26 Mar

La lírica y el teatro posteriores a 1936

Durante la dictadura franquista (1939-1975), la cultura estuvo marcada por la pérdida de las élites intelectuales, la represión y la censura.

En poesía, destacan tres hitos en la obra de Miguel Hernández: El rayo que no cesa, Viento del pueblo y Cancionero y romancero de ausencias. Años después, Hijos de la ira, de Dámaso Alonso, y Sombra del paraíso, de Vicente Aleixandre (1944), inician la poesía de posguerra, dividida en: Poesía desarraigada, con una visión pesimista, cultivada por Blas de Otero (Ángel fieramente humano), José Hierro (Tierra sin nosotros) y Gabriel Celaya (Tranquilamente hablando). Poesía arraigada, con Luis Rosales (La casa encendida) y Leopoldo Panero, quienes abordan temas como el amor y la religión.

En los años 50 predomina la poesía social, con tono de himno y función transformadora. Destacan Gabriel Celaya (Cantos iberos), Blas de Otero (Pido la paz y la palabra) y José Hierro (Cuanto sé de mí).

La poesía del medio siglo, con Claudio Rodríguez, Jaime Gil de Biedma (Las personas del verbo) y Ángel González (Palabra sobre palabra), se caracteriza por el autobiografismo y la ironía.

En los 70 surge la poesía novísima, influida por el culturalismo y el esteticismo, con poetas como Pere Gimferrer, autor de Arde el mar (1966).

En los 80 y 90, destacan: Poesía de la experiencia, con Luis García Montero y Felipe Benítez Reyes. Poesía del silencio, con Antonio Gamoneda y José Ángel Valente.

Teatro

En los años 40 predominan los géneros evasivos:

  • Comedia burguesa, con Joaquín Calvo Sotelo y Edgar Neville (El baile).
  • Comedia del disparate, con Miguel Mihura (Tres sombreros de copa) y Enrique Jardiel Poncela.
  • Teatro en el exilio, con Rafael Alberti (El adefesio), Max Aub (San Juan) y Alejandro Casona (La dama del alba).

En los 50, el teatro se vuelve más comprometido: Posibilismo, con Antonio Buero Vallejo (Historia de una escalera, La Fundación). Agitación política, con Alfonso Sastre (Escuadra hacia la muerte).

En los 60 y 70, el teatro experimental se inspira en el surrealismo y el teatro del absurdo, con Fernando Arrabal (El cementerio de automóviles) y Francisco Nieva (Pelo de tormenta). Desde 1976, el teatro recibe apoyo institucional y experimenta con la creación colectiva (Els Joglars). En los 80 y 90, aborda temas contemporáneos con obras como Bajarse al moro, de José Luis Alonso de Santos, y Las bicicletas son para el verano, de Fernando Fernán Gómez. En los últimos años, la generación Bradomín combina: Experimentación radical, con Angélica Liddell y Rodrigo García. Teatro de la palabra, con Juan Mayorga (El chico de la última fila). A ellos se suma una nueva generación, con dramaturgos como Alfredo Sanzol.


SINONIMIA: es la relación semántica que se establece entre dos o más palabras que tienen un mismo significado y distintos significantes. La sinonimia puede ser absoluta, si las palabras sinónimas tienen el mismo significado en todos los contextos de uso (iniciar-empezar), o parcial, si las palabras sinónimas no son intercambiables en todos los contextos (oliva-aceituna). ANTONIMIA: es la relación semántica que se establece entre dos palabras con significados opuestos. Los antónimos pueden ser:

Según su forma: léxicos (son palabras con raíces distintas, como delgado/gordo) o morfológicos (tienen la misma raíz y se diferencian en la presencia o ausencia de un prefijo negativo, como útil/inútil).

-Según su significado: Complementarios: el significado de una implica la negación de la otra (verdadero/falso). Graduales: Representan los extremos de una escala (frío/caliente). Inversos: Expresan la misma relación desde perspectivas opuestas (padre/hijo).

POLISEMIA: es el fenómeno semántico que se produce cuando una palabra tiene varios significados relacionados entre sí. Por ejemplo, ratón (animal) y ratón (herramienta del ordenador).

HOMONIMIA: es el fenómeno semántico que se produce entre dos o más palabras iguales en su forma, pero cuyos significados no están relacionados entre sí.

HIPONIMIA E HIPERONIMIA: son las relaciones semánticas de inclusión que se establecen entre una palabra de significado general (hiperónimo) que incluye el significado de una palabra de significado concreto (hipónimo). Por ejemplo, mamífero sería el hiperónimo de perro.

CAMPO SEMÁNTICO: es un conjunto de palabras de la misma categoría gramatical que comparten un rasgo de significado. Campo semántico de fruta: pera, manzana, naranja, etc.

CAMPO ASOCIATIVO: conjunto de palabras de distintas categorías gramaticales relacionadas por alguno de sus rasgos de significado. Campo asociativo de la enseñanza: exámenes, aprobar, estudios, corregir, aula, suspenso, etc.

Deja un comentario