16 Ene

La Generación del 27

La Generación del 27 está formada por un grupo poético que da lugar a la nueva Edad de Oro de la literatura española. Entre otros, se encuentran Alberti, Lorca, Jorge Guillén, Dámaso Alonso, Gerardo Diego, Salinas, Aleixandre, Cernuda y Prados.

Los contactos personales entre ellos fueron muy estrechos. Destacaron los organizados para conmemorar el centenario de Góngora en 1927, fecha que les da nombre. También destaca la Residencia de Estudiantes de Madrid y la colaboración en revistas. La prueba más absoluta de su imagen como grupo fue la Antología, compuesta por Gerardo Diego, en la que se recogen obras de todos ellos.

1. Orientaciones Estéticas: Tradición y Renovación

A diferencia de las vanguardias, el grupo de la Generación del 27 no se alzaba contra nadie. Sus orientaciones estéticas son integradoras, y entre sus preferencias están los poetas primitivos hasta los más actuales. Sintieron admiración por los poetas medievales y clásicos. Góngora fue un referente para ellos, y sintieron pasión por la poesía popular.

Entre los poetas del siglo XIX y comienzos del siglo XX, admiraron a Bécquer, Unamuno y Machado. Pero por encima de estos estaba Juan Ramón Jiménez. Recibieron influencia de países extranjeros. En resumen, unieron ejemplarmente tradición y renovación.

2. Evolución

Hasta 1927, aproximadamente, predominaba una idea de poesía pura, con huellas posmodernistas y la influencia de Bécquer.

De 1927 a la Guerra Civil, la humanización de la poesía será cada vez mayor, coincidiendo con el surrealismo.

Después de la guerra, Lorca ha muerto y varios de los miembros se encuentran en el exilio. La protesta y la nostalgia de la patria serán los temas principales.

3. Innovaciones Formales: La Versificación

Los poetas de esta generación aportaron a la lengua poética profundas novedades. Buscaron una lengua distinta mediante el uso de la metáfora. En cuanto a la métrica, renunciaron a muchas de las brillantes y sonoras formas del Modernismo, y adquieren un amplio desarrollo del verso libre y el versículo.

El Teatro de Principios del Siglo XX: Valle-Inclán y Lorca

Al inicio del siglo XX se siguen representando las formas teatrales heredadas del siglo anterior, y hasta 1920 no se percibe un intento de renovación. Autores del 98 y del 27 culminan una tarea innovadora que da lugar a grandes obras de teatro. El teatro comercial triunfa en estas primeras épocas. Se representan con gran éxito obras que idealizan la sociedad madrileña y andaluza. Entre los autores más importantes destaca Jacinto Benavente, ya que su teatro participa en la renovación modernista al romper con lo melodramático.

Entre los autores modernistas y del 98 se encuentra Unamuno, Azorín y, por encima de ellos, Valle-Inclán. En cuanto a Unamuno, sus dramas, al igual que sus poemas, tratan el conflicto existencial y carecen de escenas.

1. Ramón María del Valle-Inclán

Fue un innovador del teatro español que rechazó el modernismo burgués del teatro anterior y propone una renovación total con diversos métodos. Su producción se divide en tres etapas:

  • Ciclo mítico: Formado por Comedias bárbaras y Divinas palabras. La primera se sitúa en una Galicia supersticiosa, con personajes faltos de moral y un mundo de pasiones donde conviven lo sobrenatural, lo misterioso y la muerte. La segunda es una tragicomedia rural donde se mezclan las pasiones con un mundo de miseria.
  • Ciclo de la farsa: Contrapone lo sentimental a lo grotesco, con un lenguaje cada vez más esperpéntico.
  • Ciclo del esperpento: Intenta una deformación sistemática de la realidad para ofrecer su imagen grotesca. Es un movimiento de protesta contra la sociedad burguesa que, al mismo tiempo, propone una intención renovadora de las formas literarias y del lenguaje. En el esperpento se mezclan formas discretas, refinadas y hasta pedantes con expresiones más vulgares. Usa la ironía y el sarcasmo para revelar el abuso de la sociedad.

