19 Mar

Características de la Literatura del Renacimiento

  • Nuevo ideal de belleza: De inspiración grecolatina, basado en la armonía, la perfección y el equilibrio.
  • Literatura profana: Afloran temas y tópicos como el placer, la juventud, la mitología, Carpe diem, Descriptio puellae, etc.
  • Ausencia de intención didáctica: Carecen de finalidad doctrinal, se orientan hacia el deleite.
  • Honda religiosidad: Sobre todo en la segunda mitad del siglo XVI. Literatura mística y ascética.
  • Armonización de la literatura tradicional con las nuevas tendencias; de idealismo y realismo; la religión y el humanismo.

Poesía en la Primera Mitad del Siglo XVI

La renovación de la lírica castellana se debe a la influencia y asimilación de la cultura europea, principalmente de la métrica, ideas y estilo de la poesía italiana. El petrarquismo:

Movimiento poético que toma como referente a Francesco Petrarca.

Sus características son:

  • El tema del amor, de concepción petrarquista (amor no correspondido, sufrimiento) y platónica (idealización de la amada cuya contemplación remite a la divinidad).
  • La naturaleza (idealizada, reflejo de la belleza divina y Locus amoenus).
  • Ideal de mujer de belleza «renacentista» (cabellos rubios, piel blanca, labios rosados).
  • Estilo sutil, de versos fluidos y musicales.
  • Predilección por el verso endecasílabo, el soneto, y cultivo de églogas, odas, canciones y madrigales.

Poesía en la Primera Mitad del Siglo XVI (Continuación)

Las formas italianas son introducidas en España gracias a la pluma de Juan Boscán y, sobre todo, de Garcilaso de la Vega durante el reinado del primero de los Austrias, Carlos I (también conocido como emperador Carlos V).

Se aprecia una clara influencia de la mitología grecolatina: dioses, héroes y mitos aparecen con frecuencia.

Se renueva la métrica introduciéndose el cultivo de versos de 7 (heptasílabos) y 11 (endecasílabos) sílabas, se abandona el verso agudo y se adoptan nuevas estrofas: lira, estancia, silva… y, sobre todo, el soneto. El lenguaje poético tiende a la naturalidad sin olvidar la elegancia y la armonía. Se emplea un estilo culto y metáforas. Se enriquece el léxico con la incorporación de cultismos y el uso de epítetos e hipérbatos.

Garcilaso de la Vega

Garcilaso de la Vega (1500-1536) nació en Toledo, de familia noble. Participó en diversas campañas militares al servicio de Carlos I. Encarna el modelo de caballero cortesano que aúna el manejo de las armas y el cultivo de las artes. En 1525 se casó con Elena de Zúñiga, pero al año siguiente conoció a Isabel Freire, dama de la reina, de quien se enamoró perdidamente. Es a ella a quien dirige la mayor parte de sus versos. El matrimonio de Isabel con otro caballero y su muerte al dar a luz hizo que su amor fuera imposible. Garcilaso murió joven en el campo de batalla.

Los temas tratados por Garcilaso son el amor, la naturaleza idealizada y la mitología. Su estilo es sencillo y armonioso; aunque el sentimiento amoroso sea apasionado, sabe contener su exaltación y tiende hacia la espiritualidad. Su obra poética es muy breve. Lo más destacado son sus sonetos y tres églogas. En la Égloga I se ofrecen los lamentos de los pastores Salicio y Nemoroso, rechazado uno por su amada, Galatea; muerta la adorada del segundo, Elisa. Ambos pastores son, en realidad, el propio Garcilaso que llora su amor imposible por Isabel. Está escrita en estancias (estrofa de origen italiano de versos heptasílabos y endecasílabos).

Poesía en la Segunda Mitad del Siglo XVI

La poesía durante el reinado de Felipe II se caracteriza por la temática religiosa, debida a la Contrarreforma (reacción de la Iglesia católica en el Concilio de Trento (1545-1563) al reformismo de Lutero, Calvino, etc.) Las formas y temas del primer Renacimiento se adaptan a esta nueva temática.

Poesía Religiosa: Ascética y Mística

La poesía ascética busca alcanzar la perfección moral. Su máximo representante es Fray Luis de León.

