrollar sus aficiones literarias y desempeñó varios oficios, entre ellos el de periodista y el de censor de novelas. Se adhirió a la poesía alemana caracterizada por su intimismo y sencillez de forma personificada en Heine.
La Prosa de Bécquer
Bécquer dotó a la prosa de una época de cualidades poéticas excepcionales. Las Leyendas son veintiocho relatos de temática romántica: lo misterioso y sobrenatural (Maese Pérez el organista, El monte de las ánimas); lo exótico, oriental o morisco (La Rosa de pasión); lo religioso y milagrero (El Cristo de la Calavera); o lo costumbrista aliado con lo prodigioso (La venta de los gatos).
Las Rimas
Sesenta y nueve composiciones caracterizadas por su brevedad, intimismo y musicalidad con la finalidad de provocar emociones. Se tratan temas como la poesía y la creación, la historia amorosa y el dolor existencial que le lleva a reflexionar sobre la muerte. Estilísticamente se caracterizan por el empleo de ritmos variados, de un lenguaje común y por el uso de metáforas tomadas de la naturaleza. Su influjo alcanzó a muchos poetas del siglo XX, como Machado y Juan Ramón Jiménez.
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