07 Feb
Análisis de la Imagen de la Mujer en los Romances Medievales
Este estudio explora la representación de la mujer medieval en los romances «Gerineldo y la Infanta» y «Una Fatal Ocasión». Se examinan los rasgos épico-líricos de las mujeres en la literatura medieval, analizando su imagen desde una perspectiva lírica (sentimientos y emociones) y épica (hechos y acciones). Se presta especial atención a su papel, activo o pasivo, dentro de las narrativas, para comprender cómo estas mujeres confirman o desafían la pasividad y reserva que tradicionalmente se les atribuye.
«Gerineldo y la Infanta»: La Iniciativa Femenina
En «Gerineldo y la Infanta», la figura femenina se presenta a través de la Infanta, quien toma la iniciativa en su relación con Gerineldo. El título ya marca las diferencias de clases sociales entre los personajes, destacando a la mujer como «la Infanta», hija del rey y, por tanto, una figura de alto rango. Desde el comienzo del romance, la Infanta expresa abiertamente su deseo hacia Gerineldo, mostrando un rol activo e iniciativa:
«Gerineldo, Gerineldo, paje del rey más querido, quién te tuviera esta noche en mi jardín florecido.»
Estos versos evidencian que la Infanta no espera ser conquistada, sino que ella misma se declara y planea el encuentro. Además, cuando el rey los descubre, se percibe la sensación de traición del rey hacia Gerineldo, por relacionarse con su hija, y hacia su hija, por perder su honor al entregar su virginidad a un paje. Esto se refleja en los siguientes versos:
«Vio a su hija, vio a su paje como mujer y marido. «¿Mataré yo a Gerineldo, a quien crié desde niño? Pues si matare a la infanta, mi reino queda perdido. Pondré mi espada por medio, que me sirva de testigo».»
Es la Infanta quien interviene para proteger a Gerineldo, desafiando la autoridad paterna y mostrando valentía y rebeldía, como se observa en:
«Rey y señor, no le mates, mas dámelo por marido. O si lo quieres matar la muerte será conmigo.»
Esta intervención muestra a una mujer decidida, que no teme enfrentarse a las normas sociales ni a su propio padre para defender su amor.
«Una Fatal Ocasión»: Defensa del Honor y Astucia Femenina
En «Una Fatal Ocasión», el título anticipa una desgracia. La protagonista también desafía los estereotipos de pasividad y reserva. El romance describe a una joven que, aunque es interceptada y agredida por un caballero que intenta abusar de ella, se defiende con firmeza y logra revertir la situación:
«Entre las vueltas que daban la niña el puñal le quita, metiéraselo en el pecho, a la espalda le salía.»
La joven no solo se defiende eficazmente, sino que muestra astucia y determinación al tomar el puñal del caballero y usarlo para protegerse. Este acto de defensa personal subraya su fuerza y capacidad para enfrentar situaciones adversas con el fin de defender su honor como mujer. Sin embargo, en lugar de sentirse aliviada, la joven siente culpa por quitarle la vida a una persona, reconociendo el valor de la vida humana, incluso la de su agresor. Esto se evidencia en:
«—No alabarme, caballero, decirlo, bien me sería; donde no encontrase gentes a las aves lo diría. Mas con mis ojos morenos, ¡Dios, cuánto te lloraría!» «con honra y sin alegría».
A su vez, el caballero, al morir a manos de una mujer, siente que pierde su honor y expresa culpa. Se muestra aquí:
«—Perdí me por tu hermosura; perdóname, blanca niña. No te alabes en tu tierra ni te alabes en la mía que mataste un caballero con las armas que traía.»
Después del suceso, la joven lleva el cadáver del caballero a una ermita para enterrarlo, como se evidencia en:
«Con el su puñal dorado la sepultura le hacía; con las sus manos tan blancas de tierra el cuerpo cubría, con lágrimas de sus ojos le echaba el agua bendita.»
Conclusiones: Mujeres Activas y Desafiantes en la Literatura Medieval
Ambas mujeres, la Infanta y la protagonista de «Una Fatal Ocasión», muestran una notable independencia y fuerza. La Infanta actúa motivada por el amor, desafiando normas sociales y la autoridad paterna. La protagonista de «Una Fatal Ocasión» actúa en defensa propia, mostrando astucia y valor. En ambos casos, las mujeres no se conforman con los roles tradicionales, sino que toman decisiones cruciales.
La diferencia principal radica en el contexto y la motivación: la Infanta lucha por amor, mientras que la protagonista de «Una Fatal Ocasión» lucha por su integridad y seguridad. Sin embargo, ambas desafían las expectativas medievales sobre la feminidad y demuestran que las mujeres podían ser agentes activos en sus vidas.
En conclusión, los romances «Gerineldo y la Infanta» y «Una Fatal Ocasión» presentan a mujeres que *niegan la pasividad y el recato* tradicionalmente atribuidos a su género. A través de sus acciones y decisiones, ambas se revelan como figuras *fuertes, decididas y autónomas*. Estos relatos evidencian una representación más compleja y activa de la mujer medieval, desafiando las convenciones de su época y mostrando el protagonismo femenino en la literatura de entonces.
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