12 Ene
La Novela Española Tras la Guerra Civil
La Posguerra
Durante los primeros años de posguerra se publican novelas triunfalistas que relatan la guerra desde el punto de vista de los vencedores, o novelas de evasión con asuntos sentimentales muy alejados de la desolación y la miseria del momento. Sin embargo, surgen en la década de los cuarenta dos novelas con una visión crítica de la realidad: La familia de Pascual Duarte, de Camilo José Cela (de la cual surge una corriente denominada tremendismo), y Nada, de Carmen Laforet.
Novela Social de los Años 50
A principios de los 50 se produce un renacimiento del género narrativo. En este cambio participan autores como Cela, Delibes y Torrente Ballester. El hecho decisivo es la aparición de la llamada «generación del medio siglo», que desarrollará un nuevo tipo de novela. El primer impulso lo proporciona Cela con La colmena: es una novela sin apenas argumento cuya intención es presentar la degradación de la España de posguerra. Su estructura y perspectiva adelantan algunas innovaciones: la presencia de un protagonista colectivo, la ausencia de un final preciso, el alcance existencial y social de la obra, el desorden cronológico de los capítulos, etc. Miguel Delibes publica El camino, en la que emplea un estilo sobrio y sencillo para retratar el mundo rural castellano. Esa misma sencillez se encuentra en Mi idolatrado hijo Sisí. Los temas son: el vacío y el egoísmo de la burguesía, la vida en el campo, la explotación del proletariado, la soledad, el éxodo rural, la Guerra Civil, etc. Con respecto a la técnica y al estilo, predomina el objetivismo, que pretende la desaparición del narrador; el diálogo, muy abundante, recoge las características del habla coloquial; el protagonista es colectivo, y hay una gran concentración del tiempo y el espacio.
La Poesía Española Tras la Guerra Civil
Miguel Hernández
Miguel Hernández es un poeta puente entre la generación del 27 y la generación del 36. Su obra se prolonga hasta 1941 (Cancionero y romancero de ausencias). Su obra se puede resumir en:
- Etapa inicial con influencias culteranas en Góngora: Perito en lunas.
- Etapa profunda y humana con preocupaciones sobre la vida, el amor y la muerte: El rayo que no cesa y Elegía a Ramón Sijé.
- Poesía de la guerra: Viento del pueblo y El hombre acecha.
- Etapa final, momentos de cárcel y angustia por su esposa e hijo: Cancionero y romancero de ausencias.
Años 50: Poesía Social
En 1955 se consolida el realismo social con Pido la paz y la palabra, de Blas de Otero, y Cantos iberos, de Gabriel Celaya. En la temática cobra proporciones desmesuradas el tema de España, con un enfoque político: la injusticia social, la alienación, el mundo laboral, etc. Tales temas explican el estilo: los poetas se dirigen a la mayoría, desean llegar al pueblo y, para ello, usan un tono claro y un tono coloquial.
Años 60
Se tiene un interés por una poesía artística: nuevas formas métricas y nueva expresión, aunque no renuncian definitivamente a la preocupación social. La finalidad de la poesía es, más que el conocimiento de la realidad social, ser un instrumento para conocer zonas invisibles del hombre y del mundo. Se trata de una poesía de experiencias individuales e íntimas: amistad, amor, trabajo; con un estilo personal, íntimo y próximo al lector. Los autores más significantes son Ángel González, Jaime Gil de Biedma, Francisco Brines y Claudio Rodríguez.
Los 70: Los Novísimos
Los autores más destacados son: Manuel Vázquez Montalbán, Antonio Martínez Sarrión, José María Álvarez, Félix de Azúa, Guillermo Carnero y Leopoldo María Panero. Todos nacen después de la Guerra Civil. Su formación y sus temas están muy relacionados con los medios de comunicación. Son amantes de la literatura extranjera y antirrealistas que se vuelcan en una poesía experimental, vanguardista y de gusto modernista, ya que su gran interés se centra en el arte del lenguaje. A partir de mediados de los 70 decayó la estética de los novísimos y se produjo un cambio en la poesía al que se sumaron varios de sus integrantes. Las nuevas tendencias rechazan lo frío y conceptual de la generación anterior en favor del intimismo y la emoción. Las principales tendencias fueron:
- Neosurrealismo: entronca con la generación del 27 y los surrealistas de posguerra.
- Neorromanticismo: trata temas como la noche y la muerte.
- Poesía épica.
- Poesía sensualista.
- Poesía de la experiencia: vuelve a situar el texto en un aquí y un ahora, buscando un público más amplio.
El Teatro de Posguerra: *Historia de una escalera*
Historia de una escalera presenta la vida de unos personajes impotentes para superar su situación en un mismo decorado, la escalera, y en tres épocas (1919, 1929 y 1949). El problema central es la frustración de unos seres condenados a desarrollarse en ese espacio limitado, y ninguna de las dos vías representadas por los personajes (individual, representada por Fernando; colectiva, representada por Urbano) ofrece una respuesta válida. El protagonista real de la obra es la estática escalera, testigo del paso del tiempo que se presenta como limitación esencial. Pero al final, Carmina hija y Fernando hijo se encuentran, y se repite lo que Fernando le prometió a Carmina cuando eran jóvenes. Sin darse cuenta, salen Carmina y Fernando, ven a sus hijos y sus miradas se cruzan con infinita melancolía al ver a sus hijos juntos comprometiéndose. Urbano se casó con Carmina, y Fernando con Elvira por dinero.
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