18 Dic
Modernismo y Generación del 98
Modernismo
El Modernismo es un movimiento artístico que evoluciona desde el esteticismo hacia la preocupación social y existencial. Se inicia en 1880 y se mantuvo a lo largo de los primeros años del siglo XX hasta la Primera Guerra Mundial aproximadamente.
Orígenes
Movimientos franceses de la segunda mitad del siglo XIX:
- Parnasianismo: Toman la perfección técnica y la huida de lo real.
- Simbolismo: Emplean símbolos y todo tipo de imágenes para evocar la realidad mediante el lenguaje.
Características
- Lugares: Mundos exóticos, irreales o lejanos en el tiempo para escapar de la realidad y en el espacio Oriente. Animales fabulosos como centauros o unicornios, palacios, jardines con fuentes y una vegetación exuberante.
- Métrica: Métricas francesas y empleo de estrofas antiguas como los versos alejandrinos.
- Estilo: Utilizan recursos fónicos como aliteraciones, paralelismos o rimas internas.
Representantes Españoles
Cultivan diversos géneros literarios:
- Poesía: Manuel Machado con Caprichos y Alma; Antonio Machado con Soledades; y Juan Ramón Jiménez con Almas de violeta y Arias tristes.
- Novela: Ramón María del Valle-Inclán, prosa modernista con Sonatas.
- Teatro: Eduardo Marquina con En Flandes no se ha puesto el sol y Valle-Inclán con Divinas palabras y Luces de Bohemia.
Rubén Darío
Félix Rubén García-Sarmiento nace en Nicaragua. Vida turbulenta, placer sensual, amistades intelectuales, lectura de los románticos, parnasianos y simbolistas y meditación. Escribe prosa y poesía.
- Azul: Obra iniciadora del Modernismo, influencia del Parnasianismo. Se compone de cuentos en prosa y poemas. Contiene el famoso soneto dedicado al héroe americano.
- Prosas profanas: Es el más brillante de la línea del Modernismo esteticista, motivos eróticos, tiempos pasados, cisnes, princesas. Contiene los famosos versos del poema «Sonatina» («La princesa está triste…»).
- Cantos de vida y esperanza: Supone el inicio de una nueva etapa, con temas subjetivos e intimistas («Lo fatal») o, por ejemplo, políticos («Oda a Roosevelt»).
La Generación del 98
El nombre de Generación del 98 lo acuña José Martínez Ruiz, Azorín, para referirse a un grupo de jóvenes escritores que habían empezado a publicar hacia finales del siglo. Contemporáneos de los modernistas, compartían una misma actitud de protesta contra la sociedad y el estado de la literatura, pero sus preocupaciones eran básicamente el problema de España y las cuestiones filosóficas.
Características
- Rasgos de rebeldía frente a la corrupción en la que está sumida el país debido a la inestabilidad política, reivindicación de la figura de Larra, intento de redescubrir aspectos olvidados de la cultura española: el paisaje, escritos medievales o lenguaje tradicional.
- Voluntad antirretórica: Sobriedad y elegancia, estilo cuidado en sus escritos.
- Subjetivismo: Los autores reflejan sus propios sentimientos.
- Tradicionalismo: Interés por España, empleo de palabras tradicionales y fuentes clásicas (latín y griego).
- Género: Recurren al ensayo (exposición + argumentación), género que recoge por igual el pensamiento, las reflexiones culturales y la visión lírica.
Temas
- España: Preocupación por el atraso del país, gran interés por el paisaje, la historia y la cultura.
- Historia: Quieren descubrir los valores españoles y la raíz de los males del presente.
Representantes del 98
Hechos que permiten hablar de la Generación del 98 como una generación literaria:
- Escasa diferencia de edad: Todos nacieron entre 1864 y 1875.
- Relaciones personales entre ellos: Azorín, Baroja y Maeztu formaron el «Grupo de los Tres» con el que firmaban sus colaboraciones.
- Todos frecuentaban los mismos ambientes y tertulias, algunos adoptaron posturas revolucionarias, socialistas y anarquistas en su juventud.
Los autores más destacados de la generación son Miguel de Unamuno, Pío Baroja, José Martínez Ruiz (Azorín), Ramón María del Valle-Inclán, Antonio Machado y Ramiro de Maeztu.
- Miguel de Unamuno: En Paz en la guerra sigue el modelo realista. En sus «nivolas», une la filosofía a la literatura y muestra su preocupación por España y la lucha entre la fe y la razón. Algunas obras destacadas fueron La tía Tula, Niebla o San Manuel Bueno, mártir.
- Pío Baroja: Introduce elementos renovadores: participa en la acción con comentarios e introduce diálogos y descripciones para evitar la monotonía del relato. La busca, Zalacaín el aventurero y El árbol de la ciencia. Muchas de ellas pertenecen a trilogías como La lucha por la vida (La busca, Mala hierba, Aurora roja). Sus novelas están estructuradas en torno a un personaje central inconformista y aventurero que viaja constantemente de un lugar a otro. A su lado, personajes secundarios ayudan a mejorar y definir su personalidad.
- José Martínez Ruiz, Azorín: Novelas con apenas argumento, retrato de tierras españolas y de sus habitantes. La voluntad y Las confesiones de un pequeño filósofo.
- Ramón María del Valle-Inclán: Las Sonatas se enmarcan en el Modernismo. Evoluciona hacia la novela histórico-esperpéntica, en la que mezcla personajes reales y ficticios. La trilogía, La guerra carlista. Su aportación más relevante es el «esperpento», que introduce en la novela Tirano Banderas. El esperpento mezcla la tragedia, la comedia y la farsa usando la deformación de la realidad a través de la parodia y la degradación con personajes grotescos y con intención burlesca y crítica.
- Antonio Machado: Se le conoce principalmente por sus obras poéticas, que evolucionan desde el intimismo romántico de Soledades a las reflexiones filosóficas de Nuevas canciones, pasando por el Modernismo y objetivismo en Campos de Castilla, en la que muestra su preocupación por el paso del tiempo y su gusto por el paisaje castellano.
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