En el ciclo del esperpento se inicia con Luces de bohemia. La acción se realiza en Madrid, y sus protagonistas son Max Estrella y don Latino. Estos recorren las calles de la ciudad y las tabernas hasta que Max muere. La obra es una crítica a la situación de España y una denuncia a la hipocresía.

La Generación del 27 ofrece también una nómina de dramaturgos, como Alberti y Casona.

2. Federico García Lorca

Es el dramaturgo español más conocido en el extranjero. Cree que el teatro debe servir para elevar la sensibilidad del pueblo y cree en la fuerza del poeta para transformar la realidad. Su obra se caracteriza por la poesía y el simbolismo. Su producción dramática se puede clasificar en:

  • Farsas: De títeres y de actores, une lo lírico y lo grotesco.
  • Comedias imposibles: Obras simbólicas difíciles de interpretar y representar.
  • Tragedias: Que es el género que más le representa. El lenguaje de las flores muestra la melancolía de una soltera que espera inútilmente la llegada del amor. Bodas de sangre recoge la tragedia de una novia raptada el mismo día de su boda por su antiguo amante. La casa de Bernarda Alba es la cima de su teatro. La acción transcurre en el interior de la casa de Bernarda, donde se desarrolla un conflicto de las hijas de la protagonista, que acaban de perder a su padre y se las impone un luto de 8 años. En ese espacio cerrado y opresor solo hay dos salidas: la locura o la muerte.

La Poesía Posterior a 1939

La poesía muestra un proceso de rehumanización. La preocupación por el hombre como tema poético da lugar a la expresión de problemas existenciales, así como a una visión del hombre hundido en los problemas sociales.

1. La Poesía de los Años 40 y Principios de los 50

Dámaso Alonso señaló dos tendencias:

  • Poesía arraigada: Llamada también garcilasista, ya que vuelven sus ojos hacia Garcilaso. Son poetas con una visión del mundo ordenada, serena e incluso positiva. Los temas principales son la religión y el amor.
  • Poesía desarraigada: Surge a partir de la publicación de Hijos de la ira. Es una poesía con un tono trágico, que muestra un mundo caótico invadido por el sufrimiento y la angustia. La religiosidad se expresa en desamparadas exclamaciones a ese Dios que parece haber abandonado al hombre a su suerte. El estilo es directo y sencillo.

2. La Poesía Social: Años 50

Hacia 1955 se consolida el realismo social. A esta época pertenecen dos libros de poemas que marcaron un hito: Pido la paz y la palabra y Cantos iberos. En ellos, sus escritores superan su anterior etapa de angustia existencial para situar los problemas humanos en la sociedad. Autores como Machado fueron los precedentes, acompañados de los autores latinoamericanos Neruda y Aleixandre.

Esta nueva poesía salta del «yo» al «nosotros» y pretende transformarse en un arma capaz de transformar el mundo. Su lenguaje es claro y coloquial, y su tema principal es España.

3. Una Nueva Poética: Años 60

A finales de los 50 apareció un grupo de poetas que buscaba una mayor elaboración del lenguaje poético y un desplazamiento de lo grupal a lo individual. Para ellos, el poema es un instrumento que les permite conocer al mundo y a sí mismos. Su temática se caracteriza por un retorno de lo íntimo. En el estilo es muy visible un alejamiento de las tendencias precedentes. Muchos siguen un estilo convencional, pero esto no debe ocultar una exigente labor de depuración. Cada poeta se propone la búsqueda de su propio lenguaje.

4. Los Novísimos: Generación del 68

Se publica una antología titulada Nueve novísimos españoles, en la que aparecen, entre otros, Vázquez Montalbán. En la temática encontramos lo personal junto a lo público. Al lado de tonos serios aparece una provocadora frivolidad. Frente a una sociedad de consumo, muestran su escepticismo sobre la posibilidad que tiene la poesía de cambiar el mundo. En lo personal y político son discrepantes. Persiguen metas estéticas, ya que es lo más importante de todo, y la renovación del lenguaje poético es su principal objetivo.

Deja un comentario