La poesía mística expresa la unión del alma con Dios. Sus principales autores son San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús. En ambos tipos de poesía se utiliza un lenguaje sencillo para expresar temas teológicos, morales y filosóficos.

Principal Autor de la Poesía Ascética: Fray Luis de León

Fray Luis de León (1528-1591), fraile agustino y profesor de la Universidad de Salamanca. Fue encarcelado por la Inquisición durante cinco años por traducir al castellano el Cantar de los cantares, fragmento del Antiguo Testamento. La mayoría de sus poemas son de tipo moral y religioso en las que expresa el deseo de huir de este mundo (tópico del Beatus ille) para alcanzar la paz interior. Combina brillantemente el pensamiento cristiano con la cultura renacentista. Es autor de una breve, pero admirable, obra poética. Los temas más frecuentes son: la búsqueda de la paz interior, el rechazo de las preocupaciones materiales y el deseo de huir de este mundo para unirse a Dios.

Principales Autores de la Poesía Mística: San Juan de la Cruz

Nacido en Fontiveros (Ávila), (1542-1592), fue fraile carmelita, alumno de Fray Luis en la Universidad de Salamanca. Compartió con Santa Teresa su labor reformista de la orden carmelita.

La mística es un estado de perfección en el que el alma, ya purificada, se une con Dios. Los tres grandes poemas místicos de San Juan de la Cruz son:

  • Noche oscura del alma: En una noche oscura, que simboliza la oscuridad en que se encuentra el alma, una muchacha (el alma) sale de su casa (el cuerpo) para ir al encuentro del amado (Dios). Al encontrarlo, se aman (unión mística).
  • Cántico espiritual: La esposa (el alma) sale en busca del esposo (Dios) y pregunta por él a las criaturas de la naturaleza. Lo encuentra reflejado en una fuente (Agua de vida).
  • Llama de amor viva: Describe el éxtasis místico mediante un lenguaje amoroso muy sensual.

Narrativa del Siglo XVI

A lo largo del siglo XVI, la narrativa cobra protagonismo y se convierte en importante fuente de entretenimiento. Surge un nuevo género: la novela. El Humanismo fomentaba la cultura y ese cambio de mentalidad favorece que la burguesía y las clases altas aprendan a leer y sean consumidoras de novelas. A ello contribuye la invención de la imprenta durante el siglo XV, que abarata los costes de producción y hace que los libros dejen de ser artículos de lujo pudiendo ser adquiridos por el público, ávido de aventuras.

Narrativa en la Primera Mitad del Siglo XVI

La tendencia narrativa predominante es la novela idealista. Una novela que recreaba un mundo muy alejado de la realidad, en que triunfaban los ideales caballerescos, las aventuras, los viajes a lugares fantásticos o los refinamientos cortesanos. Dentro de la novela idealista pueden distinguirse diversos tipos:

  • Novelas de caballerías: Pobladas por aventuras fantásticas. El héroe es un caballero que debe enfrentarse a innumerables peligros para probar su valor y servir a su dama, a quien dedica sus hazañas y de quien es fiel enamorado. Destaca Amadís de Gaula, de Garci Rodríguez de Montalvo, 1508.
  • Novela pastoril: Relatan historias de amor protagonizadas por pastores en una naturaleza idealizada. Los pastores presentan un comportamiento cortesano. La Diana (1559), de Jorge de Montemayor.
  • Novela bizantina: Novela de aventuras protagonizada por una pareja de enamorados de alto linaje cuyo amor debe superar numerosas pruebas: viajes, naufragios, raptos, cautiverios, separaciones… Finalmente, la pareja se reencuentra y termina casándose. Obra: Los trabajos de Persiles y Segismunda, 1617, de Miguel de Cervantes.

Narrativa en la Segunda Mitad del Siglo XVI

La novela realista ofrece un retrato de la sociedad de la época poniendo en evidencia sus defectos como la miseria, el hambre, la corrupción, las desigualdades sociales, la injusticia.

El ciclo celestinesco y la picaresca son los dos géneros que representan esta tendencia.

Novela Picaresca

En 1554 se publica, de forma anónima, una obra que inaugura un género nuevo: El Lazarillo de Tormes.

Frente a los mundos idealizados, el Lazarillo retrató su sociedad contemporánea con realismo y desengaño. El Lazarillo inaugura la novela picaresca, género que se consolidará en el siglo XVI.

