20 Feb

El Naturalismo de David Matza

El naturalismo de Matza representa un intento de permanecer fiel al fenómeno estudiado, en este caso, la desviación social. Su principal objeción a otros teóricos de la desviación radica en que, a su juicio, distorsionan la esencia de la realidad desviada. Considera que las explicaciones ofrecidas no coinciden con las motivaciones que los propios desviados reconocerían como impulsoras de su conducta.

El enfoque de Matza busca ofrecer una descripción precisa y fiel de los fenómenos tal como ocurren, en lugar de describirlos o explicarlos con el objetivo de corregirlos, reformarlos o erradicarlos. Reconoce que las motivaciones de las acciones de los desviados se basan en sus creencias. Sin embargo, advierte que estas creencias pueden ser falsas, aunque los individuos las consideren verdaderas.

Un ejemplo de esto es el hombre de clase media que se une a una organización fascista, creyendo que sus dificultades financieras son causadas por el control judío de la economía. Si bien es crucial considerar estas creencias al estudiar su comportamiento, también es posible demostrar la falsedad de su evaluación causal del problema y de los medios para resolverlo.

Crítica a la Teoría de las Subculturas Delictivas

Gran parte de la obra temprana de Matza se dedica a rechazar y criticar la teoría de las subculturas delictivas. Esta teoría postulaba que los delincuentes poseían un sistema de valores «inverso» a los valores aceptados por la sociedad. Matza argumenta que tales descripciones exageran las diferencias entre los valores delictivos y los de la sociedad en general.

Matza señala que, si los delincuentes realmente tuvieran valores opuestos, tenderían a considerar moralmente correcto su comportamiento ilegal y no sentirían culpa al ser descubiertos. En realidad, los delincuentes parecen aceptar ciertos valores sociales. Esto se evidencia en la «neutralización» de sus sentimientos de culpa. Por ejemplo, al robar a una gran empresa, pueden argumentar que «nadie resulta perjudicado» o que «el seguro paga».

El delincuente, entonces, se presenta más como un individuo que, para justificarse, recurre a «técnicas de neutralización», como:

  • Negación de la responsabilidad (ej., «Estoy enfermo»).
  • Negación del daño.
  • Afirmar que «todos hacen lo mismo».
  • Alegar que no lo hacen en su propio beneficio.

Matza critica a los teóricos de las subculturas por asignar una importancia excesiva a las diferencias entre valores delictivos y no delictivos, atribuyéndolo a una concepción errónea del sistema valorativo de la clase media. Además, argumenta que la sociedad no solo está dividida normativamente en estratos, sino que también existen contradicciones dentro de los valores dominantes. Junto a estos valores, coexisten una serie de valores subterráneos, como la búsqueda de excitación y nuevos estímulos.

La Deriva y los Valores Subterráneos

La insistencia en la similitud entre los valores sociales generales y los valores de la «ideología delictiva» constituye el fundamento de la obra de Matza. Considera que las creencias desviadas surgen tanto de las creencias de la sociedad en general como en oposición a ellas.

Según Matza, el delincuente se encuentra momentáneamente en un limbo, oscilando entre lo tradicional y lo delictivo, respondiendo alternativamente a las exigencias de ambos ámbitos sin comprometerse plenamente. El adolescente «deriva» hacia la delincuencia, impulsado por la aceptación de valores subterráneos y la falta de control, habiendo neutralizado los valores tradicionales. Esta deriva se ve precipitada por circunstancias «accidentales» e «impredecibles», lo que no impide que algunos delincuentes pasen de ser ocasionales a permanentes.

Es importante distinguir entre un homosexual que afirma no poder evitar su condición porque está «enfermo» y otro que niega que la víctima sufra daños. Los desviados pueden oscilar entre estas posiciones, dependiendo de los cambios en las opciones culturales, la oportunidad del acto y la posibilidad de ser aprehendidos.

Taylor, Walton y Young consideran que el esquema de Matza de la «neutralización moral» debe ser visto como una construcción ambigua de afirmaciones sumamente articuladas. Matza, según ellos, no logra ofrecer una explicación convincente de cómo las personas llegan a ser desviadas. Aunque menciona que una cuestión clave en el estudio de la desviación es la forma en que los individuos se convierten en desviados como resultado de sus circunstancias, y añade que sienten afinidad por la desviación porque es «una fuerza atractiva», su explicación se considera incompleta.

La Fenomenología Norteamericana y el Estudio de la Desviación: La Etnometodología

Mientras que el «naturalismo» de Matza insistía en observar los «fenómenos» tal como son y mostrar cómo se forman, el enfoque etnometodológico va más allá. No solo evita el problema causal, sino que también cuestiona si la comprensión subjetiva es científicamente posible.

Los fenomenólogos argumentan que las interpretaciones y acciones de los actores deben explicarse según sus propios significados e intenciones. Afirman que los objetivos al estudiar la desviación no son necesariamente los mismos que los de los delincuentes. Sin embargo, para explicar la desviación, la interpretación del investigador debe tener el mismo sentido que le dan los actores.

Crítica Etnometodológica a la Sociología Tradicional

La crítica etnometodológica se centra en que los conceptos sociológicos (clase, desviación, etc.) son abreviaturas de los hechos, de «limitada utilidad para especificar cómo el actor u observador organiza su comportamiento cotidiano».

La etnometodología critica a la sociología tradicional por dar por supuesto que las normas generan reglas y que estas reglas (excepto en el caso de la desviación) serán obedecidas. Los etnometodólogos sostienen que las reglas de la vida cotidiana no son inmutables y se caracterizan por su ambigüedad. Además, critican a la sociología tradicional por asignar a los actores actitudes interiorizadas y suponer que las normas son guías relativamente automáticas para el desempeño de roles.

Deja un comentario