11 Oct
Qué es una narración?
Una narración es el relato de unos hechos ficticios o reales de unos personajes en un momento y un lugar determinados. La intención depende del tipo de narración, puede ser estética, con un lenguaje atractivo para entretener al lector, o puede ser funcional, como cuando se narran unos acontecimientos a la policía.
En toda narración literaria deben aparecer estos elementos:
narrador, personajes, tiempo y lugar.
El narrador
Es la voz encargada de relatarlos acontecimientos. Puede ser una persona, un animal, un objeto o cualquier tipo de entidad.
Existen distintos tipos, según sea interno (participa en ella) o externo (solo narra, no participa en la acción) a la narración:
– El narrador interno:
– El narrador protagonista
: forma parte del relato. Narra de forma subjetiva los sucesos que él mismo vive o que le sucedieron, y puede contar sus pensamientos e impresiones pero no los de los demás personajes y, en general, desconoce el futuro. Emplea la 1.ª persona.
– El narrador personaje secundario
: forma parte del relato. Narra los sucesos que ve, o en los que participa de forma breve acompañando a un protagonista, y es un personaje secundario. También puede contar sus pensamientos e impresiones pero no los de los demás personajes y, en general, desconoce el futuro. Utiliza la 1.ª y la 3.ª persona.
– El narrador externo:
– El narrador omnisciente: no forma parte de la historia, es decir, la ve desde fuera, pero es capaz de saber qué pasa en todo momento, incluso los pensamientos y sentimientos de los personajes. Lo sabe todo de la historia: lo que ha sucedido, lo que está pasando en el presente y lo que sucederá en el futuro, aunque no siempre lo explica. Utiliza la 3.ª persona.
– El narrador objetivo o narrador observador: narra lo que ve sin ser un personaje de la historia y sin saber lo que piensan o sienten los personajes. Utiliza la 3.ª persona.
Los personajes
Participan en la acción. Según la función que cumplen a lo largo de la historia, pueden ser:
– Protagonista: es el personaje principal. Suele tener una misión.
– Antagonista: es tan importante como el protagonista. Se opone a este e intenta evitar que logre sus objetivos.
– Secundario: participa en la historia, aunque no tiene tanta importancia como el protagonista o el antagonista.
Algunos personajes son previsibles y sencillos, están definidos por una única carácterística: son personajes planos o estáticos porque no evolucionan psicológicamente. En cambio, otros son muy complejos y van modificando su comportamiento y personalidad a medida que evoluciona el relato: son los personajes redondos o dinámicos.
El estilo
Hablamos de estilo para referirnos a la manera en la que se reproducen las palabras de los personajes, ya que se puede hacer de diversas formas. Estos son:
– El estilo directo: el narrador deja que sea el personaje quien hable, es decir, se reproducen textualmente las palabras del personaje. Se introducen los diálogos mediante raya (—). Por ejemplo: —Me voy al cine —dijo su amigo—. Estoy harto de estar aquí encerrado.
– El estilo indirecto: el narrador incluye las palabras del personaje de un modo no literal dentro de su discurso; lo hace mediante nexos y recurre a verbos introductorios (decir, explicar, responder, etc.). Por ejemplo: Su amigo dijo que se iba al cine porque estaba harto de estar encerrado ahí.
– El estilo indirecto libre: se intercalan las palabras de los personajes dentro del discurso del narrador sin nexos de uníón ni verbos introductorios y se distinguen gracias al diferente punto de vista de narrador y personajes, porque usan un estilo distinto, por los pronombres usados, etc. Por ejemplo: Se va al cine. No sé por qué voy a ver esta película pero en fin… Ya está llegando a la taquilla cuando encuentra a Marta.
El tiempo
En una narración se da el tiempo de la historia y el tiempo del relato o del discurso. El histórico hace referencia a la época en la que se desarrolla la historia y al tiempo histórico que transcurre desde que empiezan los hechos hasta que terminan. El tiempo del relato o del discurso se refiere a cómo se estructura el tiempo dentro del relato, es decir, tiene que ver con el orden en que se cuentan los acontecimientos.
Existen varias maneras de organizar el tiempo del discurso:
– El orden cronológico: es el único que sigue una sucesión cronológica de los hechos, es decir, los hechos se cuentan siguiendo el orden en que ocurrieron.
– La analepsis o flash-back: explica sucesos previos a lo que se está contando, es decir, en un momento dado el narrador nos sitúa en el pasado para contar unos hechos que ocurrieron entonces y después vuelve al presente.
– La prolepsis: en un momento dado el narrador nos sitúa en el futuro para anticiparnos lo que ocurrirá.
– In media res: la narración empieza en un momento destacable de la historia, y más adelante se narrará el principio de ella.
– In extrema res: la narración empieza por el final de la historia y luego nos cuenta lo anterior.
Por último, encontramos el ritmo narrativo (algo que ocurre en un minuto se puede contar con tanto detalle que puede ocuparnos una hora de lectura). El ritmo narrativo tiene que ver con la mayor o menor coincidencia del tiempo de la historia con el tiempo del discurso, y se consigue mediante elipsis, resúMenes, pausas, ralentí, etc.
El lugar
Como ocurre con el tiempo, cualquier narración puede presentar dos espacios distintos: el espacio geográfico y el lugar preciso en el que se desarrolla la acción, es decir, el espacio geográfico puede ser la Comunidad Valenciana, por ejemplo, pero la acción ocurre en un ascensor.
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