Rasgos de la novela picaresca:

  • Son obras moralizantes y pesimistas. Reflejan el degradado ambiente social y moral de la época.
  • Están escritas en primera persona en forma de autobiografía ficticia. Los hechos se cuentan siempre desde el punto de vista del narrador-protagonista.
  • Tiene como protagonista a un pícaro de origen humilde que debe recurrir a su ingenio para sobrevivir.
  • Narración lineal y evolución psicológica desde la inocencia de la infancia hasta la picardía del adulto.
  • Carácter episódico. La novela está constituida por episodios independientes y es abierta.

Lazarillo de Tormes

Es una carta dirigida por Lázaro, ya adulto, a un destinatario al que llama «Vuestra Merced». Se deduce que dicho destinatario es persona importante que le ha pedido a Lázaro que le explique su situación actual.

La clave de la novela consiste en descubrir cuál es el caso al que se refiere Lázaro de Tormes y por qué, para aclararlo, decide rememorar toda su vida. Sin embargo, hasta el final del libro no encontramos la respuesta a tales preguntas.

La obra consta de un prólogo y siete tratados. En cada tratado, Lázaro cuenta un episodio de su vida, siempre al servicio de un amo distinto.

Argumento

Lázaro nació en un molino situado sobre el río Tormes, de ahí su nombre. Niño aún, su padre es encarcelado por ladrón, y entonces su madre, en malas andanzas con un caballerizo negro, lo coloca al servicio de un ciego, su primer amo.

El ciego, astuto y avaro, maltrata a Lázaro y lo «mata» de hambre. Lázaro despierta de su inocencia infantil y comprende que, para sobrevivir, debe avivar su ingenio y ser más astuto que su amo. Harto de la mala vida que le da el ciego, un día encuentra la ocasión de vengarse de él estrellándose contra un poste y huye.

Pasa así a su segundo amo, un clérigo mezquino, a quien el niño debe robar los bodigos (panes votivos) para subsistir. Al descubrirlo una noche el clérigo, lo apalea y despide.

Cae entonces Lázaro a servir a un escudero pobre y famélico, para quien tiene que salir a pedir limosna. El hidalgo desaparece un día, abandonando a su criado, por no poder pagar el alquiler de la casa que arrienda.

Tiene luego Lázaro otros amos: un fraile de la Merced, con quien no le va mejor; un buldero pícaro, que estafa a la gente, y un alguacil, que lo pone en peligros, del cual huye Lázaro.

Finalmente, Lázaro logra un oficio real, el de pregonero de Toledo, gracias a la intervención de un arcipreste, con cuya criada se casa.

Rasgos

Lázaro es un antihéroe, un pícaro. Persona de condición social muy humilde que se las arregla para salir adelante en la vida por medio de su astucia y de toda clase de engaños.

A medida que vive experiencias, Lázaro evoluciona. Pero su evolución es negativa: va perdiendo la inocencia con cada amo y, al final, es un adulto desengañado que consiente la infidelidad de su mujer a cambio de una posición social aceptable y cómoda.

Cada uno de los amos representa un estrato de la sociedad del siglo XVI. Son personajes que poseen una personalidad compleja, llena de matices.

Los dos rasgos más importantes del Lazarillo son el realismo y el humor.

  • El realismo aparece en la descripción del espacio (lugares reales, como Salamanca, Escalona o Toledo), en la caracterización de los personajes y en el lenguaje.
  • El humor es una máscara que oculta la amargura. Es un tipo de humor negro, relacionado con el desengaño hacia un mundo degradado.

Otros temas son el hambre, la hipocresía, la sátira eclesiástica y la honra.

El estilo es sobrio, la lengua imita el habla cotidiana. Sin embargo, también hay alusiones y citas de autores clásicos. Esto corrobora el carácter erudito del autor.

Conclusión

La fama de la novela fue tan grande como el influjo que la obra iba a ejercer en las letras castellanas y europeas: La vida de Lazarillo de Tormes y de sus fortunas y adversidades está considerada la primera novela moderna. El Lazarillo constituye el punto de partida de un género, la picaresca, que alcanzará su máximo desarrollo en el siglo XVI.

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