26 Ene

El Siglo XV: Transición Entre la Edad Media y el Renacimiento

El siglo XV representa un extenso puente entre la Edad Media y el Renacimiento. Por un lado, se observa la decadencia de las formas de vida y pensamiento medievales, mientras que, por otro, se anuncia el florecimiento del Renacimiento del siglo XVI. Esta época se caracteriza por una profunda crisis y marcados contrastes, reflejando fielmente las circunstancias históricas del momento. Sin embargo, como suele suceder en estos periodos de cambio, surgen dos obras fundamentales de nuestra literatura: las Coplas de Jorge Manrique y La Celestina, de Fernando de Rojas. La crisis del siglo XV abarca la organización social, la crisis religiosa y el antropocentrismo. El plano político se vuelve inestable y, ante todo esto, nos encontramos con el Prerrenacimiento.

Influencia Italiana en los Autores del Siglo XV

Los autores del siglo XV muestran una clara predilección por las formas y los temas italianos. Petrarca se convierte en el modelo perfecto de humanista: un estudioso con profundos conocimientos de la literatura grecolatina. Su influencia se prolongará durante los siglos XVI y XVII.

Evolución de la Lengua Literaria en el Siglo XV

A lo largo del siglo XV, el idioma experimenta un periodo de progresivo desarrollo. De esta época data la primera Gramática, escrita por el andaluz Nebrija en 1492. Se produce un enriquecimiento formal, debido al influjo de la literatura grecolatina. Aumentan las traducciones y se adoptan nuevas formas de expresión a imitación de los clásicos. Podemos destacar los siguientes rasgos:

  • Se amplía el léxico, fundamentalmente con cultismos, galicismos e italianismos.
  • Las frases se hacen más largas y complejas, y los hipérbatos son cada vez más abundantes, a semejanza de la sintaxis latina.
  • Aumenta el número de adjetivos, generalmente antepuestos al nombre.

En sentido opuesto, hay autores que se inclinan por reflejar el habla viva de su tiempo, incluyendo refranes y expresiones populares. En La Celestina encontraremos ejemplos de ambas tendencias, culta y popular.

Temas Literarios Predominantes en el Siglo XV

El Amor

El concepto de amor en esta época sigue unas reglas fijas que se corresponden con lo que se ha denominado «amor cortés»: el sentimiento amoroso es ineludible y ennoblece al mismo tiempo al amante-poeta, que se convierte en vasallo de la dama.

La Muerte

El auge de este tema fue importantísimo en la época medieval por diversos motivos:

  • En la Edad Media, la muerte era una realidad mucho más cercana a la población, debido a las frecuentes guerras y a la rápida propagación de graves epidemias.
  • El aumento de las predicaciones de las órdenes mendicantes, que reprendían a los fieles en sus sermones ante la relajación moral que se advertía.
  • La difusión de representaciones artísticas de la muerte en forma de grabados.
  • El bienestar social que alcanza la burguesía provoca un mayor temor a la muerte, ya que mientras más riqueza se posee, más miedo existe a perderla.

El tema de la muerte se refleja en la frecuencia con la que se repite el tópico del Ubi Sunt (¿Dónde están?). Jorge Manrique, en las Danzas Macabras, nos presenta a la muerte bajo diversas apariencias.

La Fortuna

Se encuentra relacionada con la muerte, dadas las duras condiciones de vida de entonces.

La Fama

La posibilidad del ser humano de perdurar en el tiempo y de sobrevivir a la muerte; para ello, hay que mantener en vida un comportamiento ejemplar.

La Sátira Política y Social

Un reflejo de las tensiones y críticas de la época.

La Lírica en el Siglo XV

La Lírica Tradicional

La lírica tradicional es aquella que se transmite de forma oral entre el pueblo desde tiempos inmemoriales. Incluye las jarchas, poemas en los que una chica se queja de amor ante un confidente, casi siempre su madre; las cantigas y los villancicos. A pesar del carácter anónimo y oral de estas composiciones, han llegado hasta nosotros gracias a que algunos cultos transcribieron tanto la letra como la música.

