07 Nov

La Historia como Lucha de Clases

Marx sostenía que la historia del mundo se desarrolla a través de las contradicciones en la producción material de la vida, es decir, la historia económica, manifestándose como lucha de clases. El trabajo, como necesidad de lucha con el mundo material, es el cimiento de la historia humana. Esta historia se basa en las relaciones de oposición que las diferentes clases han establecido dentro de un determinado modo de producción. Las contradicciones inherentes a cada modo de producción lo destruyen y generan nuevas relaciones y formas de organización del trabajo.

Así, el feudalismo se transformó en capitalismo, con la burguesía reemplazando a la nobleza como clase dominante. Marx creía que el capitalismo, debido a sus propias contradicciones, también llegaría a su fin, dando paso al comunismo. En esta etapa, la historia alcanzaría su culminación, desapareciendo las oposiciones y realizándose la auténtica libertad humana.

Alienación e Ideología

Marx, retomando un concepto hegeliano, define la alienación como la visión falseada de la historia y de sí mismo que surge del alejamiento de una verdadera libertad y conciencia. Esta alienación implica estar fuera del verdadero ser, en un estado extraño para sí mismo.

La ideología, como imagen deformada del mundo, del pensamiento, de uno mismo y de los otros, surge de la conciencia enajenada. La ideología ayuda a acomodarse al mundo a costa de su verdad, impidiendo su transformación. Marx consideraba la religión como un ejemplo claro de ideología, una doctrina que deforma la verdad y consuela, ocultando los sufrimientos de la humanidad.

Puede existir una ideología en la que el trabajador comprenda las condiciones reales de su explotación y promueva la transformación. Sin embargo, incluso esta imagen liberadora del mundo sigue siendo unilateral e incompleta. Estas deformaciones persistirán mientras los humanos estén sometidos a las contradicciones de la historia económica material y desconozcan su verdadera libertad y conciencia, que solo se alcanzará con la llegada de la sociedad sin clases: el comunismo. Solo entonces podrán los humanos contemplar el mundo sin deformaciones, tal como es.

El Ser Humano y la Transformación de la Realidad

Marx concibe al ser humano como un ser natural con necesidades y la capacidad de transformar la realidad mediante el trabajo para satisfacerlas. Al modificar la realidad, el ser humano cambia su propia vida. Para Marx, este trabajo de transformación es la esencia humana. El ser humano no es originariamente social, racional o lingüístico, sino un ser que necesita modificar su entorno para habitarlo. En esta modificación, se vuelve social, desarrolla el lenguaje, la razón y otras cualidades latentes.

La realidad y la historia no son estáticas, sino cambiantes, llenas de resistencias que obligan al ser humano a transformarse y superarlas. Marx ve la historia como un progreso de la vida humana en la lucha con las contradicciones materiales que impiden el desarrollo de sus posibilidades.

Modos de Producción a lo Largo de la Historia

Los diferentes modos de producción que se han sucedido en la historia son:

  • Tribal: propiedad común, trabajo no organizado, sin clases sociales ni explotación.
  • Antiguo o grecorromano: basado en el esclavismo, con la lucha de clases como motor de la historia. Los esclavos trabajan, mientras los hombres libres poseen la tierra y a los esclavos, es decir, los medios de producción y los productos.
  • Feudal: similar al anterior, pero la propiedad del señor sobre el siervo es parcial.
  • Capitalista: el capitalista posee los medios de producción y se apropia del producto del trabajo, mientras que el proletario solo posee su fuerza de trabajo, que se ve obligado a vender por un salario. Existe propiedad privada de los medios de producción y el trabajador es jurídicamente libre.
  • Comunista (futura sociedad): propiedad colectiva, donde las relaciones de dominio y sometimiento son sustituidas por la colaboración recíproca. Se elimina la división en clases y la humanidad recupera su completa libertad.

Marx creía que la sociedad capitalista, como las anteriores, está llena de contradicciones internas (lucha de clases) que la llevarán a su destrucción, dando paso a un nuevo estadio en la historia: la sociedad comunista. En esta sociedad, desaparece la división en clases y la humanidad puede alcanzar su plena libertad.

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