15 Dic

La Música Renacentista: Un Viaje Sonoro Entre 1400 y 1600

Características Generales y Estilo

La música renacentista se refiere a la música clásica europea compuesta durante el Renacimiento, aproximadamente entre los años 1400 y 1600. Definir con precisión el comienzo de esta era es complejo debido a la ausencia de cambios abruptos en el pensamiento musical del siglo XV. Además, la adopción de las características renacentistas en la música fue un proceso gradual.

Una de las características más destacadas de la música renacentista es la creciente importancia del intervalo de tercera como consonancia. En la Edad Media, este intervalo se consideraba disonante. La polifonía, que ya se utilizaba desde el siglo XII, se volvió más elaborada durante el siglo XIV, con un número creciente de voces independientes. A principios del siglo XV, se observó una simplificación, con voces que buscaban mayor suavidad. Esto fue posible gracias a un aumento significativo del rango vocal en comparación con la Edad Media, donde el rango estrecho obligaba al cruce frecuente de las partes, requiriendo un mayor contraste entre ellas.

Las características modales (en contraposición a las tonales) de la música renacentista comenzaron a declinar hacia el final del período, con un uso cada vez mayor de intervalos de quinta como movimiento entre fundamentales. Este cambio se convirtió en una de las características definitorias de la tonalidad.

Géneros Musicales del Renacimiento

Las formas litúrgicas más importantes que se mantuvieron durante el Renacimiento fueron la misa y el motete. Hacia el final del período, se introdujeron innovaciones, como el reemplazo de la técnica del cantus firmus único por el método imitativo en la misa, y la composición para cinco o seis voces. Estas innovaciones surgieron a medida que los compositores de música sacra comenzaron a adoptar formas profanas, como el madrigal, para sus propias composiciones. Otros géneros sacros comunes fueron el madrigal espiritual y la lauda.

La música profana del Renacimiento incluye cantos para una o varias voces, en formas como la frottola, la canción, el madrigal, la caccia, la chanson (en sus diferentes formas: rondeau, virelay, bergerette, balada), la canzonetta, el villancico, la villanela, la villota y la canción de laúd. La música instrumental abarcaba piezas para conjuntos de flauta de pico, viola da gamba y otros instrumentos, así como danzas para conjunto. Los géneros instrumentales más comunes fueron la toccata, el preludio, el ricercar y la canzona. Entre las danzas, eran habituales la bajadanza, la pavana, la gallarda, la alemanda y la corriente.

Hacia el final del período, surgieron los primeros antecedentes dramáticos de la ópera, como la monodia, la comedia madrigal y el intermedio.

Teoría y Notación Musical en el Renacimiento

Las composiciones del Renacimiento se escribían únicamente en particellas; las partituras generales eran muy raras y no se utilizaban barras de compás. Las figuras musicales eran generalmente más largas que las actuales. La unidad de pulso era la semibreve (redonda). Como ocurría desde el Ars Nova, cada breve (cuadrada) podía equivaler a dos o tres semibreves, lo que podría considerarse equivalente al «compás» moderno, aunque era un valor de nota y no un compás.

Siguiendo la misma lógica, una negra podía equivaler a dos corcheas o a tres, que se escribirían como un «tresillo». De la misma manera, se podían tener dos o tres valores más cortos de la siguiente figura, la mínima (equivalente a la moderna «blanca»), por cada semibreve. Estas diferentes permutaciones se denominaban tempus perfectum o imperfectum según la relación breve-semibreve, y prolatio perfecta o imperfecta en el caso de la relación semibreve-mínima. Existían todas las combinaciones posibles entre ambos.

La relación tres-uno se denominaba «perfecta» y la dos-uno «imperfecta». Para las figuras aisladas, existían reglas que reducían a la mitad o doblaban el valor («imperfeccionaban» o «alteraban», respectivamente) cuando estaban precedidas o seguidas de determinadas figuras. Las figuras con la cabeza negra (como las negras) eran menos habituales. Este desarrollo de la notación mensural blanca es el resultado de la popularización del uso del papel (que sustituyó al pergamino), más débil y que no permitía el rasgado de la pluma para rellenar las notas. La notación de la época precedente, escrita en pergamino, era negra. Otros colores, y más tarde el relleno de las notas (ennegrecimiento), se utilizaron para indicar imperfecciones o alteraciones.

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