Temas de la Poesía Tradicional:

  • Canciones de tema amoroso: Un motivo muy repetido es el de la mujer que se queja ante un confidente por la ausencia del amado (jarcha).
  • Plantos o endechas: Canciones fúnebres dedicadas a la muerte de alguna persona.
  • Mayas: Canciones dedicadas al mes de mayo, cuando florecen la primavera y el amor.
  • Albas o alboradas: El amanecer es el momento en el que se despiden los amantes para no ser descubiertos; en otras ocasiones, es la hora del encuentro si han pasado la noche separados.
  • Canciones de trabajo y de fiesta: Para sobrellevar las tareas de cada día; son frecuentes los tonos burlescos.

Rasgos Formales: La poesía oral se caracteriza por usar abundantemente los recursos de repetición y la presencia de la función expresiva.

La Lírica Culta

En el siglo XV, la nobleza se aficiona a las artes y a las letras, y nace la poesía palaciega o cortesana. Características del amor cortés:

  • El poeta-amante se consagra por completo a una dama sin poder hacer nada para evitarlo.
  • La dama es de una clase superior y, por tanto, inalcanzable.
  • La dama no corresponde al amante y surge el tópico de la «amada-enemiga».
  • El mayor mal del amante es el dolor por no ver a su dama.
  • El amor es irrenunciable, ya que si es verdadero, el sentimiento solo cesa con la muerte.

Los principales autores del siglo son el Marqués de Santillana, Juan de Mena y Jorge Manrique. La poesía culta se recoge en cancioneros, colecciones de poemas, por lo general de varios autores.

Jorge Manrique: El Poeta-Guerrero

Jorge Manrique une la pasión por las armas y las letras, un modelo de vida que se ha llamado «el poeta-guerrero».

Obra: Conservamos muy pocas composiciones de Jorge Manrique. Las que nos han llegado pueden clasificarse en tres grupos:

  • Poesía amorosa: A pesar de seguir el estilo trovadoresco, poseen gran sencillez en el lenguaje y moderación en el uso de alegorías y latinismos.
  • Poesía burlesca: Solo se conservan tres composiciones, no muy afortunadas, en las que sigue la tradición de las cantigas, de tono irónico y crítico.
  • Poesía moral: En este último apartado se sitúa la principal obra lírica de este siglo, y a la cual debe su fama Manrique: las Coplas a la muerte de su padre.

Coplas a la Muerte de su Padre: Estructura, Contenido y Estilo

La obra se centra en el tema de la muerte. Está formada por cuarenta coplas, que se organizan en tres partes:

  1. Parte I (I-XIII): El autor habla de cosas generales, del poder igualatorio de la muerte, de la fugacidad de la vida.
  2. Parte II (XIII-XXIV): El autor pone ejemplos concretos de los temas generales que ha desarrollado en la primera parte; aparece el Ubi Sunt.
  3. Parte III (XXV-XL): La muerte aparece de una forma mucho más humana que en las otras obras medievales. Realmente, la muerte en las Coplas aparece más como un personaje.

Estilo: La obra destaca por su expresión desnuda y por su elaborada sencillez. Lo fundamental son los sustantivos, y quizá sea esta sobriedad lo que le ha merecido la admiración unánime. La estrofa que utiliza es la doble sextilla de pie quebrado, de rima consonante y esquema abcabc defdef.

Trascendencia: Esta obra supone una recopilación de todo el sentir medieval de la muerte, a lo que se suma la propia visión personal del autor. La elegía expresa sentimientos dolorosos por la muerte de un ser querido, dotando al personaje de la muerte de una nueva apariencia, más dulce y serena.

El Romancero: Expresión de la Literatura Popular

El romancero ha sido considerado tradicionalmente como la principal manifestación de la literatura popular española. Se trata de un amplio conjunto de composiciones llamadas romances, con un número indeterminado de versos octosílabos con rima asonante en los pares. Se divide en dos grupos:

  • Romancero viejo: Es de carácter anónimo y abarca desde un origen indeterminado hasta mediados del siglo XVI.
  • Romancero nuevo: Son textos creados desde mediados del siglo XVI por autores cultos a imitación de los romances viejos.

Origen y Transmisión del Romancero

  • Teoría tradicionalista: Afirma que los romances proceden de los cantares de gesta; los juglares repetirían las partes favoritas del público, aislándolas del cantar.
  • Teoría individualista: Defiende que los romances fueron compuestos por autores anónimos, del mismo modo que cualquier otra obra poética. A favor de esta tesis está el hecho de que los romances más antiguos no son de temática épica.

Características del Romancero

  • Molde métrico único que facilitaba el aprendizaje y su transmisión, lo que garantizó su vitalidad histórica.
  • Tendencia a la condensación: a lo largo del tiempo, los romances se despojan de lo superfluo y de lo innecesario. Se trata de un proceso de selección que convierte a los romances en más poéticos cuanto más breves.
  • Frecuente presencia de arcaísmos.
  • Uso peculiar de los verbos.
  • Repetición, antítesis y enumeración.
  • Ausencia de intención moralizante.
  • Mezcla de narración y diálogo.
  • El final se interrumpe abruptamente.
  • Empleo del presente.
  • Se conservan varias versiones del mismo romance.
  • Puede pertenecer al género lírico o narrativo: será lírico cuando exprese sentimientos del autor, y narrativo cuando relate la historia de unos personajes.

La Prosa en el Siglo XV

Prosa Biográfica

Fruto de un incipiente humanismo y de la preocupación por el hombre, surgen colecciones de biografías de amplia difusión, así como obras doctrinales y colecciones de cuentos.

Novela Sentimental

El final de estas historias suele ser trágico, como se corresponde con el concepto del amor cortés: el amante perfecto, para serlo, debía demostrar sus sentimientos frente a las adversidades. La obra más lograda es Cárcel de amor.

La Celestina: Una Tragicomedia de Amor

La Celestina es una trágica historia de amor. Calisto, joven burgués, rico e ingenioso, entra en la huerta de Melibea mientras persigue a su halcón y la ve. Melibea, joven y hermosa, hija única de Pleberio y Alisa, pertenece a la clase privilegiada. Calisto se enamora de ella y trata de obtener su favor, pero es rechazado. Le cuenta lo sucedido a su criado Sempronio, quien le recomienda recurrir a los servicios de una vieja alcahueta, Celestina. Esta, mediante su sabiduría y sus hechizos, consigue unir a los dos jóvenes enamorados. Después, los criados de Calisto, llevados por la codicia, matan a Celestina, que se niega a compartir con ellos la cadena de oro que Calisto le dio en pago de sus servicios. A partir de ahí, las acciones se suceden: Calisto muere al caerse desde un muro y Melibea se suicida por amor. La obra finaliza con el llanto del padre de Melibea.

Ediciones de La Celestina

En 1499 se tituló Comedia de Calisto y Melibea. Luego pasó a llamarse Tragicomedia de Calisto y Melibea en 1502. A partir de 1507 se conoce como La Celestina, porque el personaje más importante de la obra es la alcahueta, que es la encargada de atar todos los hilos y poner en contacto a dos mundos que aparecen en la obra: la nobleza y el pueblo.

Problemas de Autoría de La Celestina

El autor de La Celestina se descubrió por los versos acrósticos que aparecen en la obra, antes de las cartas a un amigo. En estos versos se dice que Fernando de Rojas acabó la Comedia de Calisto y Melibea. Así que, basándonos en los versos acrósticos y en lo que se dice en la carta, han surgido dos teorías sobre la autoría de La Celestina. Las hipótesis más aceptadas son las siguientes:

  1. La Celestina solo tiene un autor, que es Fernando de Rojas, y lo que dice en la carta y en los versos acrósticos solo es un pretexto o recurso narrativo que inicia Fernando de Rojas en la literatura española.
  2. La segunda teoría habla de que La Celestina tiene dos autores: un autor anónimo que escribió el primer acto y Fernando de Rojas, que escribió el resto de la obra. Investigadores modernos han hecho estudios lingüísticos comparando el primer acto con el resto de la obra y han observado algunas diferencias lingüísticas, es decir, piensan que son obras de autores distintos.

El Género de La Celestina

Es una obra difícil de clasificar, ya que parece una novela, pero también se puede clasificar como obra de teatro, ya que lo fundamental de la obra es el diálogo. En su época se le negó el carácter teatral y fue denominada como «novela dialogada».

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